Desde el Penal de Marcos Paz, donde está detenido desde el 23 de diciembre de 2016, Cristian Aldana compartió un audio en el que asegura que el juicio por abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores en siete casos que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Criminal N°25 no es un proceso justo, cuestiona el pedido de condena por parte de las querellas, pide a sus seguidores que concurran a las últimas audiencias y sostiene que lo quieren "quebrar anímicamente, psicológicamente y físicamente": "Me están torturando y me quieren condenar ya".
El mensaje de más de dos minutos del líder de El Otro Yo se difundió ayer por las redes sociales de la banda y su entorno, como su hermana María Fernanda, el día previo a la audiencia en la que la fiscalía finalmente pidió 35 años de condena para el músico.
El músico insistió en la supuesta parcialidad del Tribunal y en que es víctima de "un mamarracho judicial". "Los querellantes Da Vita y Conder piden 40 y 20 años, condenas ilógicas, ficticias, irracionales, malvadas; todo para una causa armada destinada a alimentar el circo mediático y utilizarme como un trofeo. Cada vez que quiero usar en las audiencias la posibilidad de hablar, mi derecho a participar y de expresarme, soy echado de la sala. El resultado de este juicio es una condena segura en un proceso ilegal, con abuso de autoridad, abuso de poder, maltrato y amenazas", dijo. Además, negó la acusación de dilatar el proceso del juicio: "Yo estoy preso, y soy el mayor interesado en que se termine todo esto".
También sostuvo que no tiene la posibilidad de defenderse al haber sido apartado su abogado de confianza [Rodolfo Patiño] y quedar con un defensor oficial: "Me imponen una defensa aparente que me genera un daño totalmente irreparable".
El mensaje completo de Cristian Aldana
Quiero contar mi verdad de lo que está pasando en el juicio.
El tribunal, el fiscal y la querella están dando información a la prensa que es falsa. Me están acusando de dilatar el proceso del juicio, cuando esto es una absoluta mentira porque yo estoy preso, y soy el mayor interesado en que se termine todo esto. Si estuviera libre, tendría algún sentido de mi parte buscar dilatarlo, pero estando preso, de ninguna manera. Eso es una mentira.
Yo lo que quiero es un juicio justo, no este mamarracho judicial donde no me aceptan las pruebas, no se investiga a fondo, no me aceptan lo careos, no me aceptan parte de los testigos que me están faltando, me sacan al abogado de confianza y me imponen una defensa aparente que me genera un daño totalmente irreparable. Me quieren quebrar anímicamente, psicológicamente y físicamente, haciéndome pasar por el tormento de realizar 3 audiencias por semana, donde me llevan sin comer, sin dormir, encerrado en calabozos sin colchon, helados y viajando con esposas, encadenado como un animal. Y después de todo eso, tengo que declarar y encima no pude terminar de declarar
Me están torturando y me quieren condenar ya.
Los querellantes Da Vita y Conder piden 40 y 20 años, condenas ilógicas, ficticias, irracionales, malvadas, todo para una causa armada destinada a alimentar el circo mediático y utilizarme como un trofeo. Cada vez que quiero usar en las audiencias la posibilidad de hablar, mi derecho a participar y de expresarme, soy echado de la sala. El resultado de este juicio es una condena segura en un proceso ilegal, con abuso de autoridad, abuso de poder, maltrato y amenazas.
Y como adelantó el juez Gustavo Goerner en la audiencia del 26 de marzo, textualmente dijo: que dejarían entrar al público para los alegatos y la sentencia condenatoria, adelantando la condesa segura que me quieran imponer.
A la Justicia Argentina, a Casación no le importa que no me pueda defender. Nunca trataron la indefensión. Y aunque grito que no soy culpable de lo que se me acusa, nadie me escucha.
Invito a todos los que crean que la Argentina merece una justicia imparcial al día de la sentencia. Cuando tenga claramente cuando va a ser la fecha lo publicaré. Por ahora el público sigue el martes 2 de julio a las 10 de la mañana y puede entrar el público con el documento. Por favor difundir esto y encomiendo mi camino a Dios y les dejo bendiciones para todos.
Cristian Aldana
LA NACION