El film basado en la obra de Lin Manuel Miranda y la remake de Spielberg del éxito de 1961, entre otros títulos, marcan un nuevo ciclo de renacimiento del género
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Desde fines del siglo XX, el gran musical de Hollywood siempre está desapareciendo y volviendo, en ciclos de renacimiento y decadencia, que duran mayor o menor tiempo. A veces, un solo título se destaca por su buena recepción; otras, una serie de películas generan la esperanza de poner al género de moda. Estas expectativas no logran concretarse del todo, pero el musical nunca termina de desaparecer.
Desde que Al Jolson cantó en El cantor de jazz, la primera película sonora, estrenada en 1927, el cine y la música quedaron unidos para siempre. La idea de trasladar los éxitos de Broadway a la pantalla grande enseguida cobró fuerza y el musical fue evolucionando en las décadas siguientes hasta convertirse en un género cinematográfico con sus propias reglas.
En los 50, films como Un americano en París y Gigi rendían bien en la taquilla y en los premios Oscar; lo mismo sucedió en la década siguiente con Amor sin barreras, La novicia rebelde y Mi bella dama. Pero para fines de los 60, Hollywood perdió algo de confianza en el género con algunos sonoros fracasos como Sweet Charity, de Bob Fosse, y La leyenda de la ciudad sin nombre, un curioso híbrido de western y musical, protagonizado por Clint Eastwood, Lee Marvin y Jean Seberg.
El público le pedía a la industria del cine que se pusiera al día con la cultura popular y así nació lo que se conoce como el Nuevo Hollywood, en el que había espacio para la música de la época (en films como Busco mi destino y Nashville), pero dejaron de lado a los musicales puros, que pueden definirse como aquellos en los que las canciones hacen avanzar la trama y expresan los sentimientos e ideas de los personajes. El género ya no ocupaba un lugar central en la industria cinematográfica, aunque hubo grandes éxitos como Cabaret y All that Jazz, con las que Fosse tuvo su revancha; The Rocky Horror Picture Show, que fue construyendo su estatus de culto; y Grease: El compadrito, un verdadero hit de 1978. En los años siguientes, el musical continuó con esporádicos representantes con diversos destinos, desde un fracaso de taquilla como The Wiz, hasta éxitos que dejan una marca en la cultura popular, como Moulin Rouge: Amor en rojo.
Ahora mismo el género está en pleno ciclo de regreso, con varios estrenos que despiertan interés por distintos motivos. Se suponía que el año del musical iba a ser el 2020, pero la pandemia del Covid-19, con el consecuente cierre de los cines, hizo que se aplazara hasta que el mundo estuviera listo para volver a las salas y levantar el ánimo con películas coloridas y repletas de canciones.
La primera en la lista es En el barrio, dirigida por John M. Chu, basada en el musical de Lin Manuel Miranda, estrenado en Broadway en 2008. La primera obra del autor de Hamilton, el revolucionario musical histórico cuya versión filmada fue uno de los estrenos más notables de la plataforma Disney + en plena pandemia, se centra en la vida y los sueños de los vecinos de un barrio latino de Nueva York, con música repleta de influencias latinas. La película, que está actualmente en cartel en la Argentina, acarreaba grandes expectativas de taquilla y apuestas por nominaciones al Oscar. Los resultados de lo segundo sólo podrán saberse el año que viene, aunque en los próximos meses se irán definiendo quienes tienen posibilidades de entrar en la carrera por los premios máximos de Hollywood. En cuanto a la taquilla, medios especializados como Variety ya declararon a En el barrio como una decepción, porque su estreno norteamericano no fue tan potente como se esperaba, recaudando 11 millones y medio de dólares. Claro que la película aún está en cartel y continúa estrenándose en distintas partes del mundo (hasta ahora lleva recaudados 21.759.628 dólares en la taquilla internacional).
