¿Cuál fue la mejor ficción de 2011?

Una agencia de solos y solos. Un consultorio matrimonial. Música. Logias. Amores imposibles. Violencia de género. Política. Temáticas sociales. Las ficciones de este año recorrieron distintos caminos, incluyeron tópicos diversos y convocaron audiencias disímiles. En el balance de fin de año, medimos a las más destacadas de 2011, ya sea por su éxito, su reconocimiento o su innovación. ¿Cuál fue tu preferida?

Los unitarios se destacaron este año, por sus tramas, guiones, y, especialmente, sus actores. El Puntero, de Mario Segade, puso a Julio Chávez en la piel del "Gitano" Pablo Aldo Perotti, el puntero detrás de los turbios negociados en el barrio 27 de Abril, de un municipio del conurbano. Desde mayo, "el Gitano", acompañado siempre por Levante (Luis Luque) y Lombardo (Rodrigo de la Serna), formó parte de o combatió, según el momento, la corrupción en su barrio. Además, destituyó a un intendente, al que luego se alió para sacar a otro, y finalmente consiguió ver a su mujer (sí, también se casó en estos meses), Clara (Gabriela Toscano), al frente del municipio, aunque con valores muy distintos a los suyos. Mientras tanto, su salud comenzó a decaer y la cordura se desvaneció poco a poco, especialmente desde la muerte de su hija, Libertad (Belén Blanco), en medio de una riña política. Las actuaciones brillantes de El Puntero lograron generar una gran comunidad que sigue capítulo a capítulo la miniserie, especialmente los fanáticos de Lombardo y sus latiguillos que le imprimen humor a esta ficción de contenido político.

Mientras tanto, en Telefe, El hombre de tu vida llevó trece capítulos que dejaron ganas de más. En este caso, todo gira en torno a Hugo Bermúdez (Guillermo Francella). Un padre soltero que queda desempleado y debe rebuscárselas para conseguir ingresos, y termina aceptando la propuesta -que en principio parecía disparatada- de su prima, Gloria (Mercedes Morán), quien le ofrece dinero a cambio de que ocupe el vacío de hombres en su agencia de solos y solas. Así, en cada capítulo, Hugo asume una nueva identidad, acorde a cada soltera que busca al "hombre de su vida". Pero no queda allí. Hugo debe demostrarles que el amor existe, pero que él no es el ideal, así que tendrán que seguir buscando... en la agencia de Gloria.

Hacia fin de año, un tercer unitario apareció en el menú, desde Canal 9. Se trata de Los Sónicos, una ficción semanal que también buscó innovar en su contenido y relato. El eje está, en este caso, en una banda de rock de finales de los 60. El sabor del éxito y la fama de los cuatro miembros de "Los sónicos" se hizo agridulce en el momento en que uno de sus miembros, Kloster (Nazareno Casero / Mario Alarcón) tuvo un accidente automovilístico que lo dejó en coma. Cuarenta y tres años después -y contra todos los pronósticos-, Kloster despierta, siempre con sus compañeros a su lado, y descubre que el mundo, y su mundo, cambiaron rotundamente. En una narración paralela entre la juventud bohemia de los cuatro "sónicos" y la actualidad a la que le quieren imprimir el mismo espíritu, la serie logra una recorrido interesante por la historia, la política, la cultura y las costumbres de las últimas décadas.

Novelas

El prime time de este año tuvo las recetas habituales, con algunos giros que intentaron marcar distintos rumbos. Las ficciones de El Trece se llevaron el rating más alto. Por un lado, Los únicos se encargó de ponerle humor a las noches, con su brigada de agentes con "dones especiales" (con actores como Griselda Siciliani, Mariano Martínez y Nicolás Cabré) que mezcló acción, villanos, y, claro, historias de amor. Mientras algunos de sus personajes emprendieron su salida y los finales felices están a la vista, la comedia ya está mostrando los hilos de su segunda parte, que tendrá como protagonistas a los más jóvenes, como Brenda Asnicar y Eugenia Suárez, y mantendrá a Nicolás Vázquez en el centro. Pegado a Los únicos, Herederos de una venganza fue el culebrón de Pol-ka de este año. Luciano Castro y Romina Gaetani se pusieron al frente de esta historia de logias, muertes, traiciones y, como su nombre lo indica, venganzas.

La logia también estuvo presente en su principal competidor, El elegido, que, con Pablo Echarri y Paola Krum a la cabeza, contaron la historia del estudio de abogados cuyos hilos manejaba Oscar Nevarez Sosa (Lito Cruz), un perverso letrado detrás de la logia y de la locura de Verónica San Martín (Leticia Brédice), otro de los personajes que dejaron una huella y una fila de fanáticos en este 2011.

La opción más familiar de Telefe estuvo a cargo de dos ficciones. En la primera mitad del año, Un año para recordar le dio a Carla Peterson la capacidad de volver el tiempo atrás y de enmendar los errores de su último año de vida, que había culminado con la muerte de su marido (Rafael Ferro). A su término, Cuando me sonreís, que marcó el regreso de Facundo Arana a la pantalla chica, se impone como la comedia romántica de la noche, en la que la vida de Gastón cambia de la noche a la mañana con la aparición de un padre olvidado, un hijo desconocido y un amor que es todo lo contrario a su personalidad.

Otro aporte de humor en el prime time estuvo a cargo de Sr. Y Sra. Camas. El primer programa producido y protagonizado por Florencia Peña devolvió la ficción propia a Canal 7, aunque hizo más ruido por su baja audiencia que por su descabellada historia alrededor de un matrimonio que, a falta de buena relación entre ellos, intentaba ofrecer soluciones a las parejas conflictivas.

Con tono social

En la última parte del año, una catarata de miniseries llegaron a la televisión abierta, como resultado del concurso Ficción para todos, auspiciado por Instituto Nacional de Ciencias y Artes Audiovisuales (Incaa). Entre las diez miniseries, todas con temática política, histórica o social, dos de ellas recibieron reconocimientos por su rol en la sociedad.

Maltratadas (su única culpa es haber nacido mujer) fue distinguida por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) por "su constante labor en la concientización de la no violencia hacia las mujeres". El unitario, que emite América y que está llegando a su fin, contó distintas historias sobre violencia de género, interpretados por diversos actores.

También con un elenco rotativo de prestigiosos actores, Televisión por la Inclusión, producida por Claudio Villarruel y Bernarda Llorente, volvió a lograr reconocimientos como su antecesor, Televisión por la Identidad. Esta vez, la miniserie que pone la lupa sobre historias de corte social fue reconocida como "ciclo de interés general" por el Senado nacional y la Legislatura porteña.

Participación.

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