El nuevo disco de Illya Kuryaki and The Valderramas se titula Leche y rebosa de calentura funk y ardorosas referencias al amor y al instinto reproductivo.
¡Ledzeppelincovsky!-Faith No Moro.-¡Rage Against the Parchís!-Pará, ésta es mejor: ¡Black Sábato!-Disi Elliot, Miguel Del Sel’ndegeocello…-¡Cacciatori Amos!-¡Tupac Satur!
Algunas conversaciones pueden hacerse difíciles. Y cuando uno no sabe de qué hablar, habla del clima, del tránsito, o de…
Sexo
El nuevo disco de Illya Kuryaki and The Valderramas se titula Leche y rebosa de calentura funk y ardorosas referencias al amor y al instinto reproductivo. Luego de la catarsis seductora, sugerente y sombría de Versus, el dúo ha preferido sincerarse, poner el paty en la plancha y evitar los eufemismos; así, "Coolo", "Guerrilla sexua" o "Wacho" incluyen imágenes como tengo el infierno genital, meter mi sexo en su frutilla o será tu orgasmo mi granada, dejando poco espacio para la interpretación subliminal.
Ciudad de Los Angeles, lunes 7 de junio, mediodía. La pileta del hotel parece llena de agua mineral; ni una pelusa flota en la superficie. A sólo unos metros, en el residencial de al lado, murió Janis Joplin; aquí, algo despeinado, Dante Spinetta Zalazar asoma de su habitación con cierta falta de oxígeno por la almohada que todavía forma parte de su cara.
-Bueno, hablemos de chargue -concede.
-Chargue.
Dante: Garche.
Emmanuel Horvilleur reposa en su reposera, al sol, desde hace buen rato. Apenas advierte que la cronista se acerca, cubre con una toalla, pudoroso, su mallita.
-Dijeron que con "Leche" quieren volver a la carne.
Emma: El funk es el sexo musical. El funk es como el sexo de la música, en algún punto. Lo que pasa es que hay diferentes tipos de sexo…
-¿Y de cuál estamos hablando?
Emma: De ése en el que se transpira…
-Podría decirse que en casi todos se transpira…
Emma: Está bien, pero en el que transpirás algo. Cuando tocás funk sentís una excitación, una especie de adrenalina plus. Y todo -te das cuenta después- va al sexo. Automáticamente, todas las líricas [letras] se tranforman en eso. Es el mensaje que te llega. Es lo que tu cuerpo traduce de lo que estás escuchando.
-Primero la transpiración, después las letras.
Dante: Exacto. Es más, para escribir tenemos unas biromes Bic que nos mandaron, todas de chivo, hechas con transpiración. Todas con transpiración adentro.
No resulta sano creer todo lo que Spinetta Zalazar dice. Cuando su interlocutor menos lo espera, y con una expresión facial que envidiaría Santo Biasatti, Dante fabula, fragua historias y trucha datos. "Está bien que invente un poco", razona su compañero.
En 1988, época en que los niños Dante, Emmanuel y sus hermanos grabaron el naif "El mono tremendo" para el Téster de violencia de Spinetta padre, los dos integrantes mayores de Pechugo no imaginaban todavía que, tres años más tarde, el rap más straight alimentaría su propio Fabrico cuero y a sus jubilados violentos. Horno para calentar los mares (1993) resultó, sin embargo, mucho más rocker e incluyó algunas canciones cantadas sin rapear; vendió lo suficientemente poco como para que los Kuryaki se quedaran sin contrato. No way, José.
Fue entonces cuando Pelo Aprile (alto ejecutivo de Polygram, hoy Universal, y especie de hado madrino de los Kuryaki) le adelantó al dúo dinero de regalías para ayudarlo a autoproducir Chaco, su tercer álbum. Chaco fue la revancha: 250 mil copias vendidas; los Kuryaki entraron por la puerta grande de la mtv, que premió sus videos y les puso estudio y cámaras para grabar su cuarto disco, el unplugged y sensible Ninja Mental. "Versus, el álbum siguiente, fue una etapa más dark, más introvertida, más experimental", analizan. "Leche es apocalipsis. Y sexo. Cuando toquemos el disco en vivo, vamos a ser una especie de máquina sexual."
-¿Es culpa de la fogata del funk?
Dante: Bueno, esto no es de ahora. Hace bastante que en nuestra música empezamos a meternos con las mujeres, pero éramos más chicos, y uno va creciendo y la vida sexual de uno cambia. Y también cambia lo que uno piensa, y lo que uno dice…
-Y también se establecen otros vínculos con la persona con la que uno transpira.
Dante: Obvio. Yo compongo funk y hace cuatro años y medio que estoy con la misma chica… Pero yo siento el funk. El funk no significa que tengas que estar trabucándote a cuanta minita veas. Está todo bien, también, pero no me tocó eso. Por ahí, cuando era chico, era más así, pero ya no: ahora estoy con mi novia.
-Vos estás sin pareja, ahora.
Emma: Sí.
Se levanta de la reposera y ensaya unas discretas acrobacias sobre unos caños, al borde de la pileta.
