Dady, sobre la carta de Cristina a Darín: "Son cosas de Moria y Carmen"
En una charla profunda con LA NACION, el actor opina sobre el Gobierno y analiza su presente profesional
Solito sobre el escenario, Dady Brieva protagoniza Dadyman en el teatro Roxy de Mar del Plata, un largo monólogo donde recuerda su infancia en Santa Fe. Una familia de clase media baja, con un padre estricto y peronista, una madre bohemia, una hermana gorda y una galería de típicos familiares que incluye a dos tíos borrachos y a una abuela sobreprotectora. Dady le pone muchísima energía al espectáculo y su historia produce emoción, risa y reflexión. Es un relato sin fisuras, en que el protagonista deja todo. Al final, baila junto a su mujer y sus hijos el tema de Jaime Roos, "Colombina".
-¿Terminás agotado?
-Sí porque le doy todo, le mando todo el guascazo y ahí queda. El monólogo lo modifico todo el tiempo: le saco, le meto, le pongo… Según como está la vida, ¿viste?
-Te sale lindo.
- Es que cuando estás bien, cagás bien, cogés bien, todo sale bien. Y hasta ahora yo siento –toco madera- que realmente no tengo que poner una energía extra. Salgo al escenario contento. Es como bailar, los pasos vienen solos y yo me entrego al baile y construyo y me deleito y me emociono. Y canto el tango de mi padre y pongo la música uruguaya que hizo mucho por mi vida en pareja. Entonces, están todos los elementos, es como un cumpleaños para mí.
-¿Te sale naturalmente?
-Tengo mi técnica y después salgo a matar a la gente. Soy un asesino profesional. Cuando tengo que salir al escenario no me importan ni mis hijos.
-¿Por qué contás esas intimidades de tu vida?
-Porque hago catarsis, me hace bien contarlas.
-¿Es todo cierto?
-En gran parte sí, es muy autobiográfico. Yo creo que identifico al ochenta por ciento de las familias. Todos han tenido un padre rígido. Por eso a las minas les cuesta tanto formar pareja.
-¿Por qué nos cuesta tanto? Contame.
-Y, porque han tenido una imagen paterna muy fuerte. Y no defraudarlo tiene un costo.
-Estás en una etapa muy reflexiva de tu vida. ¿Siempre fuiste así?
-No, he tenido una etapa con MIDACHI donde solamente me dedicaba a facturar y estaba en esta hecatombe de Rolling Stone, de subirte, bajarte, subirte, bajarte… No saber si tus hijos tienen fiebre, no ir a tu casa… Y ahora no es casual que yo no esté haciendo televisión.
-¿Para no descuidar a tus hijos?
-Claro. Y de alguna manera recobrar lo que con mis hijos mayores no viví, y no perderlo con estos hijos nuevos. Voy con más cuidado en ese sentido. Trato de armonizar y de cuidar la energía.
-Pero también estás más abierto a decir lo que pensás.
-No digo lo que pienso, digo lo que siento, que es más que lo que pienso. Porque vos podés entrar en un debate y decir: "Yo pienso que este Gobierno pa, pa, pa…" Pero cuando decís: "Mirá, yo siento que no estamos tan bien como dicen que estamos…" En eso no hay debate.
-¿Cómo llegaste a ese estado?
-He hecho trabajos sobre mi persona: análisis, yoga tibetano y un montón de pelotudeces que hicieron que me vaya moldeando. Uno recurre más o menos a todo ¿Qué hay que hacer para ser mejor persona?
-Pero no sos políticamente correcto.
-Es que no me siento políticamente incorrecto diciendo lo que digo. Tampoco la hago de guapo, porque aparte lo digo bien, lo digo con respeto.
-En tu monólogo lo tratás de "boludo" a Pettinato.
-Digo: "El boludo de Pettinato piensa que el vinilo es mejor". Pero es algo que hablé con él. Se lo dije en la cara.
-La cosa es que te animás a decirlo públicamente.
-Yo no ando diciendo boludeces. Aun la boludeces que digo, para mí tienen un sustento, lo digo bien de adentro y lo siento así.
-Había un rumor que decia que Cristina iba a venir a verte…
-Sí, porque hay como una cosa cercana en el Gobierno que tiene que ver con el peronismo.
-Para vos, ¿ellos son peronistas?
-Sí, sin duda. Mirá, el peronismo es como la Iglesia: está Von Wernich, que torturó gente, están los curas que se hacen tirar la goma por chicos de 12 años y está el Padre Mugica y el cura Catena. Vos no podés decir que ese tipo no es de la Iglesia, son todos de la Iglesia. Y el peronismo es igual, yo no podría decir que Herminio Iglesias o Luis Barrionuevo no son peronistas. O que Néstor Kirchner no era peronista. Pero el peronismo es un movimiento grande que ideológicamente dio 20 verdades. Y yo siempre digo: se abrió la inscripción y eran muchos socios para tan poca letra, entonces es como que cada uno lo interpreta de una manera y ahí viene la cagada.