Hay dos factores a tener en cuenta al analizar la performance del film en la taquilla: una es la falta de estrellas en el elenco, que está liderado por Anthony Ramos, uno de los protagonistas de Hamilton en Broadway; la otra es el hecho de que En el barrio fue estrenada al mismo tiempo en salas y en HBO Max, como parte de la nueva estrategia de exhibición del grupo mediático que integra Warner. Todavía parece temprano para declarar como insuficiente al entusiasmo por este musical innovador.
Lin Manuel Miranda hará otro aporte al renacimiento del musical cinematográfico en 2021 con Tick, Tick… Boom, su debut como director de un largometraje. La película producida por Netflix está basada en el musical autobiográfico de Jonathan Larson, quien murió a los 35 años, en 1996, el mismo día en el que su exitosísima obra Rent fue presentada por primera vez en público. Andrew Garfield interpreta a Jon, un compositor a punto de cumplir 30 años, que intenta salir adelante con su carrera, en la Nueva York de principios de los 90. Lo acompañan Vanessa Hudgens, exestrella adolescente de High School Musical, y Bradley Whitford en el papel de Stephen Sondheim, uno de los grandes compositores de musicales y mentor de Larson.
El debut de Sondheim como letrista en Broadway fue con West Side Story, el musical estrenado en 1957, que tuvo su versión cinematográfica en 1961, estrenada en la Argentina como Amor sin barreras, dirigida por Robert Wise y el legendario coreógrafo Jerome Robbins. La obra escrita por Arthur Laurens y con música de Leonard Bernstein, que cuenta una historia de amor al estilo Romeo y Julieta, en Nueva York, a finales de los 50, tendrá una nueva adaptación al cine, dirigida por Steven Spielberg, cuyo estreno está planeado para fines de este año.
“Esta historia no sólo es un producto de su tiempo, sino que ese tiempo regresó y lo hizo con una especie de furia social -dijo Spielberg a Vanity Fair, sobre su interés en resucitar este musical en los que el racismo y la xenofobia desenlazan una tragedia-. Realmente quería contar esa experiencia nuyorican, puertorriqueña, de la inmigración a este país y la lucha por ganarse la vida, tener hijos y pelear contra los obstáculos de la xenofobia y el prejuicio racial”.
La representación de la vida de los inmigrantes latinos en Nueva York une a En el barrio y Amor sin barreras, pero la película de Spielberg tiene otros condimentos para atraer al público, empezando por el propio director. El guion está a cargo de Tony Kushner, el dramaturgo ganador del Pulitzer por Ángeles en América y guionista de los films de Spielberg, Lincoln y Munich. Aunque el papel de Tony está interpretado por Ansel Elgort, quien se hizo conocido como protagonista de Baby: el aprendiz del crimen, el resto del elenco está compuesto por jóvenes desconocidos, entre ellos Rachel Zegler, en el rol de María, interpretado por Natalie Wood en el film original; y Ariana DeBose, una actriz de Broadway que fue parte del elenco original de Hamilton, será Anita, el rol por el que Rita Moreno ganó el Oscar a mejor actriz de reparto. La propia Moreno, de 89 años, tendrá una participación especial en el film, en un nuevo papel.
La inclusión de actores de origen latino, en su mayoría puertorriqueño, es una de las formas en las que la versión de Spielberg se separa de la película de 1961, en la que una mayoría de actores no latinos interpretaba esos roles, con sus pieles maquilladas para parecer más oscuras.
“Se trajeron a ellos mismos, pusieron en el trabajo todo lo que creen y todo lo que son -dijo Spielberg en la misma entrevista, sobre los actores de origen latino-. Y hubo mucha interacción entre el elenco por querer comprometerse a la experiencia puertorriqueña. Todos ellos representan, creo, una diversidad dentro de la comunidad puertorriqueña, nuyorican, y también a la comunidad latina más ampliamente. Y se tomaron esto muy en serio”.
