Cuerpo y respiración
Lejos / Concepción: Marina Sarmiento / Dramaturgia escénica: Marina Sarmiento y Florencia Bergallo / Intérprete: Florencia Bergallo / Vestuario: Belén Parra / Iluminación: Brenda Blanco / Diseño de objetos: Ezequiel Colombo y Lucio Maselli / Diseño sonoro: Ezequiel Abregú / Fotografía: Mariana Roveda / Coreografía y dirección: Marina Sarmiento / sala beckett (jueves, a las 21) / Duración: 59 minutos / Nuestra opinión: buena.
En el complejo mapa de las subjetividades, hay propuestas escénicas que pueden dejar marcadas sensaciones físicas en el espectador. En muchos sentidos, de eso se trata Lejos, la propuesta coreográfica de Marina Sarmiento. En escena está la actriz Florencia Bergallo y no mucho más. A lo sumo, está acompañada por un dispositivo lumínico/escenográfico. En el programa de mano se habla de un trabajo basado en la memoria, de un cuerpo ficcional-biográfico, de un ruido. En escena, ese cuerpo todo vibra, jadea, molesta, perturba, atrae. A lo largo de 50 minutos, la respiración de Florencia Bergallo se transforma en el soporte sonoro, en el ritmo, en el pulso de ese cuerpo en total estado de tensión y concentración. Digo más: la sensación de estar hiperventilado se transforma en lenguaje escénico.
Y ese cúmulo de sensaciones atrapa aunque se trate de un trabajo excesivamente críptico, cuestionable dramatúrgicamente, que esconde procedimientos, que decide dejar fuera del campo visual elementos que parecen fundantes del proceso. De hecho, quien está detrás de esos sonidos es el artista Ezequiel Abregú. Es él el que, en vivo, genera una tenue pista sonora a partir de la respiración de la actriz mezclándola con sonidos pregrabados y mínimos loops hasta construir una partitura minimalista escrita en el mismo cuerpo de la actriz. Pero a él no se lo ve. Como tampoco se ven las fotos de Mariana Roveda, otra pata fundamental de la investigación si se toma en cuenta el programa de mano o la información de prensa.
¿Será que los procedimientos ocultos son patas constitutivas de esta apuesta? ¿Habrá que interpretar Lejos como un trabajo con formas que se van desplegando en otros formatos que exceden lo escénico? ¿Será esa dramaturgia tan cerrada la manera de abordar el pasado con voces, citas, textos en estado de trance?
Quizá. Y quizás el espectáculo (o esta faceta escénica de esta investigación) deje al espectador con sensaciones encontradas, lejanas, difusas. Pero hay algo cierto: el cuerpo compacto que generan Marina Sarmiento, la creadora de la propuesta, Florencia Bergallo y Ezequiel Abregú es de una extrema solidez interna. Tanto que puede llegar a marcar la respiración del mismo espectador.