Coronavirus tips: las lecciones de Alf, un extraterrestre que quedó varado en la Tierra y vive en cuarentena
ALF, la serie estadounidense que se emitió entre 1986 y 1990, contó la historia de un extraterrestre que, luego de que su planeta de origen explotara, llegó a la Tierra por accidente y aprendió a vivir como un ciudadano estadounidense. Instalado en la casa de la familia Tanner, ALF aprendió nuevos hábitos y nuevas formas de relacionarse con otros, mientras que le tocó lidiar con el encierro y la nostalgia de su vida en Melmac, el planeta que tuvo que dejar atrás.
A lo largo de los 102 capítulos de la serie, ALF mostró una gran capacidad de adaptarse al nuevo planeta en el que le tocó vivir, y al que llegó por casualidad luego de captar las ondas de radio que Willie Tanner (Max Wright) emitió desde su garage. Después de haber vivido 285 años -nació en 1756- en un planeta con seres de su misma especie y de haber chocado su nave contra la casa de su nueva familia, ALF aceptó dos hechos con mucha naturalidad. Por un lado, asimiló que, con su nave rota y sin repuestos para arreglarla, había quedado varado en la Tierra y su "antigua normalidad" ya no iba a volver. Y, por el otro, aceptó que salir de la casa de los Tanner lo ponía en peligro, por lo que, hasta que algo cambiara, tendría que vivir su vida en cuarentena.
Cuando en 2016 la serie cumplió 30 años, sus creadores contaron cómo fue vender la idea del show a NBC, cómo eran las grabaciones con un títere que manejaban tres personas al mismo tiempo, y hablaron del reconocimiento que la serie recibió muchos años más tarde (que tuvo sus matices mientras se emitía la serie, al punto tal de que estuvo cerca de cancelarse en varias oportunidades). Entre el humor de una sitcom que podía atraer a los adultos y un títere más que nada atractivo para el público infantil, los personajes se fueron transformando para conformar a una productora más ansiosa por vender merchandising para niños que por sostener el sarcasmo de un alienígena fanático del alcohol y allimentado a base de gatos. "Había que darle una vida interna muy rica al persona", dijo Paul Fusco, co-creador de la serie. "Si lo pensás, era alguien que vivía confinado".
Sin embargo, esa vida interna, que al principio se basó en un comportamiento algo errático, se fue diluyendo con el paso de las temporadas. Primero, los guionistas borraron el consumo de alcohol del personaje. Después, cuando se conoció que un televidente de 8 años había puesto a su gato en el microondas para imitar a ALF, debieron cambiar por completo la dieta típica del protagonista.
ALF solo podía quedarse en casa y la NBC no admitía ponerlo en ninguna situación que no fuera apta para todo público, asi que los guionistas tuvieron que ponerse realmente creativos para que la vida en cuarentena pudiera mostrar al protagonista en distintos ánimos y situaciones. Sin saberlo, los escritores de ALF se acercaron a uno de los desafíos más complejos de quienes transitan el confinamiento -o al menos el de aquellos que pueden hacer la cuarentena en una casa con agua, electricidad, gas y comida-: lidiar con el aburrimiento, el encierro, la nostalgia de lo que ya no es posible, y la ansiedad de no saber qué vendrá.
El adiós a Melmac, su vieja normalidad
Uno de cambios más abruptos que el extraterrestre tiene que asimilar es la pérdida del planeta en el que vivía. A pocos capítulos de haber llegado a la Tierra, el día que Brian (Benji Gregory) cumple 7 años, ALF empieza a pensar en su última fiesta de cumpleaños. Los recuerdos lo llevan hasta Melmac, rodeado de amigos y en una cervecería en la que se puede pedir toda clase de platos a base de carne de gatos. Algunos capítulos más tarde, cuando descubre que las piezas de su nave tienen un valor altísimo en la Tierra (son de oro) decide venderlas para comprarle un Ferrari a su "hermana" Lynn Tanner (Andrea Elson). "He decidido que esta es mi nueva casa", le dice a la familia en el episodio en que más problemas le trae a los Tanner. "No hay otro lugar en el espacio en el que quisiera estar más que aquí".
Socializar con distanciamiento social
En la primera temporada de la serie, después de quedarse una noche solo, ALF escucha en la radio que una oyente llama para decir que se siente sola, por lo que decide pedir su contacto a la emisora y comenzar una amistad virtual. Sin internet por ese entonces, pero con un teléfono a mano, ALF se hace su primera amiga por fuera del círculo de los Tanner -una cuestión que lo angustia mucho durante varios capítulos, e incluso a lo largo de toda la serie-.
La convivencia con los Tanner
Además de las complicaciones de tener a un extraterrestre escondido en la casa, a quien hay que mantener fuera de peligro y alimentar (con sus ocho estómagos obliga a ajustar otros gastos a la familia), ALF es mandón, habla a los gritos y rompe uno o varios objetos de la casa cada día. Por estar de cuarentena en la casa de los Tanner, la convivencia se vuelve un problema después de unas semanas de confinamiento. Por esa razón, Willie decide pedirle ayuda a un psicólogo que, a través de un juego de inversión de roles, los ayuda a hablar sobre lo que molesta de la convivencia a cada miembro de la familia.
Quedarse a casa para permanecer a salvo
Desde el principio de la serie, a ALF le resulta muy molesto no poder circular por la calle con normalidad como lo hacen el resto de los Tanner, pero lo acepta bajo la imposición de la familia, que creen que, de descubrirlo, el gobierno estadounidense podría secuestrarlo para estudiarlo (como efectivamente ocurre al final de la serie). Sin embargo, durante la primera temporada, ALF maneja muy bien el encierro, a fuerza de mejorar su relación con los Tanner, tener amigos por teléfono, hobbies y trabajos desde casa (fue vendedor de cosméticos por catálogo y guionista de una telenovela). Todo cambia en la segunda temporada, cuando ALF organiza una conferencia de prensa para contarle al mundo que existe, pero Willie logra frenarlo después de una conversación en la que por fin entiende la importancia de su confinamiento.
En el aniversario número 30 del show, la prensa le preguntó a Fusco por el spin off de la serie, que aunque en 2016 fue anunciado con bombos y platillos todavía no se dieron a conocer avances ni fechas de lanzamiento. Lo único que se adelantó, es que ALF se escapará del cautiverio en el que lo tiene el gobierno de Estados Unidos y será adoptado por una nueva familia. "Quizás vuelva algo más contaminado, un poco más gruñón", anticipó Fusco sobre la nueva adaptación que tendría que hacer el extraterrestre en pleno siglo XXI. "El mundo es un lugar distinto, y las cosas se pusieron bastante más locas que en 1990", dijo su creador cuatro años atrás, cuando una posible pandemia solo estaba en la agenda de Bill Gates. "Es posible que por esos cambios de época vayamos a necesitar a ALF más que nunca".
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