Con conciencia, el arte es más limpio
Algunos elementos y procesos de las artes plásticas amenazan al medio ambiente y hasta al hombre, pero no todo está perdido: incorporar nuevos hábitos es una alternativa saludable
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Todas las personas tienen una faceta artística. Se puede, por ejemplo, pintar, hacer artesanías, grabados, diseñar ropa. La mayoría de los elementos que se utilizan para estas actividades parecen inocuos, pero algunos causan un gran impacto no sólo en el medio ambiente, sino en quienes los utilizan. "Es importante saber con qué materiales se trabaja y conocer sus potenciales riesgos. Hay mucha gente que usa elementos artísticos como hobby. Como son de venta libre uno puede pensar que son seguros, pero todo es seguro si se lo utiliza de la manera correcta", advierte Melanie Mahler, artista de 36 años que junto a Silvia Bocca y Marta Fonollá realiza el proyecto Arte Libre de Tóxicos (ALTO), una iniciativa para informar a los artistas sobre la toxicidad de los elementos que utilizan. Mahler llama la atención sobre los materiales más comunes que se usan al hacer manualidades. La masilla epoxi, elemento para hacer y modelar todo tipo de figuras, irrita pieles sensibles y es tóxica por ingestión. La pintura al óleo posee metales pesados como el cromo, plomo y mercurio, que son peligrosos para la salud y contaminan el medio ambiente. Los restos de pintura y sus envases son considerados residuos peligrosos, y la mayoría de las veces se mezclan con el resto de la basura. Dentro de la pintura también está el aerosol utilizado para hacer grafitis, que contiene partículas como los óxidos de azufre y de nitrógeno que permanecen en la atmósfera por períodos muy largos y pueden ser inhaladas. Si se trabaja con el grabado de superficies se utiliza ácido nítrico, que emana vapores peligrosos y tiene el riesgo de derramarse. Los solventes para limpiar pinceles son tirados por la cañería y eso, además de ser corrosivo para la misma cañería, desemboca en el río. Al respecto, David Klauser, artista que realiza ensambles con desechos, explica: "Hay materiales que son dañinos, como la pistola de pegar. Hay que evitarla lo más posible; papel se puede encontrar entre las muchas cosas que hay en la calle; no hay que lavar los pinceles con solventes y tirar todo ese mejunje a la rejilla: el solvente se puede colar y usar muchas veces antes de tirar. Es mejor evitar los tóxicos en general, por el bien de nosotros y del planeta". Incluso hay muchas personas que después de pintar se lavan las manos con solvente y al hacerlo, en vez de eliminar la pintura, permiten que ésta pase más por los poros y se introduzca más en la piel. Todos estos desechos son eliminados junto al resto de la basura o tirados por la cañería, y al tener componentes químicos se vuelve algo riesgoso para el medio ambiente.
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Hay alternativas, sin embargo, para expresarse a través del arte y, a la vez, proteger el medio ambiente y a uno mismo. Alberto Vázquez, director de Reciclarte Argentina, un movimiento de más de 120 artistas que trabaja con residuos recolectados en la vía pública y los transforma en obras de arte, explica: "Siendo el arte una excusa y los residuos el recurso, buscamos alertar acerca de la contaminación, fundamentalmente por los desechos inorgánicos, que componen más del 70% del residuo sólido urbano". En tanto, Klauser cuenta por qué trabaja con residuos: "Me gustan los materiales que cuentan historias. Aunque los transformo siguen siendo eso para lo que fueron creados. Y, a la vez, al integrarlos en un collage representan nuevas cosas. Creo en la poética de la basura y la transformación, madre del arte".
Según Vázquez, todos los residuos pueden reciclarse y transformarse en algo útil. Y recomienda: "Los elementos que utilizamos son contaminantes, por eso los manejamos con extrema precaución y no recomendamos hacer arte con desechos ni como hobby, sin tener formación en eso. Hay que conocer cada uno de los materiales y sus tratamientos específicos. Lo importante no es dejar de usarlos, sino emplearlos con responsabilidad". En ALTO también están de acuerdo con esto. Y Silvia Bocca agrega: "De esta manera buscamos despertar conciencia, alertando sobre el uso de estos materiales. Es información imprescindible para tener en la casa o el taller". Es la manera de hacer arte protegiendo el medio ambiente. Si no se quiere trabajar con residuos se pueden utilizar los elementos tradicionalmente usados para el arte, pero con conocimiento, tomando la precaución necesaria y, así, tranquilos, dejar fluir la creatividad.
AGENDA DE BOLSILLO
- Utilizar siempre guantes al realizar manualidades, pintar o cualquier actividad artística.
- Si se trabaja con masilla, mantener las manos hidratadas con crema.
- Trabajar en un área iluminada y ventilada.
- Averiguar en cada barrio dónde se pueden tirar los residuos provenientes del arte como restos de pintura, masilla, etcétera.
- Separar entre los residuos inorgánicos, materiales cortantes de no cortantes.
- Trabajar descansado: de otra forma uno es más propenso a sufrir accidentes.
- No comer, beber o fumar en el espacio donde se realicen las manualidades.
- Como el solvente se puede reutilizar, hay que evitar tirarlo por las cañerías.
- Averiguar por Internet los componentes de las pinturas y del resto de los elementos utilizados para saber si son contaminantes o no.
ecologicalart.org