Las buenas intenciones de representación pueden no ser suficientes para el público, tal como lo demostró la polémica en torno a En el barrio, que fue señalada por no tener actores principales afrolatinos. Lin Manuel Miranda publicó una disculpa en la que intentaba mantener un equilibrio entre aceptar a esa falta como un error y también expresar su orgullo por el film. Rita Moreno, una pionera de la representación latina en el cine y la TV norteamericanas, quiso defender en una entrevista televisiva a Miranda, alguien que viene luchando por la inclusión desde su primera obra y que revolucionó con su elenco multirracial en Hamilton. Pero luego, la actriz se vio obligada a disculparse también. La discusión parecería no tener fin mientras se sigue exigiendo a películas como En el barrio ser la solución perfecta a décadas de discriminación en las pantallas.
Además de estas exigencias, la película de Spielberg se enfrentará a las comparaciones con Amor sin barreras. El film de 1961 fue un enorme éxito de taquilla, recaudando más de 43 millones de dólares en todo el mundo (según cifras de Box Office Mojo). Además la película de Wise y Robbins ganó 10 premios Oscar, incluidos mejor película y mejor dirección (compartido entre dos codirectores por primera vez en la historia). Los analistas de premios de Hollywood están apostando porque la nueva West Side Story sea una de las principales competidoras de la cosecha 2021; una premonición o ilusión que se vio acrecentada por el estreno del atractivo primer trailer, durante los cortes de la soporífera transmisión de la entrega de los Oscar de 2020.
Sin embargo, ni siquiera una gran producción con el sello de Spielberg tiene asegurado los premios y una buena recepción del público. En los últimos años hubo ejemplos del género con resultados muy dispares. La versión cinematográfica de Cats (2019), uno de los musicales más exitosos de todos los tiempos en Broadway, dirigida por Tom Hopper y plagada de nombres famosos como Judi Dench y Taylor Swift, resultó desconcertante y no consiguió el favor de los espectadores, ni de la crítica, ni de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood. Dos años antes, El gran showman, la historia del empresario de circo P.T. Barnum, protagonizada por Hugh Jackman y Michelle Williams, fue un éxito de público inesperado, que recaudó 261.287.743 dólares en todo el mundo y ocupa el décimo puesto en la lista de los musicales más taquilleros de la historia, según las cifras del sitio especializado The Numbers. Las críticas no reflejaron el entusiasmo del público y en cuanto a premios, sólo obtuvo una nominación al Oscar.
Rocketman, la historia de Elton John convertida en musical con sus propias canciones, recaudó 195.179.299 de dólares a nivel mundial y le valió el Oscar a mejor canción al cantante y su letrista, Bernie Taupin; en cambio a The Prom (2020), una adaptación para Netflix del musical homónimo de Broadway, no le alcanzó con la presencia de Meryl Streep, Nicole Kidman, James Corden y Kerry Washington para posicionarse como un musical prestigioso.
La la land es un ejemplo de un musical que homenajeando al género consiguió una buena taquilla, con una recaudación internacional de 294.506.045 dólares y ganó seis premios Oscar, incluyendo mejor dirección para Damien Chazelle, mejor actriz para Emma Stone y mejor música original para Justin Hurwitz. A pesar de todo su éxito, cargará para siempre con el estigma de haber sido ganadora del Oscar a mejor película durante unos minutos, hasta que se reveló que había ocurrido un error y el verdadero triunfo era para el drama independiente Luz de luna.
Desde que Chicago, de Rob Marshall, ganó el premio mayor de Hollywood, en 2002, ninguna otra película del género consiguió repetir la hazaña. Eso podría cambiar tras los estrenos de este años de En el barrio y West Side Story, a las que se les suma Dear Evan Hansen, la adaptación cinematográfica del éxito de Broadway, que Sony estrenará en septiembre, dirigida por Stephen Chbosky y protagonizada por Ben Platt, repitiendo el rol que interpretó en el escenario.
Lejos de Hollywood, otro musical que crea expectativa es Annette, de Leos Carax, con Adam Driver y Marion Cotillard, que es la película de apertura del festival de Cannes, y llegaría poco después a Amazon.
Una vez más, con sentimiento, como indicaría un director a sus actores, el musical va por otro renacimiento, con la eterna ilusión de volver a ser uno de los géneros preferidos de Hollywood.
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