-¿Cómo se maneja el límite entre el erotismo y la pornografía?
Dante: Es una fina línea. Es la manera de contar las cosas. Nosotros no decimos: "¡Puto, ponéte en cuatro!". Ese no es nuestro idioma sexual, no es la verdad. Tampoco sexualmente somos así...
Emma (lanza una carcajada): Qué sabés, man… ¡Hablá por vos..!
El duo llego a los angeles para grabar coros femeninos y doblar una batería de Jota Morelli (en los Music Grinder Studios) y para mezclar la placa con Tom Russo (en los estudios Larrabee Sound). Hoy, Leche está definitivamente listo, pero los Kuryaki no pueden quedarse tomando sol en la reposera: para aprovechar cada minuto de su estadía en California, y por primera vez en su historia, IKV brinda una conferencia de prensa para medios latino-norteamericanos.
Para llegar a los estudios Universal, del otro lado de la ciudad, es imprescindible introducirse en el auto alquilado por los Kuryaki y, desde el asiento de atrás, recibir el trueno del funk que deshace los parlantes del autoestéreo. Cuando llegamos, el peinado Marge Simpson del grupo es fiel reflejo del decibelímetro en rojo.
En un rincón de la sala ultramoderna yace un imponente buffet froid regado por los densos vinos de California (¡y son las 4 de la tarde!). Los periodistas -algunos de ellos representan a medios de renombre, como Spin o el L. A. Times- se entretienen viendo los videos viejos, que les resultan nuevos. Hacen preguntas obvias; la mayoría no tiene idea de quiénes están sentados del otro lado de la mesa. Pelo Aprile también ha viajado hasta aquí, y monitorea a los chicos que hoy están convenientemente producidos, arreglados como muñecos. Las gorras, los pantalones de cuero, las remeras extrañas. Emma lleva unos notables anteojos negros y no se los quita nunca.
Horas después, superado el errático maratón de entrevistas, la comitiva vuelve a meterse en el auto-baffle y desembarca en un Tower Records de West Hollywood para arrasar con las estanterías. Cada uno de los presentes se lleva el Californication, de los Peppers, que acaba de salir, y el sentido común indica que, esta vez, será esa música la encargada de despegar el tapizado del vehículo. El conserje del hotel observa el regreso de la troupe y entrecierra los ojos para adaptarse al nuevo peinado de sus huéspedes: ahora, un magnífico doble-Marge bordó, salpicado por la sangre que brota de todo tímpano.
Se pone fría la noche. En la pileta del hotel algunos turistas majaretas chapotean -se congelan- mientras gritan -¿piden auxilio?- como desaforados. Algunas habitaciones, como la de los Kuryaki y su manager, tienen las dimensiones de pequeños departamentos, con dos ambientes y una cocina equipada. Los alaridos de los bañistas hacen temblar los ventanales del balcón.
-¿Qué quieren tomar? -pregunta el manager, solícito, con medio cuerpo dentro de la heladera.
-¿Opciones? -(Cualquiera pensaría que la pieza de hotel de una banda de rock no es más que una sucursal de Savoy.)
-Canada Dry o Pepsi Diet.
Emmanuel está a cargo de la cena. Cocina prolijo, limpio y con pericia un exquisito revoltijo oriental de arroz, pollo y verduras cocidas, que acompaña con una ensalada de tomate y lechuga morada ("Una lechuga que agarraron a piñas"). Pan integral para todos.
Dante: Acá, en los Estados Unidos, está bueno hacerse un poquito caserito, porque…
Emma: …te la pasás comiendo mierdas.
Dante: Acá es difícil comer. Ya vinimos un par de veces a Los Angeles y empezamos a conocer los restaurantes, pero en la mayoría no tienen nada que ver los gustos ni los condimentos que comemos, entonces te cae medio para el orto. Lo bueno es que tenés todas las opciones de armado: a los sándwiches los pedís como querés. Tené cuidado con el dressing, la salsa que les ponen a las ensaladas. Porque es una garcha.
Bueno.
Apenas llegaron a la ciudad, Dante, Emmanuel y su manager consiguieron lo imposible: entradas para la jornada de estreno de Star Wars, en el Teatro Chino: la función fue a las 3 de la mañana. Al otro día se compraron veinte muñequitos de plástico (Yoda, Obi-Wan, el pequeño Darth Vader, esas cosas) en el supermercado. Y cepillos de dientes de la película.
Dante: Los combates están re-buenos. Esta peli es más para pendejos. Eso dolió un poco, pero está buena igual. La verdad es que está buena.
Emma: A mí no me gustó. En un momento hay un juicio que es tan trucho… Es una propaganda de Cyber 7Up, que es una mierda. Comparado con la película que hicieron los hippies en los 70… Acá hay demasiada computadora.
Dante: Por momentos rezás para que aparezca Trentuno, que ponga un petardo y explote, boludo. Yo soy el que le encuentra un lado positivo a la peli, porque quiero que me guste, pero no me gustó tanto como esperaba. Además, la escena en la que Arturito se tira un pedo, nos pegó re-mal…
Silencio en la habitación, sólo interrumpido por el rechinar de las neuronas de la cronista.
