Cirque du Soleil: cómo será Amaluna, su nuevo espectáculo

ROSARIO .– La llegada a Buenos Aires de un espectáculo del Cirque Du Soleil ya no es una novedad, como lo fue en 2006 cuando vino Saltimbanco. Por ese entonces, casi todos conocíamos las maravillas que ofrecen sus shows solamente gracias a algún programa de la TV por cable. Poder ver en vivo las proezas sobrehumanas admiradas anteriormente en pantalla resultaba una posibilidad fascinante. Hoy seis de los espectáculos que lleva de gira por el mundo la compañía de origen canadiense ya pasaron por la Argentina y además, Séptimo Día , el espectáculo basado en la música de Soda Stereo tuvo su estreno en nuestro país. Sin embargo la expectativa que genera la llegada de alguna nueva propuesta de estos espectáculos no decae nunca en ningún lugar del país.

LA NACIÓN fue testigo en Rosario del estreno del espectáculo Amalunaque realizó el Cirque en esa ciudad. Los rosarinos anduvieron conmocionados con la presencia de la carpa en el autódromo de la ciudad y llenaron sus instalaciones en las funciones que se extendieron desde mediados de febrero hasta los primeros días de marzo. Ahora será el turno de Buenos Aires, adonde los porteños tendrán oportunidad de ver este show desde el 15 de marzo y hasta fin de mes. La próxima parada de estos artistas trashumantes de excelencia será en Córdoba, a partir del 17 y hasta fines de abril.

Una fábrica de perfección

"El primer desafío que tuvimos al desarrollar Amaluna es que se trata de un show femenino. Protagonizado por mujeres y con una impronta femenina. En otros shows del Cirque son los hombres los que llevan adelante los actos que requieren fuerza. Para esta propuesta hubo que encontrar un elenco completo de mujeres que pudiera hacer eso que hacían los hombres", cuenta James Santos, bailarín, coreógrafo y actor de teatro musical estadounidense, que actualmente es el director artístico de este show.

Amaluna esta basado en La tempestad, de Shakespeare, pero presenta una versión en la que la mayoría de sus personajes son mujeres. El relato tiene lugar en una isla gobernada por diosas en donde la vida está guiada por los ciclos lunares. Allí viven la reina Prospera y su hija Miranda que ha llegado a la mayoría de edad. Para celebrarlo Prospera invitó a las diosas al festejo. Con una tormenta que desata gracias a sus poderes mágicos la reina logra que un grupo de marineros naufrague en la isla. Dentro de este grupo hay un apuesto joven llamado Romeo que enamorará a Miranda. La lucha por vencer los obstáculos que impiden su relación es lo que encauza la acción de allí en más.

"Muchos integrantes de nuestros elencos llegan no como artistas, sino como atletas, por lo que tienen que buscar realmente dentro de sí para desarrollar los personajes que deben interpretar", comenta Santos. Ese es el caso de Iullia Mihailova, una gimnasta y acróbata ucraniana que interpreta a Miranda, que es prácticamente la protagonista del show. Ella tiene que hacer de una chica de unos 15 años, cuando su edad real es de 32. En el número que le toca debe moverse en un cuenco de cristal y realizar unos ejercicios de equilibrio acrobático en los que se apoya en sus brazos. Esto siempre lo hizo muy bien, sin embargo al principio no le encontraba la vuelta para transmitir las características de su personaje. "Al principio no encontraba la manera de mostrar la candidez y la ingenuidad que tiene Miranda a su edad. Cuando estaba en esa búsqueda quedé embarazada de mi segundo hijo. Fui, lo tuve y después cuando me reincorporé, algo pasó que hizo que pudiera conseguir al personaje que antes tanto me costaba. Ahora ya no me cuesta convertirme cada noche en esa quinceañera que se está transformando en mujer", cuenta Iullia.

