Dan Fogler: "En The Walking Dead todo es pura adrenalina, no hay respiro"
Luego de nueve años al aire, The Walking Dead busca renovarse y encontrar nuevos caminos. La épica zombie muta constantemente y se encuentra a las puerta de una etapa renovada, sin Rick (Andrew Lincoln) entre los protagonistas, y con un peligroso reto en el horizonte.
Aunque no todas las incorporaciones son amenazas, porque Daryl (Norman Reedus) y los demás conocieron a nuevos aliados. Y entre ellos se encuentra Luke (Dan Fogler), un personaje dueño de un optimismo que contrasta con el amargo tono de la serie. Para descubrir cómo es ese personaje y cuál es el futuro de The Walking Dead, Fogler habló con LA NACION sobre esta adictiva ficción y su rol en ella.
-¿Cómo es estar en una serie luego de la partida de un personaje tan icónico como Rick?
-Es complejo. Sucedieron muchas cosas. Rick se fue, y quedó un vacío por llenar. ¿Y quién asume el rol de líder? Entonces frente a esa pregunta el resto de antihéroes que tiene el programa se la pasan luchando e intentado descubrir si tienen pasta de jefes. Por otra parte hay un nuevo grupo, el de Magna, y uno se pregunta si podrán adaptarse a lo que está sucediendo. Y también surge un nuevo villano, y todo esto genera una tormenta perfecta. Yo siento que todo funciona bien, pero que hay mucha presión para que las cosas salgan como es debido.
-Todos los personajes de The Walking Dead se enfrentaron a decisiones morales muy difíciles. ¿Qué podés contarnos sobre Luke respecto a eso?
-Siento que Luke tiene una filosofía de vida muy optimista y conserva intactas sus esperanzas. Creo que de una u otra forma, fue capaz de reunir un grupo y brindarles afecto. La gente a su alrededor ve que él pudo sobrevivir manteniendo la buena onda y el amor por sus instrumentos, y Luke está seguro que tarde o temprano va a volver a dar clases. Sabe que va a poder conducir una orquesta. Y creo que esa clase de pasión, esperanza y optimismo, que a muchos les resulta propia de un loco, en realidad es necesaria para el resto.
-¿Qué podés decirnos sobre los Susurradores?
-Que me ponen los pelos de punta. Yo leí los cómics, los Susurradores siempre me pusieron mal porque la sola idea de ver que alguien, por propia voluntad, se pone la cara de un zombie y la usa tipo máscara es como una especie de Hannibal Lecter o Mike Myers de Halloween. Hay algo de eso que simplemente te transmite la idea que estar frente a un grupo de personas que perdieron la cordura. Ellos están locos, perdieron la razón. Son más tenebrosos que ver a un zombie caminando por medio de la noche.
-¿Cuál fue el aspecto más desafiante a la hora de construir a tu personaje?
-Tuve que aprender a superar mi miedo por los caballos. Yo jamás cabalgué, y si bien siempre soñé con hacer un western, estaba ese detalle de lidiar con los caballos. No tenía ni idea cómo se hacía. Entonces cuando llegó el momento de cabalgar en una escena, tuve que ponerme las pilas y me di cuenta que mientras yo mantuviera la calma, el caballo estaría tranquilo y todo saldría muy relajado y muy zen. Esa fue una gran lección para mí, y me gusta mucho el poder superar mis miedos y demostrarme a mí mismo que todo resultó ser muy especial.
-The Walking Dead está al aire desde hace tiempo y evolucionó mucho. ¿Qué pensás que tu personaje le agrega a ese mundo y a la serie?
-Pienso que Luke le da un poco de liviandad a todo y un poco de esperanza, y como es un maestro, tiene un fuerte sentido de comunidad y acostumbra reunir grupos de personas. Ese es su súper poder, y también el sacarle una sonrisa a la gente, eso es algo muy valioso si te encontrás en medio del apocalipsis. Si estás junto a alguien que tiene ese nivel de optimismo, te va a contagiar y hasta podés pensar que las cosas no están tan mal como parecen. Creo que ese es el corazón de la humanidad, esa es la clave de sobrevivir. No hay forma que sobrevivas si perdés las esperanzas y no podés decirle a tu cerebro que vas a salir adelante. Porque en el mismo momento en el que bajás los brazos, todo está perdido.