Lo hizo otra vez.
Dante (se ríe): Es mentira, mentira.
-Cuánto habrás sanateado en la conferencia de prensa…
Culo
Dante: Es un terreno virgen para nosotros. Tenemos que bancarnos la que venga. Todavía nos preguntan cómo empezamos a tocar, no nos conocen nada, nos preguntan por qué el nombre… Porque, encima, si te dicen Illya Kuryaki and The Valderramas, pensás que puede ser una banda latina, por lo de Valderrama. Pero la mayoría de la gente nos llama Illya Kuryaki, y ahí parece una banda de Dinamarca de hardcore metal death. ¡La primera banda de depresión ambiental!
Emma (bosteza): …
Dante: No sabés… Emmanuel, en un momento de la conferencia, se quedó dormido, sentado, con los anteojos puestos. ¿No te diste cuenta?
-No.
Dante: ¿Viste ésa de David Lynch, Terciopelo azul? ¿Viste ese tipo que se queda muerto parado? Los periodistas le preguntaban cosas y él estaba totalmente dormido, totalmente dormido.
Famosos anteojos negros fashion multipropósito. Dante se estira hacia la cama y rescata su disc-man.
Dante : Ponéte los auriculares.
Hay que empezar a moverSe nos acaba la eraLa luna pronto se iráEl sol vendrá con sus velasTerremoto que en sus ojos sientoSe traslada a su cuerpo cuando está en movimientoEstoy volando por su jungla dorada. ¡Grita mi alma..!Es hora de empezar a moverA mover el
Para fumar, en Los Angeles, hay que salir a la vereda. ¿Pero qué medidas deben tomarse si uno está comiendo en un restaurante?
Salir a la vereda. Pelo Aprile apaga su cigarrillo sobre las baldosas de la avenida Melrose y comienza a vociferar, entusiasmado, mientras agita los brazos como aspas de molino.
-¿Sabés lo que voy a hacer cuando llegue a Buenos Aires? ¡¿Sabés lo que voy a hacer?! ¡Voy a empapelar Buenos Aires con carteles gigantes que digan "A mover el culo, que se acaba la era"! ¡Eso, nomás, sin que diga el nombre de la banda, ni nada! ¡A mover el culo!
Apenas llegó a Buenos Aires, en efecto, Aprile empapeló la ciudad con carteles que decían a mover el culo (se acaba la era).
Al otro día se los hicieron sacar.
Atardece, y en el contestador de la habitación de la periodista titila un mensaje. Es Dante:
-Hola, son tipo las 6 y me estoy yendo. Escucháme: nos juntamos tipo 8 y media, 9. Yo te llamo no bien llego, porque tengo muchas cosas que hacer. (De pronto, con acento paraguayo): Tengo que ir a revisar una kitchenette de Zulma Faiad, ¿no?, que no le anda, ¿no? y tengo que revisarla, ¿no? Bue, te mando un beso, estoy acá en Madrid y… bueno…
A las nueve de la noche, el hombre confiesa haberse movido bastante durante la tarde.
Dante: Hay que moverse. A mover el culo. Shake your booty, ¿viste? No es shake your ass. Se escribe b-o-o-t-y, quiere decir culito. Porque ass es más ojete. Y uno no dice eso. Uno dice "coolo".
Para un mundo pasteurizado, nada más emblemático que la leche.
-Hoy la vida no parece estar muy en sincro con el funk.
Emma: Capaz. En Buenos Aires, es verdad que no. A veces existe también esa cosa nuestra de burbuja, aunque no queramos: no tenemos mucho que ver con el general de la música argentina.
-Música para terminar el milenio. "Se acaba la era."
Emma: Si todo estuviera terminando, la música sería mucho más dark. O no, o sería la más alegre, para terminar bien. No sé… Todavía me parece que el único artista que compuso algo bueno sobre el fin del milenio lo compuso hace diecisiete años ["1999"].
-Prince.
Emma: Prince.
-Y ahí tenés otro funk.
Emma: Y ahí tenés otro funk.
Dante: No, pero qué es el milenio, qué es toda esa farsa: es hora de tocar. En el fin del mundo, en el 2002, guerra nuclear… si vamos a morir, vamos a morir funkeando.
Emma: Claro, que sea una bomba, pero una bomba con muchas luces…
Dante: Porque nos vamos a morir. Es así, vamos a morir todos.
-Bueno, algún día, pero no necesariamente por el cambio del milenio…
Dante: En el 2002. Dos-mil-dos, nena. Acordáte. Guerra. Sí: China versus Estados Unidos. Chicha… (carcajada), ¡China! ¡Chicha ataca a Kamchatka!
Emma: Yo me quiero morir en un recital de Los Violadores. Al aire libre. Y en el momento que Pil haga fuck you, que un rayo le caiga y todo explote.
- Pero, ¿por qué en el 2002?
