
Con Lagares desapareció una gran voz
Con la muerte del tenor Rafael Lagares, a los 83 años, el círculo de la ópera ha perdido a una de sus figuras más queridas. Hombre amable, risueño y de modales aristocráticos, era una presencia obligada en las reuniones donde se hablaba de ópera e invariablemente su palabra afable agregaba un juicio interesante, un recuerdo de tantas historias vividas en escenarios del mundo.
Porque Lagares, antes de ser valorado en la Argentina, desarrolló una carrera significativa en el exterior, con actuaciones en la Scala de Milán, en teatros de Estados Unidos y México, donde, por ejemplo, fue coprotagonista, junto a la célebre Lily Pons, en "Lucia di Lammermoor", de Donizetti.
Sus actuaciones en el Teatro Colón se llevaron a cabo a partir de 1948, como Alfredo, en "La traviata", de Verdi, protagonizada por la soprano Delia Rigal, con dirección de Ferruccio Calusio, alternándose en el papel nada menos que con Beniamino Gigli.
En 1950 repitió "La traviata" y se lo escuchó en "Il trovatore", con dirección de Antonino Votto, título que sería uno de sus caballitos de batalla y que repitió en 1952, con dirección de Juan Emilio Martini, integrando el elenco con la soprano Pilly Martorell y el barítono Carlo Galeffi.
En el Colón
En 1953 cantó en el Colón dos espectáculos verdianos (su voz era la de tenor lírico spinto, ideal para algunas obras del compositor) y como coprotagonista en "Aurora", de Panizza, dirigida por Roberto Kinsky.
Además de cantar en "Cavalleria Rusticana", junto a Ebe Stignani, y de repetir "Il trovatore", fue un aporte significativo su participación en dos títulos de autores nacionales, "Lin Cale", de Armando D´Esposito, y "Zincalí", de Felipe Boero, ambas dirigidas por el maestro Martini.
En 1955, el Colón le confió una vez más su trovador, junto a grandes figuras de la lírica nacional, como Matilde De Lupka, Haydée De Rosa, Eduardo Cittanti y Luisa Bartoletti.
También fue figura en el Teatro Argentino de La Plata y, como registraron los investigadores César Dillon y Juan Andrés Sala, en la historia del teatro Marconi, Lagares actuó en esa sala, en un único título, "La traviata", en 1940, es decir, en la época de su mayor esplendor vocal.