Con Manza Esaín como productor, el ex cantante de Astroboy se inscribe en singles.
"Quería que prevaleciera el frio, la decepción y la desolación", sostiene Martín Rivero, quien logró plasmar con éxito semejantes bajos sentimientos en Estas cosas no son mías, su disco debut como solista (editado a fines del año pasado por Bizarro en Uruguay y Crack Rok en Argentina). Aparentemente, el de 2009 fue un invierno cruel para Rivero; lo pasó en su departamento antiguo frente a la Rambla Sur de Montevideo con el corazón lastimado, y el viento gélido parece haberle pegado bien al ex vocalista de Astroboy, banda que quedó en stand-by hace algunas temporadas ya, provocándole un serio mal de amores.
HISTORIA "Estamos separados pero no divorciados", se encarga de aclarar acerca del conjunto britpop que sacudió su escena local al promediar la década pasada, con melodías mancunianas y arrogancia acorde: una actitud inusitada para una ciudad donde el rock suele pecar de un bajo perfil poco ortodoxo en relación con las convenciones internacionales. En su auge, los Astroboy promovieron un fenómeno sin antecedentes que incluyó el arrastre de un nuevo –y atractivo– público femenino adolescente, peinados, histeria contenida y polémicas declaraciones cruzadas con grupos "rivales". Demasiado para la mansa capital celeste.
SONIDO Rivero se desentendió del revuelo extramusical ("es más fácil asustar en manada, ¿no?"), se calzó una camiseta folk lisa de algodón blanco, una guitarra, e hizo un pack de canciones mansas, más bien acústicas, que inspiran visiones de paisajes cubiertos por una nieve que nunca cae en esta región, salvo en ocasiones extraordinarias como la grabación de este disco. El cantante no esconde su combo de influencias, una expedición transatlántica (en invierno) del Río de la Plata folk a la península escandinava, con parada obligada en la isla de Inglaterra: "The Good, the Bad & the Queen, Jaime Roos, Paul McCartney, Sigur Rós, Lee Mavers, por nombrar algunos...", dice él.
EN BANDA "Vale aclarar que no trabajé solo; fue un proceso de grabación muy compartido para no ser una banda", admite Rivero, quien contó con el influyente Mariano "Manza" Esaín (argentino, ex Menos que Cero) como capitán de cabina, salvo en dos tracks producidos por Gabriel Casacuberta, de Bajofondo; y no se privó de convocar a su ex compañeros Leandro Boné y Javier Vaz Martins (guitarrista y bajista de Astroboy, respectivamente). Pero a pesar de la buena compañía, Martín tiene sumamente claro que ésta es su instancia, y parece sentirse liberado por eso: "Antes éramos los de Astroboy, y yo era el de Astroboy... Ahora puedo ser Martín".
Mirá a Martín Rivero en vivo interpretando "Carmesí"
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