Dante: En el 2002 morimos todos, nena. Morimos todos de explosión meganuclear Kosovo 2. Se agarran China, usa, bombas grossas, se derrite todo, nos hundimos bajo el agua… Acordáte: va a quedar Córdoba, no más… Yo sé. Yo sé cosas. Tengo contactos…
-¿Contactos con el Supremo, tenés?
Dante: No, no. Con otros, con los aliens. Una vez, cuando era chico, estaba en mi casa y una vecina vino con un señor amigo de ella y nos lo presentó y nos dijo que era extraterrestre. Era como alto, pelado. Podía ser un extraterrestre.
Está haciéndolo otra vez.
-Así que no vas a revelar tus verdaderas fuentes…
Dante: No, esas cosas son secretos de Estado de nuestra vida personal.
-Secretos de estados alterados.
Dante: Yo no comento toda mi vida. Yo no comento mis expedientes. X files, y’ know. My life is full of X files, y’ know. So I don’t talk about that.
-Dante lleva a todas partes su crucifijo gigante. ¿Ustedes son religiosos?
Emma: Justamente en este viaje me hice esta pregunta varias veces: ¿por qué muchos músicos que me gustan llegan a llorar por Dios..? El otro día veía a Lauryn Hill, que me parece una mina re-centrada, re-grossa: es re-fan de Dios. Y en la Argentina no me pasa ver gente tan devota, salvo algún artista que se drogó demasiado y se hizo medio evangelista. La gente se la pasa criticando a la Iglesia. Entonces me pregunto a qué Dios le llora tanto Lauryn Hill… A mí nunca me pasó eso. No entiendo si el Dios de los negros es otro. Cómo es que para ellos tiene un marketing tan bueno, y para mí no.
Dante: Yo soy como religioso, en un sentido, pero no creo en la Iglesia. Creo que debe haber curas buenos, pero, la verdad, no creo en todo el mercado. Vos me ves, ando todo el tiempo con el crucifijo, pero, por otra parte, una cruz sigue significando la muerte; porque mataron a tanta gente con este símbolo, que... Igual, yo me lo pongo tratando que siga siendo virgen, que no esté manchado, que siga como en el origen...
-Pero también en el origen de la cruz está la muerte [de Cristo]…
Dante: Está bien (piensa). Creo que las religiones sirven para tratar de alivianar el dolor cuando perdés a alguien, o tu miedo a la muerte.
Emma: El otro día me colgué y estuve como una hora filmando a los pastores que laburan en la calle. Y le filmaba los ojos al tipo y, loco… tenía una cara... No de mentiroso, sino de masacrador de multitudes. Veías al tipo llenando canchas, tipo los Stones, y eso me daba un poco de miedo.
Dante: Mi abuela -la mamá de mi papá- es religiosa. Y ni de chico me creo eso de que Dios hizo el globo, es medio raro. Me parece que Jesús fue un revolucionario o que hasta tuvo poderes, pero no creo en Adán y Eva; son lindas historias, pero… la verdad, es raro. Hay gente que lo cree con toda el alma, pero yo no lo puedo creer. Creo en la fe y en el gospel, pero no puedo creer que un Dios creó la Tierra.
Emma: Lo del gospel viene de un gusto musical...
Dante: No, porque la emoción que me da eso...
Emma: Justamente, es un marketing diferente.
Dante: No, no es un marketing.
Emma: Sí, en el sentido...
Dante: No.
Emma: Bueno, está bien, dejáme hablar a mí también, boludo, pará...
Dante: Bueno, pero si querés corregir lo que digo...
Emma: Claro, justamente...
Dante: Bueno, ahora va Emmanuel. ¡Esto es lo que piensa él!
Emma: Bueno, boludo, me refiero a esto: el gospel no tiene más de religioso que lo que puede tener una iglesia de la Argentina, con la gente cantando. Lo que pasa es que el gospel nos gusta más porque nos gusta el rock. A eso voy. Pero la fe capaz es la misma.
Dante: Yo creo más en los santos.
Emma: Cree más en lo de abajo de Dios.
Dante: Y, porque están más cerca. Al otro no lo vi. A éstos, los vi a todos. Me colgué la cruz un día que estaba mal, solo. Después me compré una más grande. Y es como que representa que uno también está crucificado, de alguna manera.
Emma: ¡Claro, la cruz es Universal [su sello discográfico]! ¡Estamos crucificados! (risas).
Dante: ¡Somos de la misma compañía que Charly, boludo! (aplaude).
-También está tu viejo en Universal.
Dante: Bueno, sí.
-¿Guardan recuerdos de la época de Pechugo?
Dante: Eramos muy, muy pendejos. Me acuerdo de que tenía menos de 8 años, tal vez 7, y ya habíamos empezado a hacer las primeras letras con mis hermanos y con Emma y Lucas [Martí, hermanastro de Emmanuel]. Ibamos a una quinta en Pilar, todos adentro de una furgoneta Volkswagen celeste. En el camino había un molino blanco y empezamos a cantar una canción; la letra decía… me la acuerdo, todavía; decía: "El molino blanco avisa/ que estamos por llegar/ a las cumbres de una prisa/ que nos quiere destrozar/ En una carretera oscura/ nos pusimos a pelear/ Luchamos con las manos/ luchamos sin cesar..." No sé… seguía: "La paz surgió muy pronto/ en la choza de la maldad"… no sé, era toda una deformidad, pero íbamos cantando "El molino blanco avisa" porque ya quedaban sólo cinco minutos del viaje a Pilar, que era de una hora y algo. Y en Castelar, la que me arrepiento es de haber mutilado sapos.