-¿Vos te sentís afín al Gobierno o sos otro tipo de peronista?
-No, yo no me siento afín a ellos. Yo soy de un peronismo que tiene una simpatía más por lo sindical que por la juventud.
-Pero la única nota que le dio a Radio Mitre Cristina fue a vos.
-Sí, pero me la dio por simpático, no me la dio por peronista. Yo no sé si ella sabe o tiene tanta información de que yo soy peronista. Me la dio porque le debo caer en gracia, porque sabía que no la iba a incomodar. Pero yo, políticamente, no comparto nada con ella.
-¿No te gusta?
-No me gusta ahora. Sé que tuvieron ciertos aciertos. Néstor hizo mucho por la juventud. Ni Menem ni Alfonsín le dieron tanta apertura y participación a la juventud. Por eso son tan fundamentalistas, porque se ve que nadie les había dado la importancia.
Después, bueno, se supone que si sos joven tenés que ser oposición y tenés que ser rebelde: es la primera juventud oficialista, nunca había sido así. La juventud de mi época se fue de la plaza, ellos no se van de la plaza cuando están en desacuerdo.
-¿Estás al tanto de lo que pasó con Ricardo Darín ?
-Esas son escaramuzas…
-¿Leíste la carta que le escribió Cristina ?
-Sí, leí a la carta y me parece que son cosas de Moria y Carmen. Me parece mucho más importante que todavía no se pueda explicar lo de Jaime, lo de Once, que no haya procesados, me parece más importante que Boudou todavía no pueda explicar lo de Ciccone. Yo creo que cuando vos sos poderoso no le contestás al portero de tu edificio porque si no tirás tiros al pichón. Tenés que ubicar la energía y focalizar en lo importante. Cuando te detenés a contestarle a cualquier peatón en cartas extensas que producen debates, no me parece sabio.
-¿Te pareció chicanera la carta?
-Bueno, el kirchnerismo es de una chicana intelectual por haber leído mucho, lo cual no significa que sea verdadero. Aníbal Fernández habla y cita a los clásicos. ¡Me chupa un huevo! Yo creo tener razón en ciertas cosas y para mí podés anularme en una discusión citándome a los clásicos, que yo si te digo que no tenés razón, todos los años de estudio te los metés en el culo.
-Es una forma de desacreditar al otro.
-Claro. Como le decían a Jazmín de Grazia: "Andá a Punta del Este a broncearte". Eso era muy de los 70. Yo en esa época iba a la Facultad de Abogacía y fui de la JP y sé que eso era, en una discusión, para anular al contrario. Lo anulabas intelectualmente diciéndole todo lo bueno que había hecho Perón y anotabas todo lo malo que habían hecho los otros. Y después le decías botón, o mufa o puto, que eran las cosas que de alguna manera te desacreditaban en esa época.
-¿Por qué cerraste tu cuenta de Twitter?
-Me aburrí. En Twitter cualquiera es protagonista, entonces todos los que son extras en la vida, protagonizan en Twitter. Ahí tenés la posibilidad de decirle a Madonna: "El pelo rubio te queda como el orto". Yo no puedo estar en un lugar así, no me interesa. Y como no vendía nada, solamente me levantaba, veía y comentaba cosas que eran bastante graciosas, dejé.
-¿Te afectaban las críticas de desconocidos?
-Sí, porque yo me engancho, yo siempre voy por el que no tengo. Y entonces, en esa guerra, me desgasto mucho. Cuando trabajaba en radio Mitre, le contestaba uno por uno a los oyentes, y todos me decían eso: "sos un tarado". Yo me iba a mi casa –está bien, me estaba divorciando y estaba bastante loco- y les contestaba desde mi casa, estaba hasta las seis de la tarde escribiéndoles. Y a mí me gusta, yo ya tengo una clientela de tanta gente que hice con MIDACHI, pero voy por el que no tengo, no por el que tengo.
-Sos ambicioso.
-Muy.
-¿Y estás conforme con tu vida, ahora?
-No, no. Yo siempre voy por todo.
-Pero te debe llamar todo el mundo para trabajar.
-Pero el ir por todo no tiene que ver con propuestas laborales. Yo ya no necesito trabajo, yo lo que necesito es ser feliz en mi trabajo.
-¿No sos feliz con lo que te proponen?
-He tenido muchas propuestas: Los Locos Addams , ser juez del programa de Mariana Fabbiani; conducir La Biblia y el calefón … Pero si yo encaro hoy un proyecto, me pongo la camiseta y salgo a matar. Y ese concepto de laburo me lleva a que ya no me preocupe por mi familia. Porque yo no puedo trabajar de otra manera. Entonces quiero un trabajo que pueda dominar. El 10 de abril nace mi cuarta hija y yo quiero estar ahí esperándola, no metido en una vorágine laboral.
-¿No vas a hacer nada, aparte de Dadyman ?
-Seguramente va a aparecer algo, pero hoy por hoy no tengo ni idea.
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