El esfuerzo por conseguir la perfección en cada detalle, del que el anterior relato de Iullia es solamente un ejemplo, está permanentemente en la mira de cada integrante de la compañía. Varias horas antes de cada función y también después de terminada la misma, una maquinaria aceitada funciona para que en escena todo resulte excelente. Todos los días al mediodía el elenco llega desde los hoteles en donde se alojan hasta lo que llaman la Villa que es donde están las instalaciones del circo. Allí el director artístico recibe un informe de los físicoterapeutas sobre el estado de los artistas. Con esa información decide quienes participarán de la función de la noche, elabora una lista y coloca en un gran pizarrón los nombres de los convocados. Desde ese momento hasta un par de horas de la función se desarrolla una febril actividad de ensayo y entrenamientos. Junto a las salas de entrenamiento hay televisores y una colección con las grabaciones de cada función. Los interesados revisan las intervenciones que les interesan y con eso buscan corregir junto a sus coaches los errores que tuvieron en alguna función.

Otra actividad febril se da en la zona de vestuarios en la que están todos los trajes que se necesitan para cada función, con tres replicas de cada traje. La ropa que se usa en una función se lava durante la madrugada en enormes lavarropas industriales y al otro día se plancha. Cada integrante del elenco revisa sus vestidos y calzados y si necesita algún arreglo se lo alcanza al responsable para que lo realice. Por otro lado, cada miembro del staff es responsable de maquillarse por sí mismo, para lo cual algunos empiezan muy temprano y pasan horas frente a los espejos pintando los efectos que necesitan sus personajes. Otros se toman menos tiempo, pero nunca menos de unos 45 minutos.

El show

El espectáculo de Amaluna fue concebido por Diane Paulus, una prestigiosa directora de musicales en Broadway. Como todo espectáculo del Cirque, la música acá ocupa un lugar de privilegio ejecutada en vivo, por una banda de rock. La guitarra y batería son las estrellas sonoras. Entre las proezas del show figura un grupo de amazonas, con colas de caballo, que se cuelgan y vuelan de las barras asimétricas. El personaje de Miranda hace contorsionismo y se sumerge en un cuenco de agua transparente, donde transcurren las escenas más románticas. El espectáculo alterna atmósferas de vértigo y adrenalina con otros más calmos. Un sexteto masculino salta y hace trompos en el aire, impulsados en un trampolín doble. La dulzura y la sensualidad vienen con una acróbata que vuela sostenida en un aro. Pero el momento más sorprendente de la noche se da con una mujer que construye y sostiene una figura en la que pone en equilibrio más de quince varas de distintas longitudes hechas con corteza de tallos de palmera sólo apoyadas una sobre otra. El momento en que se da este acto es indescriptible. Al comienzo suena cierto murmullo en la sala cuando todavía la artista solo ubica en equilibrio las primeras tres varas. Luego, el silencio se vuelve absoluto y toda la sala parece respirar al ritmo de esta mujer que construye una increíble estructura de enorme liviandad, insospechada firmeza y fragilidad ante la falta de una sola de sus piezas. Una alegoría perfecta sobre la doble naturaleza firme e inestable a la vez del amor que en ese momento experimentan Miranda y Romeo.

Los espectáculos del Cirque que llegaron a la Argentina

• 2006 Saltimbanco
• 2008 Alegría
• 2010 Quidam
• 2012 Varekai
• 2014 Corteo
• 2016 Kooza
• 2017 Séptimo Día

Algunos números de Amaluna

• 65 camiones transportan todas las instalaciones
• 2000 toneladas es la carga total transportada
• 5227,3 kilogramos pesa la lona de la carpa y 85 personas se necesitan para levantarla
• 2600 espectadores caben en la misma
• Un promedio de 250 porciones por día se sirven para el elenco y el personal
• 46 artistas trabajan en cada función
• 110 personas integran el elenco entre los que salen a escena y los suplentes
• 64 empleados cumplen tareas auxiliares
• 320 piezas componen el vestuario
• 1000 piezas suman los trajes y sus réplicas

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