Guerrilla
Emma: Nosotros ya desde chicos hacíamos música, hacíamos películas y matábamos animales.
Dante: Había unos vecinos que eran un poco más grandes, nos venían a decir: "¡Eh, loco, qué hacen!", y nosotros: "¡Váyanse, hippies! ¡Hippies, no nos vengan a romper las bolas!"… Me acuerdo también de mi tío Gus [Gustavo Spinetta, percusionista de IKV], con lentes Ray Ban y una boina roja, con el pelo largo y un pulóver medio quemado. Con Pechugo poníamos a andar un grabador y hacíamos programas de radio con los temas; salíamos a andar en patineta o jugábamos a la pelota, o cualquier cosa. Deformábamos a un nivel mal. Ahí en esas reuniones hemos visto a Cheech & Chong, es una estética que nos influyó mucho, tanto como la estética de las revistas Heavy Metal. Mi tío tenía muchas de esas revistas; nos encantaban. Y la película de Fritz, el gato.
-Ese no es material apto para chicos de 10…
Dante: Nuestros padres no querían, pero lo veíamos igual. Ibamos a alquilar las películas más truchas. Hubo una que mi viejo me la hizo devolver: me acuerdo de que nos estábamos riendo mal, y entró mi viejo a ver qué era, y era una mezcla de película porno con acción blade runner. Y de todo eso, mezclado con las películas de karate y un poco de humo, sale la mezcla para ser un buen kuryaki...
-Sin embargo, da la impresión de que cualquiera de los dos podría hacer un aviso de cereales.
Dante: Tampoco soy tan sano. Igual, eso del humo… yo no fumo. Justamente, yo no tuve que hacerme el rebelde con mi familia yéndome a fumar un porrito; no tuve que hacerme el merquerito o el vivo por fumar un cigarrillo… Eso nunca me atrajo. Y no lo digo por mi familia. Yo sé por qué no tomó merca… y lo sé. Porque vi pasar vidas de mucha gente.
Emma: En la época de Pechugo pensábamos que todo iba a ser mucho más fácil: que sería más fácil que la gente nos entendiera, que la gente se riera de lo nuestro. A los 8, 9 años (bah, un poco más, tal vez) nos reíamos tanto… Nos quedábamos hasta las 4, 5 de la mañana; pibes chicos, ¿entendés?, cagándonos de la risa con un cuaderno. Pensábamos: "Uy, si llegamos a sacar un disco de esto, la gente se va a morir…". Cuando sacamos Fabrico cuero, varios años después, un montón de gente se rió y un montón de gente nos odió. Y no entendimos por qué. Esas son las cosas que nos fueron haciendo más fuertes.
Conocí a un hombre que decíaSería bueno morir una vez muertoPor eso tiene su…que lo mantiene sexualmente despierto.
-Las canciones de protesta por los jubilados y los indios parecen haber quedado demasiado lejos.
Dante: Son momentos de la vida de uno. No es que hayamos dejado de creer en eso. Obvio que podemos sacar nuestro lado dark y hacer un disco que se llame Gobernadores de la muerte y hable de toda la mierda que pasa. Hay bandas que prefieren educar a la gente. Nosotros preferimos hacer buenos discos. El video de "Expedición al Klama Hama", por ejemplo, tiene que ver con los desaparecidos; alguna gente no se da cuenta, pero otra sí. Y es dramático. Pero está contado de otra manera. Antes tal vez éramos más explícitos pero, igual, lo único que cambió fue nuestra manera de decirlo.
Emma: Pero temas como "Jubilados violentos" los hacíamos por el lado de la risa. No de reírnos de los jubilados, sino por el lado de la ironía. Quiero decir: no me reía, pero había todo un marketing con la viejita ésa que iba y bardeaba a los canas: Norma Plá. Igual, en este disco hay una canción en la que hablamos de la Argentina: "Hecho mierda". Y la hicimos desde nuestra visión de Martín Fierro escuchando la am, despertando en el Ital Park con una manguera de colesterol bañando a todas las hinchadas de fútbol domingueras.
Dante: No digo que haya que sonreír mientras todo se pudre, pero sí que, mientras se pudre, hay que tratar de estar lo mejor posible.
Emma: Y al menos no matarnos entre nosotros. Porque el enemigo es otro, no nosotros.
-¿Quién es el enemigo?
Emma: El enemigo está ahí. Tenemos a la muerte en la cara de la gente. El enemigo no es, seguro, un tipo que se sube a un escenario. A mí hay bandas que no me gustan, pero de ahí a putearlas o a tirarles mala onda... El enemigo de verdad es una avalancha, un alud que viene desde hace años.
