Coral Femenino de San Justo
El ensamble vocal que dirige Roberto Saccente festejó en el Teatro Colón su 55° aniversario
Dirección : Roberto Saccente. Programa : Obras de Randall Thompson, Robert Schumann, Fosco Corti, Gustav Holst, Marco Sofianopulo y Egisto Macchi; Cancion de cuna galesa y temas del folklore, el tango y la cancion mexicana. Sala : Teatro Colón (ciclo de interpretes argentinos).
Nuestra opinión: excelente
Celebramos los 55 años de esta epopeya del maestro Roberto Saccente. Nos congratulamos con las cuarenta y cinco chicas que hoy renuevan con sus voces aquel visionario desafío. Agradecemos al Teatro Colón, que les abrió las puertas para este festejo, y nos felicitamos los argentinos por poder ostentar hoy ante el mundo este privilegio de tener una agrupación coral de altísimo nivel musical y haberla apoyado en la quijotesca hazaña de su fundador, desde aquel año 1956, junto a sus fieles coreutas.
Está llegando el mediodía en este soleado, apacible y primaveral domingo. En el Teatro Colón, con acceso libre, va ingresando sin prisa y sin pausa gente de toda edad. Hasta locos bajitos, que se aburrirán, porque les faltará allí el vértigo nuestro de cada día?
Se apagan las luces y se escuchan las voces femeninas que se desplazan lentamente por el centro, rumbo al escenario. Están cantando -es su sello- un salmo búlgaro del siglo XIII, que suena a canto llano en sus voces quedas de impecable y diáfano unísono, y que al unírsele una segunda voz elude aquella remota impronta de canto gregoriano.
Sus túnicas celestes resplandecen una vez instaladas bajo la cámara acústica, donde las espera el maestro Saccente frente a su atril. Las voces, ya inasibles, han enmudecido.
Es entonces cuando empieza la fiesta de cumpleaños musical con la añeja antífona que cantábamos en Domingo de Ramos: el Pueri Hebraeorum (Los niños de los hebreos), que recoge con unción y ecos renacentistas el norteamericano Randall Thompson y que las eufónicas voces del Coral Femenino desgranan en deliciosos y expresivos fraseos.
Le seguirán dos canciones de Robert Schumann ( In Meeres Mitten y Der Wassermann , con sendos climas: hondo y emocionante el primero; eufórico y flexible el segundo, con sus ritmos de sesgo popular que transparentan las claras articulaciones.
Dos obras de contemporáneos nos trae Saccente para esta celebración. La de Fosco Corti, que es un cántico tomado de un salmo del Rey David Laus trium puerorum (alabanza del trío de niños), de diáfana tonalidad, que encierra momentos de introspectiva devoción y de inquieta euforia. Y luego la versión que de la sencilla popular canción de cuna galesa "Suo Gan" escribió Brian Trant, en que las tangencias con nuestros giros modales del altiplano, parecen unirse en insólita amalgama. La ductilidad y flexibilidad de las voces del coro sorprenden y emocionan.
Y tras un paréntesis de música popular (la cueca La viña nueva , el vapuleado tango Naranjo en flor , y la archiconocida mexicana La paloma ) en acertadas versiones de Adriana Verdié, Vivian Tabbush y Manuel Martínez Guirao, el coro retoma el acendrado Ave María de Gustav Holst, el humor irónico, ocurrente, de sorprendente entretejido polifónico de los Proverbi (proverbios) de Marco Sofianopulo (1952), que incluye curiosos desplazamientos escénicos y parlatos de las cantantes, cuya compleja trama armónico-rítmica ellas asumen con natural regocijo.
En el final, un O vos omnes de Egisto Macchi, más enigmáico y porfiado que ferviente para expresar estas lamentaciones jeremíacas, es una ratificación de la acendrada profundización de cada obra de este complejo y desafiante repertorio. Prueba de ello es el bis, con el temerario Aglecta , de Arnes Mellnas, histrionismo de cantantes incluido.
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