El festival de Woodstock de 1969 se volvió tan legendario que es fácil olvidarse de lo improbable que parecía en su momento. El libro Woodstock: 3 Days of Peace & Music, editado con motivo del 50° aniversario del evento, ofrece detalles de la horrorosa planificación, como cuando a Michael Lang se le cayó el predio que pensaba usar, así que manejó por una granja de 2.500 kilómetros cuadrados en Bethel, Nueva York, y convenció al dueño de que lo dejara usar el lugar. El libro también compila las fotografías históricas de Henry Diltz, y revela el proceso de contratación de artistas. "Queríamos mostrar material que no fuera sobre los artistas sino sobre la experiencia", dice Lang. El resultado es un recordatorio de un tiempo en el que se podía montar un evento histórico en las peores condiciones.