Crisol de actores en el rodaje de "Frontera sur"
Argentinos, españoles y alemanes comparten en Buenos Aires los sets de filmación de la película de Gerardo Herrero
No se sabe si finalmente se mató. Lo cierto es que el tipo, al ver por primera vez en un cine la imagen de una locomotora avanzando en la pantalla, le entró un pánico bárbaro y se tiró al patio de butacas.
Esto sucedió en el cine Odeón, en 1896, cuando la Reina del Plata recibía los primeros rollos de celuloide. Y volvió a suceder esta semana, en el Teatro Cervantes, durante el rodaje de la película "Frontera sur", que está dirigiendo en Buenos Aires el español Gerardo Herrero.
La película -una coproducción entre España, la Argentina, Francia y Alemania- está basada en la novela homónima del argentino Horacio Vázquez Rial y retrata a un grupo de inmigrantes europeos que llegan al Río de la Plata buscando nuevos horizontes. Lo más complicado de esta producción, enteramente de época, es que su historia transcurre en un momento histórico que va de 1880 a 1899. Es decir que sus protagonistas tendrán tiempo de envejecer. Ellos serán los españoles Maribel Verdú y José Coronado, los argentinos Federico Luppi, Luis Brandoni y Laura Novoa, y el actor alemán Peter Lohmeyer. Y con ellos, una legión de extras vestidos para la ocasión.
El doble del riesgo
En el foyer del Cervantes, señoras y señores conversan y toman café mientras esperan una nueva orden del director. De no ser por los vasitos de plástico descartable o las latitas de gaseosa, la imagen parece una verdadera vuelta al pasado. "Pero yo estoy acá porque hoy no tuve ningún trabajo de electricidad para hacer, y así, de extra, me gano treinta pesitos al día", dice Alfredo, que ya debutó como extra en la "Evita" de Desanzo. En ese momento, Herrero, el director, pide silencio y entonces la atención se traslada a la sala del Cervantes, y no justamente adonde están parados los actores Maribel Verdú y José Coronado. Todos apuntan a un doble de riesgo que está un palco más arriba, a nueve metros del piso. Igual de atento a las mismas imágenes de una locomotora humeante, desde allí simulará el salto, que un siglo después se vuelve tierno y dolorosamente ingenuo. Rubén Bartolo, el stunt, mira hacia abajo, al gran colchón de aire de 2,50 metros de alto que lo espera. El ya se lanzó para las cámaras. Fue desde el edificio de Tribunales para la película "Cenizas del paraíso", de Marcelo Piñeyro.
Yo coproduzco
"A mí me habría gustado poder meter más cosas de aquella época -comenta el director Gerardo Herrero, que tuvo que filmar en estancias de Luján, Pilar, y hasta en los estudios Baires-. Quería hacer una secuencia con la aparición del tranvía eléctrico. Pero me encontré con un Buenos Aires que ya no tiene nada de eso. Sólo quedan trozos de época, pero no una calle entera. En Madrid, por ejemplo, puedes rodar películas sobre el siglo pasado porque hay hasta un barrio, el de los Austrias, que sigue siendo igual." A Gerardo Herrero se lo conoce en la Argentina por su tercera película, "Territorio comanche", aquella que retrató en Sarajevo a un grupo de periodistas que cubrían la guerra y que protagonizaron Imanol Arias, Cecilia Dopazo y Carmelo Gómez. En España, es esencialmente conocido por su trabajo de productor, de películas propias y para otros directores, como "Tierra de libertad", "Martín (Hache)", y "Guantanamera".
El asegura que el tema de la inmigración europea al Río de la Plata no ha sido tratado por el cine español o el argentino. "Los americanos sí han hecho muchas películas sobre su inmigración. Pero aquí, adonde ha llegado un millón de inmigrantes entre 1880 y 1890, el tema sólo ha quedado en los libros de historia".
A Herrero no le asusta hacer una película de época. Como dice el tango, para él "veinte años no es nada". "En realidad, son veinte años distribuidos en tres épocas. La película no tiene un paso anual. Además, tampoco filmaré el libro íntegro, sino la primera parte. Hay muchísimas historias que contar", explica. "Es una película muy cara para nosotros (3,5 millones de dólares), pero para el cine americano es una pavada", dice quien bien conoce de coproducciones, un trabajo casi inevitable para poder llevar el cine español a otras costas. "También hay que tener cuidado en no estropear la coproducción con tal de conseguir dinero, metiendo técnicos o actores que no son necesarios para la película. Pero si yo no hubiera conseguido dinero argentino, francés y alemán no habría podido hacerla".
El amigo de Lorca
"Frontera sur", una película básicamente de personajes, empieza el día de la llegada de dos inmigrantes: un gallego viudo y con un hijo, Roque Díaz Ouro (José Coronado), y un alemán bandoneonista, Hermann Frisch (Peter Lohmeyer).