Dante: El enemigo, en realidad, es tan grande como Dios.
Emma: Tiene algunas caras, igual. Los milicos en la Argentina tienen cara. Tienen autoría, tienen un porcentaje de Sadaic en toda esta mierda. Pero lo peor es la gente que se mata entre sí, esta pequeña guerra civil que vivimos.
Dante: Una cosa lleva a la otra, como decía Emma: es una avalancha. El no tener trabajo, eso es violencia. Y por ahí al primero que te toca bocina lo cagás a palos. La gente está verde. Y, obviamente, el gobierno es responsable.
Emma: Y eso es lo que hace que los jóvenes no podamos disfrutar, ni estar cool, sino tirándonos mala onda entre todos, como pasa con la música o con los colores del fútbol. Esa ira que se arma con las sectas cada vez más fraccionadas… Vivimos a través de las hinchadas. Eso es una mierda.
-Y ustedes sintieron los piedrazos.
Dante: Sí, los piedrazos nos los tiraba la gente que antes nos venía a ver y ahora no. Porque hoy no tenemos el gran público que teníamos en Chaco. En Chaco teníamos todo fiesta. Ahora no. Depende del tema que pegues. O de la imagen que estés dando. Nosotros no somos lo que dicen: somos lo que somos. Somos pibes que hacen música y que la sienten. Punto. Si no estamos hablando de problemas sociales, no es porque no nos interesen: queremos hablar de otras cosas; hay otras cosas, también.
-Podría decirse que ustedes vivieron vidas distintas de las de la mayoría de la gente.
Dante: Nosotros tuvimos vidas distintas porque nuestros viejos son músicos o fotógrafos. Crecimos con otra data, distinta; no mejor ni peor: distinta. Eso después hace lo que uno es. Nunca tuvimos más guita que otros compañeros. Ahora nuestras familias están mejor, económicamente; mi viejo, por lo menos, está bien, después de haber hecho tantos discos. En otros momentos era todo una mierda. También lo que aprendimos de eso es que hay que seguir luchando, siempre, y no acoplarse a la mierda que pasa afuera para salir del momento. Porque así te terminan cogiendo. Y no es que tengamos un ámbito especial cerrado, donde nadie puede entrar. Todo el tiempo nos vamos haciendo amigos nuevos; generalmente son pibes que tienen la cabeza un poco más abierta y no son tan prejuiciosos. No son fachos. Todos los días nacen nuevos fachistas, hay hijos de puta todo el tiempo. Es verdad, boludo: por ahí ves un bebito y decís qué lindo, le aprieto los cachetes y después termina siendo un asesino de inocentes. Es así. Y uno también aprende a desconfiar del viejito del kiosco, que por ahí es Videla y vive a la vuelta. "Me ayudás a cruzar la calle, flaco" y pobre viejo, y es Videla y tendría que estar tirado bajo un Falcon. Yo trato de no hundirme en ese fango. Aparte, tuve las facilidades de salir. Todo eso lo aproveché y estoy orgulloso de mi padre, del nombre que tiene. Porque su nombre no se lo ganó en Telefé. Es un apellido que yo respeto. Es un honor para mí.
-¿Es cierto que tu papá te compuso "Canción para los días de la vida"… o en realidad ya la tenía hecha y te la dedicó cuando naciste?
Dante: No, mi viejo… No sé si alguna vez me hizo algún tema. No, no me hizo ningún tema. Me parece que me hizo un disco (se ríe). Bah, me parece. Una vez me dijo que me había hecho Only Love Can Sustain [el álbum que en 1980 Spinetta grabó en inglés, en los Estados Unidos] porque era el que me más me gustaba… Pero no sé si era verdad. Yo tenía 4 años, estaba por nacer Valentino… Ese tema, "The Children of the Bells", está buenísimo. Aparte, está bueno escucharlo en inglés… es raro.
-En aquel momento también era raro…
Dante: Ahora entiendo por qué no le gusta.
-¿Qué hacen en sus ratos libres?
Emma: Ultimamente tenemos muy poco tiempo libre. Pero yo me la paso escuchando am. Mi familia no lo puede entender, pero a mí me gusta. Se me debe haber metido algún gen de extremo barrio.
-¿Algún programa en especial?
Emma: Escucho la voz más argenta. Las previas deportivas y los programas que escucha mi abuela. Y veo cine. Bueno, me gustaría poder ver cine todo el tiempo… Ayer me vi una de Gérard Depardieu con una nenita. Pero me gusta David Lynch. Me parece que resume un montón de cosas con las que me identifico… Después me gusta Jackie Chan, el de las películas de karate. Obviamente, me gustan todos esos directores como Coppola o Scorsese. No me gusta Greenaway… No me gusta cómo ilumina.
-¿Tienen amigos?
Dante: No tengo muchos, pero los que tengo son verdaderos amigos y me conocen: soy bastante raro, algunas veces. Con mi hermano Valentino tengo una relación re-grossa. Con Ale, el otro Geo Ramma [la banda de Valentino] también nos hicimos muy amigos. Es hijo de la prima de mi papá.
