¿Cómo seducir hoy con un arte de dos siglos?
¿Cómo lograr que en una ciudad de millón y medio de habitantes una compañía de danza clásica convoque más espectadores que en otras que multiplican por diez esa población? ¿Cómo lograr que en la era digital, cuando las obras se encuentran en la Web en las más afamadas versiones, una persona decida ir a un teatro a compartir con otros mil ochocientos individuos una función de esas obras?
La respuesta tiene un nombre: el Ballet Nacional del Sodre. El fenómeno tiene una fecha de nacimiento: 2010. Y un artífice principal: Julio Bocca, autor de una modificación en la selección y sistemas de trabajo de la compañía, el armado de un equipo artístico y de producción que lo acompaña y en la altísima calidad de cada obra. Bocca pudo trasladar su talento como primer bailarín a la gestión de una compañía de danza.
Una excelente campaña de difusión de las obras, un estrellato que Bocca siempre ha fundado en el afecto con la gente, la presencia de una primera bailarina de calidad como María Noel Ricceto y el jubiloso desempeño de los integrantes históricos y nuevos de la compañía son algunos de los elementos que producen la rara magia del encuentro estético entre el espectador y la obra.
El autor es coordinador general del Instituto Nacional de Artes Escénicas de Uruguay