-Vos trabajaste en el mundo de Harry Potter, ahora en el de The Walking Dead, e incluso hace diez años hiciste Fanboys. Todas esas son ficciones con una sólida base de fans. ¿Cómo es tu relación con ellos y vos sos fan de algo?
-Yo soy fan de todos los mundos en los que trabajo, soy como un chico en un local de golosinas. Y amo a los fans. Lo mejor de esos grupos es que ellos siempre te dicen cosas que te hacen sentir bienvenido a una nueva familia. Es muy agradable. Ellos te respaldan incluso antes de verte, antes de saber si vas a ser bueno o no, incluso sin que hayas representado tu papel, y sin embargo los podés ver en una convención vestidos como vos y te saludan con afecto. Es muy grato. Yo colecciono historietas, y leo The Walking Dead. También soy un gran fan de las películas de Harry Potter, amo a Star Wars, a El imperio contraataca, y a Los cazadores del arca perdida. Yo crecí en medio de todas esas grandes películas así que sí, yo mismo soy un fanboy.
-¿Cómo fue la transición del mundo de Animales fantásticos al de The Walking Dead?
-Fue una buena transición. Fue algo que fluyó bien porque para mí Animales fantásticos y dónde encontrarlos fue ver cómo construían Nueva York y París, y armaban todo eso que yo sentía que tenía mucho que ver con el Hollywood clásico, algo de presenciar un espectáculo gigante que se despliega ante tus ojos. Y formar parte de eso fue un sueño hecho realidad. Y The Walking Dead también lo es, pero acá tengo que usar otro tipo de habilidades. Durante varios episodios semanales, todo es pura adrenalina y no hay respiro. Eso es The Walking Dead. Y si te gusta ese tipo de trabajo, si te gusta sentir que transpiraste hasta la última gota de sudor posible, entonces creo que realmente te ganaste tu sueldo. Y eso es lo que me pasa a mí. Me gusta este rubro en el que hay que poner tanto el cuerpo. Por lo que ambos trabajos son muy gratificantes, pero hay que tener la resistencia que ellos requieren.
-¿Por qué pensás que The Walking Dead pudo mantenerse como una serie de culto?
-Me parece que es por muchas razones. La historieta tiene un gran nivel y un importante impacto en la cultura popular, y la serie televisiva no es solo eso, sino que es una película de zombies de nueve temporadas, con interpretaciones y efectos de gran calibre. Pero el gran gancho está a otro nivel y tiene que ver con encontrar a esas personas ante el apocalipsis y pensar qué es lo que harán. ¿Serán capaces de sobrevivir? ¿En qué clase de individuos se transformarán? Y pienso que el público empatiza con eso porque siente que les hablan de manera directa a sus miedos e incluso a su ADN, cuando en el pasado los humanos debieron sobrevivir. En algún momento hubo muchas cosas que intentaron devorarnos, como por ejemplo los tigres diente de sable. Y tuvimos que descubrir qué clase de especie éramos, era todo muy primitivo. Creo que por el mismo motivo a la gente le gustan las películas de terror, porque necesitan ese pequeño escalofrío, ya que todos están muy cómodos y en el fondo quieren fantasear con esas realidades.
-¿Teniendo en cuenta que el futuro de la serie promete ser muy oscuro, pensás que estos nuevos personajes brindarán algo de esperanza?
-Absolutamente. Pienso que hay mucha esperanza presente en protagonistas como Daryl (Norman Reedus), Michonne (Danai Gurira) o Carol (Melissa McBride). Ellos tuvieron que pasar a ser líderes y descubrir qué clase de personas eran. Creo que eso habla mucho de ese sentimiento y la idea de encontrar a un nuevo grupo, que fue capaz de sobrevivir por su cuenta, también transmite esa sensación. Luke es increíble con respecto a lo importante que es la esperanza. Él contagia su buena onda y es capaz se sobrevivir gracias a eso, por lo que quizá exista la posibilidad de encontrar la paz aún en medio del apocalipsis.
La novena temporada de The Walking Dead se estrena esta noche, a las 23.30, por FOX Premium.
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