Emma: Lucas, mi hermano, es uno de esos amigos en los que realmente podés confiar.
-Son esos "hermanos"…
Emma: Claro, son hermanos. Tengo muchos amigos. Eso me encanta. Siento que hay mucha gente que me quiere; la gente a la que conozco, estoy seguro, casi, de que me quiere. Está buenísimo tener amigos. Soy medio Roberto Carlos.
-¿Dónde vivís?
Emma: Vivo por Colegiales.
-¿Con tus viejos?
Emma: No, vivo solo desde que sacamos Chaco. Desde que tengo 16 años, mi prioridad fue comprarme una casa. Era un acto de responsabilidad, por decirlo de algún modo, como que teníamos mentalidad de…
-Tener un techo…
Emma: Un techo. Es lo primordial. Por lo menos, en el momento en que se me queme la cabeza puedo quedarme ahí. Es una bendición, en algún punto.
-¿Es grande? ¿Tiene jardín?
Emma: Tiene un patiecito chiquito.
Dante: Yo vivo en Villa Urquiza. Pero no me gusta hablar de esas cosas.
-Pruritos con la prensa.
Dante: No tanto, pero hay cosas de la prensa que me parecen sucias.
-Y eso que la leche de Mónica y César no supera el millón de bacterias…
Dante: Muchos medios -y hay pruebas escritas de lo que digo- se nos pusieron en contra cuando empezamos a vender muchos discos. Es más: empezaron a bombardear temas que un par de meses atrás habían elegido como los mejores…
-¿Y le encontrás alguna explicación a ese cambio de conducta?
Dante: Me parece que una parte de la prensa quiere que el artista sea cada vez más underground y que no llegue a ser pop. Qué sé yo: hay mucha gente que tiene envidia, y también hay muchos periodistas que tienen un tecladito o una guitarrita...
-El legendario "músico frustrado"...
Dante: Claro, el famoso músico frustrado tira mala onda. Pero no tengo ningún problema. Me gustaría que, si son músicos, también entiendan en el alma lo que la música significa para nosotros. Porque usar tu poder para tirarle mala onda a otra persona me parece medio feo. Es más: nos han hecho notas trampa. A partir de una sola palabra armaban toda una declaración, ¿entendés..? Con mucha mala leche, con mala
Dante: Leche no es todo físico. Tiene buenos cuadros, buenas fotos. Son paisajes.
-Una leche sugerida.
Emma: Claro, sugerida, muchas veces. Y otras, no. Pero, de todos modos, si el disco se llama así es porque creemos que su nombre tiene muchos más significados que lo chabacano. Leche es algo blanco; es, en algún punto, algo puro. Es teta, es existencia. Siempre nos hacemos ese tipo de planteos. Si le pusieramos "pija" diríamos que es una especie de túnel de vida…
-Bootsie Collins es la mosca negra en esa leche.
La sola mención de Collins revuelve el aire de la habitación. Dante se calza, orgulloso, una campera en cuya espalda se lee un logo con el nombre del músico. Reverencias, genuflexiones diversas y voces exaltadas demuestran que el ex bajista de Parliament Funkadelic y P-Funk All Stars movilizó en los Kuryaki algo más que una sesión de estudio. Según Dante, el cómo consiguieron que el héroe tocara en su disco -participa en el tema "dj Droga"- "fue una deformidad". Habían llevado a la grabación el último disco de Bootsy, para amenizar algún rato de ocio. "Y le dijimos a nuestro manager: «Che, qué bueno sería que tocara Bootsy con nosotros. ¿Por qué no lo contactás?» Y, a los cinco días, José Luis volvió: «Me contacté con Bootsy y mañana salen discos de ustedes para Cincinnati»."
Emma: Nos contó su secretaria que, cuando recibió nuestro material, invitaba amigos a su casa y se los hacía escuchar. Les explicaba: "Este es mi nuevo proyecto", como si dijera: "Yo soy el bajista de esta banda"… Cuando nos encontramos con él, no lo podíamos creer. Primero, llegamos e hicimos las voces. Nos preguntó qué palabras en español podía decir. Arranca el tema diciendo: "My name is Bootsy Collins, vieja". Vieja. Era la que más le gustaba pronunciar.
Dante: Después hicimos juntos una nota para mtv, y lo que dijo el tipo de nosotros fue mortal: dijo que manteníamos el funk vivo, y que era increíble que en América latina hubiera chicos que hicieran cosas así. El chabón es lo más. Tocamos el cielo con las manos. Y aparte, otra cosa: en dos temas yo toco el bajo por primera vez. Y son bajos re-funkeros. Y le mostré. Y el chabón me llevó a un placarcito, y lo abrió, y de ahí sacó dos pedales de él, y me los regaló. ¡Tengo dos pedales de Bootsy Collins!
-¿Y qué pasó en Minneápolis? ¿Encontraron a Prince?
