Cómo es trabajar en Pixar según una diseñadora argentina
Cati Grasso trabaja en una de las industrias de cine animado más grande del mundo y habló con LA NACION sobre su día a día
¿Cómo es trabajar en Pixar , la máxima fábrica de dibujos animados del mundo? ¿Cómo será crear entre colores y personajes que abrazarán en recuerdos y en peluches niñas y niños de todos los países? ¿Cómo será dibujar historias fantásticas que hacen reír, llorar, cantar e incluso gritar a chicos y adultos por igual? Una chica argentina lo sabe y así lo define: “Es irreal”.
Cati Grasso tiene 28 años, es de Núñez, y elige esa palabra, “irreal”, para describir a LA NACION cómo es su trabajo como hacedora de ilusiones. Pero claro, su llegada allí responde no sólo a sus estudios, sino a su garra, ganas y su empeño por cumplir un sueño que en enero los argentinos verán en Coco, el nuevo film animado dirigido por Lee Unkrich, el mismo que pergenio la bella Toy Story 3 .
En una charla con LA NACION, Cati cuenta cómo es un día en la compañía de fantasías, cómo fue su recorrido para trabajar en los estudios y cómo prefirió seguir su amor por el arte a pesar de que en su familia el sello en una familia de contadores.
Cati vive a sólo 15 minutos en auto de Pixar Animation Studios, el estudio de animación por computadora subsidiaria de The Walt Disney Company que tiene domicilio en San Francisco. En 1995 Pixar produjo Toy Story, el primer largometraje animado por computadora en la historia del cine y en 2006 la compañía fue adquirida por el gigante creador de Mickey Mouse que así logró extender su paso firme en las fantasías animadas de ayer y hoy.
“Me levanto temprano como para ir a los estudios. Por lo general vamos con mi compañera de cuarto y algunos amigos que viven cerca. Llego a Pixar y desayuno. Trabajo hasta la hora del almuerzo y a veces después jugamos a juegos de mesa antes de volver a trabajar hasta las 6. En el medio lo usual es tener reuniones con el equipo para mostrar el proceso de nuestras labores, o con el equipo de arte que nos entregan los nuevos sets que tenemos que hacer”, cuenta sobre la rutina que ama.
Cati, que previamente trabajó en el film animado de Juan José Campanella Metegol, es Directora técnica de Sets en Pixar por lo que crea de manera digital escenarios y objetos para las películas. “Por ejemplo – explica- en Coco trabajé realizando elementos para el cementerio y varios lugares en el mundo de los muertos. El encargado de organizar cada objeto dentro del set es el Set Dresser, en ocasiones también hago eso. Además, me dedico a lo que sería extensión de sets que es todo lo que se ve en la pantalla que no es el escenario principal, como por ejemplo una ciudad a lo lejos. En ese caso los objetos no se modelan manualmente, sino que se generan a través de métodos procedurales [algoritmos]”.
-¿Cómo es el ambiente laboral?
-Muy bueno. La gente es muy humilde y accesible, pese a que todos son súper talentosos.
-¿Es muy competitivo?
-Es bastante relajado. Es muy gratificante trabajar con gente de tanta experiencia y algunos con muchas distinciones que se acercan y te hablan de igual a igual o te piden consejos. Se da un ida y vuelta creativo muy positivo. En una palabra, trabajar en Pixar es irreal.
-Vos que trabajaste en Metegol, más allá de que acá no es una industria, ¿cómo compararías la forma de trabajar en la Argentina y allá?
-Creo que la mayor diferencia está en la escala de las producciones. En los Estados Unidos hay una industria del cine de animación ya establecida que hace muchísimas películas animadas por año. En la Argentina recién estamos empezando y si bien el capital humano está capacitado, tenemos un poco menos de experiencia. También hay menos recursos, pero creo que la brecha tiende a achicarse, cada vez hay más y mejores producciones en el país.
Coco, que se estrenará el 18 de enero en el país, cuenta la historia de Miguel, un joven que sueña con convertirse en músico a pesar de que en su familia está prohibido escuchar y tocar música. En el film se cruzarán la Tierra de los Vivos y la de los Muertos. Debido a una misteriosa cadena de eventos, Miguel llega a la Tierra de los Muertos y en una loca travesía descubrirá el secreto oculto de su historia familiar.
-¿Qué te gustó de trabajar en Coco?
-De Coco te puede decir que me encantó la temática de la familia y a nivel estético es súper impactante y detallada. Cada objeto en la peli cuenta una historia por sí mismo.
-¿Qué es lo que más te atrapa del universo Pixar y su relación con la fantasía, los niños pequeños y los niños adultos?
- Me gusta que sus películas incentivan a la gente a seguir su vocación, sin importar de dónde vengan.
