Comando especial: comedia y acción que hacen escuela
Jonah Hill habla del film que se estrenará este jueves, con una segunda parte ya asegurada
CANCUN.- A pocos pasos del mar Caribe, en medio de una escenografía natural que es toda una invitación al descanso y a las vacaciones más relajadas, Hollywood instala su maquinaria para presentar ante la prensa internacional una nueva muestra de lo que se ha hecho costumbre: ponerle un envase nuevo a algún viejo éxito para probar si conserva su vigencia.
Algo así ocurrió con Comando especial ( 21 Jump Street ), cuyo estreno en la Argentina anuncia Columbia para el próximo jueves. El film, inspirado en una serie televisiva que fue símbolo de los años 80 (ver recuadro), encontró en Estados Unidos una respuesta favorable que superó, inclusive, las expectativas más optimistas. A tal punto que sus artífices ya trabajan contra reloj en una secuela que no tardó en confirmarse.
Para este viaje de la pantalla chica a la grande se optó por dejar de lado la seriedad de las tramas originales y optar por un desenfrenado estilo de comedia que caracteriza a uno de sus guionistas y protagonistas, Jonah Hill, y a sus directores, Phil Lord y Christopher Miller, que a su turno también protagonizaron una travesía cinematográfica. En este caso de la animación (dirigieron Lluvia de hamburguesas ) a una trama con personajes de carne y hueso: dos poco confiables agentes de policía (Hill y el hasta aquí galán Channing Tatum) que terminan de regreso en la escuela secundaria, gracias a que su apariencia les permite operar allí como agentes encubiertos con el fin de rastrear a una red de traficantes y vendedores de estupefacientes.
"Lo que quise en esta película fue tratar de conectarme con la mejor parte de nuestros recuerdos de juventud", explica Hill, vestido para el encuentro con la prensa internacional -propiciado por Sony Pictures- con el mismo atuendo de policía que luce en el film. El actor se confesó fascinado con la posibilidad de volver hacia atrás en el tiempo y reconectarse con ese tiempo feliz de la secundaria, en el que podían hacerse sin complejos "las cosas más torpes y peligrosas".
Con esta premisa, Hill y Michael Bacall ( Proyecto X ) trabajaron desde el guión una potencial mezcla entre la comedia estudiantil con humor zafado y el relato policial pródigo en acción, tiros y persecuciones automovilísticas. "Cuando pensé como autor cuál sería el tono de la película, imaginé que podía combinar dos elementos que siempre me atrajeron: Bad Boys y las comedias de John Hughes", observa Hill, para quien todavía no está claro si hacer una buena comedia resulta más complicado que incursionar en cualquier otro género cinematográfico.
"Una vez, John C. Reilly me dijo que las cosas adquieren sentido sólo a partir de las circunstancias en las que aparecen. En un momento puede tocarte en suerte un personaje muy divertido, que pierde ese efecto en un contexto que no resulta gracioso. Y por el contrario, en el marco de un drama a lo mejor puede surgir alguien que te hace reír muchísimo. Eso sí: nunca escribí un drama. Podría pensar en hacerlo, pero estoy en este momento muy concentrado en mi trabajo de actor y en escribir la secuela de esta película", dice Hill, casi como un monólogo.
El actor, uno de los más celebrados comediantes de su generación, vivió una instancia de reconocimiento aún mayor a comienzos de este año, cuando su destacada labor en El juego de la fortuna le valió una nominación al Oscar como mejor actor de reparto.
"Tal vez las cosas no hayan cambiado nada en mi forma de ser -puntualiza-, pero los últimos meses fueron muy intensos y excitantes gracias a la nominación. Brad Pitt fue muy generoso al ofrecerme el papel y gracias a esa película y a este proyecto de Comando especial se fortaleció en mí el inmenso placer que siento cada vez que actúo. Pero, créanme, lo mejor de la nominación al Oscar fue haber podido llevar a mi mamá a la ceremonia. Ella no lo podía creer y fue un momento de inmensa felicidad para mí."
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