Dante: No, pero ojo: estuvimos cerca. Estuvimos separados por un par de paredes. Hicimos los arreglos de brasses con
Michael B. Nelson, el arreglador de Prince, pero no en los estudios de Prince, porque están cerrados para el común de la gente; allí sólo graban sus amigos. Así que grabamos en el estudio de uno de los ingenieros de Prince.
Lo cierto es que, en los Estados Unidos, Leche recibió sólo sus últimos retoques. A diferencia de Versus, que había sido grabado íntegramente en Los Angeles, la producción de Leche fue mucho más modesta: casi todo se hizo en los estudios Circo Beat y en La Diosa Salvaje. En lo de Fito Páez se registraron los instrumentos; en lo de Spinetta padre, las voces. "En la época de Versus, a veces no me cerraba el hecho de estar gastando tanto dinero", admite Emmanuel. "Si hubiera vendido de acuerdo a nuestras expectativas, habría estado bien. Pero…"
Buenos Aires, abril. En circo beat suena la base de "Guerrilla sexua" y Claudio Cardone intenta dar con la melodía y el tempo exactos para el riff de teclado. Emma evita el pentagrama; le canta la frase y Cardone prueba: un timbre agudo de sintetizador viejo; un timbre gordo, como de bajo sintetizado pero deformado. Cambia de teclado; vuelve al anterior… Al final queda un sonido parecido al de una flauta psicodélica. Esta mínima decisión tomó poco más de una hora.
Dante abandona la platea del Play Station (donde manager y asistentes disputan rudos partidos de fútbol virtual) y vuelve al control. Emmanuel se retira del control y se concentra por un rato en la pantalla gigante. Dice que, como no está de novio, se pasa sus buenos ratos mirando tele y dándole duro al joystick.
El bajista Fernando Nalé dejó a los Illya para tocar con Gustavo Cerati. Pero la mayor parte de la banda sigue junta: Nico Cota y Gustavo Spinetta, en percusión; Sergio Verdinelli, en batería; Ricardo El Pingüino Verdiname, en guitarra; Claudio Cardone, en teclados. Vadalá se encarga mayormente del bajo. Jota Morelli puso una batería en "Robot". "Y hay un pianista invitado: Sebastián Fichi", anotan. "Es un pianista salsero. Porque para «Coolo» necesitábamos salsa."
-El salsero es Dante, ¿no?
Dante: Cuando vi a Oscar de León en Buenos Aires, no lo pude creer. Directamente me gustó más que James Brown, ¿entendés lo que te digo?
Con Leche quieren volver a la carne. Matambrito tiernizado en leche.
Dante: Leche es valle, estero, bosque, ciudad. Sí, es un disco cuyo nombre ya es materia. Leche. Es un disco más terrestre, es un disco cuerpo a cuerpo. No hay tanto espacio, ni tanta galaxia. Hay más contacto de piel: hay más leche. Es carne, es ser. Leche es un disco materializado; no es Versus. No es Chaco, que es una región. Es Leche: algo que no podés agarrar, pero lo podés beber. Se te escurre. Como un amor que no es. Pero tampoco quiero decir boludeces.
Emma: Leí en la Rolling Stone que en algunos lugares de rehabilitación para drogadictos no dejan pasar nuestra música… ["Adictos, la vuelta al mundo", RS 14] Sólo quiero decir que espero que los centros de rehabilitación le sirvan a la gente. Y que de última no me puse tan mal; me puse a pensar que en un avión no te pasan Viven!… Quizás a un pibe le hace mal escucharnos, no sé… Para este disco compusimos "dj Droga", pero no para que la gente se drogue. El tema habla de la noche y de un dj que provoca adicción. Un dj adictivo; una noche loca.
Dante: De todas formas, me parece feo que prohíban la música, de cualquier banda. No sé, IKV es una banda en la que cada uno se hace cargo: el que se droga, se droga; y el que no, no. Pero no es una banda que te dice "drogate" ni tampoco te dice "no te drogues": no te dice nada. Además, me parece que hay distintas drogas; qué sé yo, capaz que a la marihuana no la considero una droga. Y las drogas más pesadas sí que cagan mal. Prefiero que un pibe se fume un porro a que se tome una botella de vino. Si ponés juntos a un pibe que se fumó un porro y a otro que se tomó una botella de tinto, y comparás el estado a las 11 de la noche, vamos a ver quién está mejor. Igual, cualquier exceso está mal. Podés tomar un vino y está todo bien, pero tomar todo el tiempo vino te hace mal. Fumar todo el tiempo porro te hace mal. Igual que tomar todo el tiempo Coca-Cola, o jugo de naranja. Lo único que no hace mal todo el tiempo, es amar.
-¿Algún día van a despegarse uno del otro y trabajar como solistas?
Dante: Algún día, sí. Por ahora somos IKV. Pero va a haber discos de Emmanuel y de Dante, separados. Seguro.
-Resulta difícil de imaginar.
Dante: Bueno, pero… ¿te imaginabas lo que pasó entre Fabrico cuero y Versus? ¿O te imaginabas los cambios entre Versus y Leche? ¿O el camino de Horno a Chaco? No. Por eso, no imagines, no esperes nada de nosotros (sonríe). No te conviene.
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