Cómo conservar el tiempo
En este autorreportaje, la actriz Soledad Fandiño se desdobla en entrevistada y entrevistadora. Así, por un lado toma el control para evitar preguntas molestas, pero, por el otro, intenta imponer sus condiciones. Aquí, el resultado y la autofoto de rigor, aunque en formato collage
-Soy Yomisma y no te voy a preguntar nada incómodo, sólo voy a inspeccionar un poco tu nivel de creatividad y a exigirte que seas original con las respuestas. ¿Preparada?
-Eh... ¿sí?
-Empezaste con mucha fe en vos misma. Parece que sos una persona muy segura.
-No me considero una persona muy segura, de lo único que estoy segura es de que todos nos vamos a morir.
-¡Epa! Nos fuimos para un lado un tanto oscuro. ¿Sos una persona oscura, Soledad?
-Depende el día. Pero lo que te dije no lo considero oscuro, es una realidad. Ser conscientes de la muerte nos hace valorar más nuestro tiempo en esta única vida científicamente comprobable que tenemos. Y no me digas Soledad, es oscuro. Decime Sol.
-Sol, voy a apagar el grabador, confiá en mí. [Dejando el grabador prendido] Creo que no suma mucho que hagas una nota diciendo estas cosas. ¿Por qué mejor no hablás de cosas lindas y triviales?
-¡Pará! ¡Si vos sos yo, entonces puedo hablar de lo que quiero!
-¡No! ¡Hablá de lo que vende! A nadie le importa cuáles son tus pensamientos más profundos ni qué trabajo estás haciendo. Y si hablás de tu pareja ¡mucho mejor! Exponete para que inventen que sos drogadicta, bipolar, psicótica y muchas cosas más.
-Yo sé que no pensás de esa manera. A vos lo que más te interesa es mi trabajo y quién soy de verdad.
[Se sonríen, se amigan con la mirada y, como si por un leve instante las dos fueran sólo una, hablan a la vez compartiendo la voz.) -¡No perdamos más el tiempo!
-Voy a hacer esta nota sin Miss Cómo, Para Qué y Mirada Externa.
-¿Quiénes son ellas?
-Las ladronas del tiempo. Cómo es una científica frustrada que, aplastada bajo sus libros, intenta convencerme a gritos de que hay una única fórmula para hacer correctamente cada cosa. Me señala con su índice y me dice que yo no sé lo suficiente. Para Qué es una inversora ansiosa que, mientras se desayuna las uñas, me cuestiona si lo que quiero hacer es o no una actividad redituable, si me va a servir para algo en el futuro. Con su voz ronca de olor inseguro intenta susurrarme al oído que no invierta ahora, ya que predice que mi actividad va a ser una pérdida de tiempo. Y Mirada Externa es una mujer en pijamas sin nada que hacer que, desde la comodidad de su sillón, critica mis acciones, mis palabras y me invita a sentarme con ella en ese lugar tan seguro donde nada me puede pasar porque ahí nunca pasa nada.
-¿Y cómo podemos hacer para que no estén?
-Podemos llamar a los guardianes del tiempo. Acción es un guardián sin cabeza que se presenta de inmediato y sin preguntar cómo hace lo que tiene que hacer. Ahora es una niña pequeña que se encapricha con hacer algo al respecto sin pensar para qué y se mantiene siempre presente. El tercero es Confianza, un sabio con los ojos invertidos que, sintiendo el camino, se volvió inmune a la mirada externa.
-Creo que tenemos la nota Sol, ¿qué pensás?
-Al principio no tenía muy en claro cómo hacer esta nota ni para qué, me daba un poco de miedo exponerme a la mirada externa, pero ahora que la hice confío más en vos. ¿Será esa la fórmula para conservar el tiempo?