Clark Olofsson, el temible delincuente que inspiró el síndrome de Estocolmo y cuya serie arrasa en Netflix
Fue condenado en tres países por robo y tráfico de drogas; cumplió condena hasta 2018, antes de surgir el libreto para la producción
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Las producciones de Netflix basadas en casos reales se adueñaron de la plataforma de streaming. Esta vez lo hizo Clark, una miniserie sueca que narra la increíble vida criminal, amorosa y judicial de Clark Olofsson, un polémico ladrón de bancos que con su “carisma” inspiró el término del síndrome de Estocolmo en 1973 luego de “conquistar” a sus rehenes y ponerlos a su favor a la hora del rescate.
La serie que está disponible en la plataforma desde el pasado 5 de mayo está basada en las “verdades y mentiras” del ladrón que desafió a las autoridades de Suecia, Dinamarca y Bélgica en múltiples ocasiones. La producción está compuesta por solo seis episodios de menos de 55 minutos de duración cada uno, donde Bill Skarsgård, un actor sueco interpreta, a uno de los más legendarios criminales de la historia de ese país, quien se dice que “se creía una estrella”.
La historia muestra algunos de los hechos reales de su vida, sus fantasías, el sexo y el vocabulario soez y desenfrenado que utilizaba Clark para imponerse ante los presentes. Con su personaje “cautivador”, el ladrón inspiró uno de los términos más utilizados de los últimos tiempos, que incluso se llevan a la pantalla grande, por el curioso caso del delincuente que sedujo a toda Suecia.
El material que está dirigido por Jonas Åkerlund e inspirado en la autobiografía oficial de Clark Olofsson comienza a exponer a un adolescente de los años 60, quien utiliza su astucia para escapar de su casa y se matricula en la escuela de marineros y al poco tiempo, su “trabajo” lo lleva a deambular por el mundo como cadete, donde adquiere conocimientos y agilidad para desenvolverse en la vida. Poco a poco, el joven comienza a sumergirse en un mundo delictivo y es llevado en un instituto correccional de menores, de donde escapa en compañía de otros amigos. En medio de su huida, los jóvenes roban alimentos del invernadero de la casa del entonces primer ministro de ese país, Tage Erlander en Harpsund.
A lo largo de la historia que se muestra en la serie, también se puede ver que Clark agrede a dos policías en Eskilstuna el 4 febrero de 1966, delito por el que fue condenado a tres años de prisión. Se dice que esta fue su tercera sentencia y la primera en una prisión real. El joven, quien se consideraba muy audaz, a finales de 1966 se fugó de la prisión de Tidaholm. Si bien en la historia de Netflix son pocas las fugas que se muestran, el joven se caracterizaba por planear estrategias para eludir a las autoridades. Es que, a los 18 años, Clark ya robaba, se iba de fiesta y cumplía sus “fantasías sexuales”.
Con el tiempo y por los múltiples delitos que cometió, Clark se convirtió en el primer “gánster famoso” de Suecia. Era el típico joven que transmitía una suerte de “deleite” para quienes lo escuchaban y veían “actuar” en la vida real y conseguía que la gente se rindiera fácilmente a sus encantos, pese a que tenía múltiples cargos por intento de asesinato, agresión, tráfico de drogas, robo y un sin número de asaltos a bancos.
El robo al banco de Kreditbanken
Según la historia, el joven participó en el robo al banco Kreditbanken de Norrmalmstorg en 1973, que llevó adelante junto a su compañero Jan-Erik Olsson, donde se acuñó por primera vez el término “síndrome de Estocolmo”, un estado psicológico en el que la víctima de un secuestro desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador. En ocasiones extremas, los prisioneros terminan ayudando a los captores a alcanzar sus fines e incluso establecen una relación amorosa con ellos.
Luego de permanecer seis días como rehenes en ese establecimiento financiero, la policía ingresó al lugar en medio de un operativo que incluyó gases lacrimógenos y la reducción de los delincuentes. Sin embargo se encontraron con “la sorpresa” que las víctimas defendieron a sus captores de las autoridades y se negaron a colaborar en el proceso legal en su contra. Entre los atracadores estaba Clark, quien con sus encantos consiguió que la gente empatizara con él, pese a ser uno de los organizadores del robo.
En medio del escándalo judicial, el psiquiatra Nils Bejerot, que colaboró en el proceso y analizó la situación en los tribunales, le dio vida al concepto conocido como Síndrome de Estocolmo. Ahí se estableció el argumento de que los rehenes aparentemente, en ocasiones de encierro y sumisión, se vuelven agradecidos con los secuestradores y críticos contra el manejo de la situación por parte de la policía.
En 1976 Clark se casó con Marijke, una chica belga, con quien tuvo un matrimonio que duró hasta la década de 1990, con tres hijos en común. De acuerdo con la historia, el hombre fue arrestado en 1998 por contrabando de 49 kilos de anfetamina y fue extraditado a Dinamarca, donde cumplió una condena de 14 años de prisión. No obstante, seguía siendo un delincuente muy buscado en su país de origen, por lo que fue detenido en Varberg en 2008 y trasladado posteriormente a Bélgica por delitos similares, donde cumplió una condena hasta 2018. Hoy, Clark tiene 75 años y se lo conoce con el nombre de Daniel Demuynck, el mismo que adoptó en la década del 90 para eludir a las autoridades.
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