"La película cuenta la lucha por salir adelante y los diferentes puntos de vista de los inmigrantes. Por ejemplo, el español quiere luchar para salir adelante, y el alemán quiere cambiar el mundo. Pero lo más interesante es el proceso físico y psíquico que hay que hacer: mi personaje llega con 35 años y muere con 55. Es un personaje difícil porque es un gallego bueno e inteligente, y generalmente los personajes tontos son papeles más agradecidos", explicó Coronado, un madrileño de 40 años.
El actor lleva 11 años en la profesión. Ha pasado por la TV y ha sido dirigido por importantes directores del teatro y el cine españoles. El año pasado pisó Hollywood por primera vez. Fue en la película "Muerte del poeta", basada en la vida de Federico García Lorca y que protagonizó el cubano Andy García (en la Argentina pasó directamente al video). "Interpreté a Néstor González, un íntimo amigo del poeta, un falangista que lo acoge antes de que lo maten. Pero a mí no me gustó mucho la película. Con García muy bien, muy majo. Pero lo que no me gusta es el sistema americano de trabajo, le falta lo que tenemos en el sistema español o argentino: trabajo en equipo. Las grandes estrellas no se mueven de sus motor home. Y yo prefería estar más conectado con el resto del equipo", explica Coronado.
Después de esa experiencia, al madrileño ya no le apetece demasiado Hollywood. "Tal vez porque ya tengo 40 años, y mi familia en España. Yo trabajo a gusto en mi país y prefiero disfrutar más de lo que hago", dice y comenta que después de esta película se vuelve a España a terminar una serie de TV que también se verá en la Argentina y se llamará "Periodistas".
Una de las mujeres de "Frontera sur" es la española Maribel Verdú. La actriz que, llorando, al llegar dijo a La Nación que no iba a trabajar en películas que se filmaran más lejos que La Coruña, no para durante el rodaje de hacer chistes. "Es que la estoy pasando maravilloso", agregó. Y asombra su facilidad para volver -después del desparpajo- al tono dramático de la toma que se le pide.
De todos modos, ya advierte que quiere volver a pasar el verano en su país, con lo cual le dirá no a la película del director argentino Aníbal Uset, "Agustina". "Tendría que empezar en septiembre. Pero todo no se puede", asegura.
Su personaje es Piera, la dueña de un burdel, de la cual se enamora Roque, el gallego. Y entre el destino de los amantes aparece el fantasma de un orillero (Federico Luppi), que oficiará de Celestino a cambio de sobrellevar su paso por el mundo de los vivos que atraviesan "Frontera sur".
Obsesión por el periodismo
Gerardo Herrero, el director que antes de "Frontera sur" retrató la guerra civil de los Balcanes, en Sarajevo, para la película "Territorio comanche", lo reconoce. "Tengo cierta obsesión por los periodistas. Supongo que viene de mi obsesión por leer periódicos, y porque conozco a muchos periodistas. El guión de "Territorio..." lo escribí con el periodista y escritor Arturo Pérez-Reverte, y fue una experiencia interesantísima. Lo que me gusta es eso de búsqueda, de descubrimiento que tienen." Por eso, apenas termine con "Frontera sur" comenzará a rodar una nueva película que tiene a un diario sensacionalista por protagonista. Por ahora, Herrero está escribiendo el guión junto al argentino Horacio Vázquez Rial, basado en la novela "El ojo ajeno", de Alfonso Rojo.
"El periodismo está muy ligado a la política porque a los políticos lo único que los afecta es lo que dicen los periódicos, no tanto lo que dice la gente. Incluso les interesan los periódicos más que la TV, porque son éstos los que crean la opinión que después va a los demás medios", dice Gerardo Herrero.
Una llorona que se creyó el papel
Laura Novoa ya terminó de rodar su papel en "Frontera sur", pero igual se acercó al Teatro Cervantes para las entrevistas con la prensa. Se la escucha contentísima hablando de su personaje, Sara Posse, que tiene un perfil bien distinto de otros que ha hecho tanto para el cine como para la TV: "Sara es la feíta que no eligen. Es una chica burguesa, modosita, que se enamora de Roque. Y cuando se entera de que está enferma de tuberculosis le dice que no quiere morir virgen. Entonces le propone un encuentro, y que si le parece bien la pase a buscar; si no, que no se hable más del tema. Finalmente son amantes pese a que él no la ama". Casi desde el comienzo de la película Sara Posse sabe que la muerte le anda rondando. Y nunca antes Novoa había muerto para la ficción.
Dice que la experiencia tuvo sus toques tragicómicos: "El día del entierro tuve que estar dentro de un cajón durante muchas horas con unas flores en las manos; una situación horrible. Y una de las mujeres que hacía de llorona se sintió verdaderamente mal y se desmayó sobre el cajón. Se ve que le vino algún recuerdo... Y entonces, como yo soy medio defensora de pobres, me salí del cajón y fui a hablarle a la señora: "Bueno, quédese tranquila...". Fue muy gracioso, yo con mi cara maquillada de blanco, casi azul, diciéndole: "Quédese tranquila, señora. Todo esto es mentira. Yo no me morí".