Cómo llegar: con sueños y timing
Cati estudió Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Palermo y ya desde chica soñaba con hacer películas animadas. Disney, ese gigante de fantasías, era su inspiración. “La decisión de seguir una carrera no convencional en su momento fue difícil porque todos en mi familia son contadores, ingenieros... La carrera en sí era muy generalista y se veía muy poco de 3D. Siempre me gustó todo lo relacionado con las matemáticas y la programación y también lo artístico, y en el 3D encontré la combinación perfecta entre las dos cosas”.
Tras graduarse, y debido a que en la Argentina la industria de la animación no está desarrollada, Cati fue a por su sueño. Mientras trabajaba full time en una empresa donde diseñaba tickets para shows, comenzó a buscar opciones de pasantías en el exterior. “Encontré un programa que tiene Pixar que es para estudiantes. Te contratan como pasante durante 10 semanas y te enseñan todo el funcionamiento del estudio. Me enamoré de la idea y preparé un portfolio con un reel para aplicar”, explica. Y ese fue sólo el comienzo de su viaje.
-¿Cómo fue ese proceso de preparación del portfolio?
-Vi millones de horas de tutoriales, luché con mi computadora que en su momento con suerte se bancaba el Word y mientras trabajaba full time, llegué a tener un portfolio con el que estaba bastante conforme. En el medio comencé a trabajar en Metegol porque mi jefe conocía a alguien en la producción y me recomendó. Al año mandé mi curriculum y mi reel a Pixar y mostraron interés en entrevistarme y en 2013 me seleccionaron. Todavía no lo puedo creer.
-¿Por qué?
-Por todas las desventajas con las que estaba lidiando. A este programa aplican chicos de las mejores universidades del mundo, con muchísima más preparación y Pixar me tenía que tramitar una visa de estudio. La pasantía fue increíble. Las últimas dos semanas te la dan para hacer un proyecto personal con lo aprendido y después lo presentás a todo el estudio.
-Terminaron las 10 semanas y volviste a la Argentina, ¿cómo fue eso?
-Después de haber estado en el mejor estudio de animación del mundo, fue súper difícil volver y empezar nuevamente la búsqueda laboral. Trabajé por varios años en un estudio de publicidad, pero mientras tanto siempre intenté volver a Pixar como empleada permanente. Pero la visa y el timing fueron un problema. Entonces decidí que la mejor forma de conseguir la visa era estudiar afuera. Cosa que era otro desafío enorme y un cambio de vida difícil. Junté plata, apliqué a un master en SCAD, una universidad en Savannah, Georgia y por suerte me dieron dos becas y pude ir a realizar el programa de un año. A los meses de estar en SCAD, Pixar me contrató como pasante. Después de estudiar por un año en los Estados Unidos te dan lo que se llama OPT que es una autorización de trabajo. Gracias a eso después de la pasantía me contrataron como empleada de tiempo completo. Y acá estoy un año después, sigo luchando con el tema de la visa.
- ¿Te considerás una dreamer, ese conjunto de jóvenes extranjeros que sueña con hacerse del sueño americano?
-Pocas veces. Me considero bastante más ejecutora que soñadora.
- ¿Qué te gusta de tu presente?
-Me encanta el día a día en el estudio, estoy muy contenta con el grupo de amigos que formamos y poder estar acá acompañada por mi novio que también es argentino me pone súper feliz.
-¿Que esperás para tu futuro inmediato?
-Espero poder conseguir la visa como para poder seguir trabajando acá y si no poder seguir trabajando en algunos proyectos personales.
- ¿El idioma fue alguna vez un obstáculo?
-Siento que a veces es un obstáculo, más que nada en lo social. A veces parecería que hablar en otro idioma diluye mucho la personalidad de uno. Nunca fue un obstáculo en lo profesional porque estudie en un colegio bilingüe.
Las oportunidades de trabajar afuera
Pixar se encuentra a una hora y media de un centro de esquí, así como a otra hora y media de la playa. Además, San Francisco es una ciudad con una atractiva y abundante oferta de recitales, obras de teatro y musicales, por lo que Cati afirma que puede viajar con amigos y hacer los planes que haría en Buenos Aires durante su fin de semana.
-¿Qué extrañas y que no extrañas?
-Extraño mucho a mi familia y amigos, la comida y sobretodo la calidez de la gente en Argentina. No extraño la vorágine del día a día de allá.
- ¿Qué consejo le darías a los chicos que sueñan con trabajar en lo que los apasiona?
-Les diría que sí se puede. Que si esto es lo que les apasiona hacer que lo hagan. Requiere mucho esfuerzo y trabajo. Les diría también que todo no se puede. Que si quieren dedicarse a esto y trabajar afuera siempre hay que sacrificar algo, como por ejemplo tiempo con la gente que uno quiere. Otra cosa que tienen que tener en cuenta es que no siempre depende de qué tan bueno sea tu trabajo, también está el factor del tiempo y la suerte de que se dé el momento justo en el que la empresa en la que quieras trabajar esté buscando gente. También es crucial siempre seguir aprendiendo, más que nada en esta profesión en la que la tecnología avanza tan rápido
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