Cuatro films para descubrir a Fassbinder
Inauguró el Nuevo Cine Alemán y es un referente cultural ineludible
Katzelmacher (1969)
La monótona vida cotidiana de un grupo de jóvenes de un suburbio de Munich se ve amenazada cuando un trabajador griego alquila una habitación de la zona y se gana el afecto de una de las chicas del grupo. Muchos años antes de que el tema de la inmigración ilegal explotara, Fassbinder lo pone en foco con notable agudeza.
La angustia corroe el alma (Angst essen Seele auf, 1974)
Remake argumental del film de Douglas Sirk, All Heavens Allows (Lo que el cielo nos da, 1955), es también es una sagaz mirada sobre el racismo, un asunto que el propio Sirk ya había abordado en Imitación de la vida. Una de las películas más tristes de la carrera de Fassbinder, con una actuación extraordinaria de Brigitte Mira.
Lili Marleen (1980)
Una producción inusualmente costosa para los cánones de Fassbinder. Fue la última vez que Fassbinder trabajó con una de sus musas más evidentes, Hanna Schygulla, y por lo general señalado como uno de sus films más flojos. A la distancia, sin embargo, luce como una eficaz maquinaria kitsch que revela con causticidad y malicia el falso glamour del nazismo.
Querelle (Querelle, ein pakt mit dem Teufel, 1982)
Basada en una novela de Jean Genet que fue definida alguna vez como “un punto crítico del análisis existencial del hombre moderno”, y que Bernardo Bertolucci no se animó a adaptar, tiene como protagonista a un marinero homosexual que cautiva a todo aquel al que se acerca, pero también lo aniquila, a la manera de un descarnado ángel exterminador.