Yasmina Reza llevará ART al cine con Darín
Es un proyecto de la autora francesa
VERBIER.– Verbier, diminuta estación de esquí en la Suiza francesa, se convierte cada verano en el punto de encuentro de algunos de los músicos más eminentes del panorama clásico mundial. Una auténtica cita en la cumbre, tanto en sentido literal como figurado, que produce desde hace once años algunos encuentros musicales de antología. Ademas de las primeras figuras del piano o el violín, este festival recibe anualmente a escritores, artistas o actores.
Este año, entre los visitantes se encontraba la escritora Yasmina Reza (París, 1957), autora de ART, pieza teatral estrenada en 1994 que ha significado un éxito de proporciones universales casi sin precedente, siendo representada desde Nueva York o París hasta Irán o Japón pasando por Buenos Aires. Ganadora de los dos premios teatrales mas prestigiosos del mundo anglosajón, el Laurence Olivier Award y el premio Tony, la autora ha presentado el año pasado su ultima obra, Une pièce espagnole. Yasmina Reza ha escrito tambien novelas como Una desolación o Adam Haberberg y el libro de relatos Hammerklavier. A pesar de las advertencias de los organizadores del festival suizo sobre "lo intratable" del personaje, Reza accedió a la charla con excelente humor y disposición antes de continuar viaje hacia Gstaad, donde pasó el verano.
-Estamos en el Festival de Verbier y es oportuno hablar de música.
-Mi padre tocaba el piano y mi madre el violín. Yo soy pianista aficionada. La música es el arte supremo, que nos habla desde mas allá de este mundo. La música es superior a la literatura como forma de expresión.
-Sus orígenes son multiculturales.
-Sí. Mis padres eran judíos inmigrantes en Francia. El era ruso iraní y ella húngara. En mi familia no había una lengua común. Por eso pienso que en realidad mi país es el país de la lengua.
-Uno de sus libros se titula Hammerklavier . ¿Por qué eligió esa sonata de Beethoven?
-Porque me parece la obra suprema de la literatura musical. Además, es una historia personal. Mi padre estudiaba piano aún a los 40 años y, estando ya muy enfermo, seguía tocando esta pieza dificilísima, pero la destrozaba. Esa mezcla de patetismo, tragedia y absurdo esta en el origen de mi libro de relatos Hammerklavier .
-Usted dejó entender el poco aprecio que tiene por los novelistas que se ponen a escribir teatro .
- Los novelistas escriben mal teatro porque tienen miedo del silencio y, por tanto, llenan el espacio teatral de palabras y explicaciones. En el fondo, no tienen confianza en el lenguaje teatral, ni en los actores. Necesitan que sus diálogos sean explicativos y no dejan sitio al actor. No tienen confianza en lo "no dicho" ni en el silencio. En el fondo, el problema es que los novelistas tienen un profundo desconocimiento de la escena.
- ¿Cómo nace ART ?
- ART es una historia real vivida por mí. Nace de la compra de un cuadro carísimo por parte de un amigo mío dermatólogo. Compró por 200.000 francos una tela blancuzca y muy fea y yo no pude hacer más que reírme, aunque él lo tomó bien. A partir de ahí pensé en las misteriosas reglas que rigen la amistad y la confianza.
- ¿Nunca ha pensado en dirigir sus propias piezas?
- A menudo me lo pregunto pues pienso que yo podría hacerlo mejor. Pero dirigir tu propia pieza es privarse de la mirada del otro. Prefiero el riesgo de lo imprevisto.
- Une pièce espagnole , de 2004, aún no ha sido estrenada en España. ¿Podría explicarnos de qué trata? ¿Qué es esa "pieza española" ¿Qué hay de España en ella?
- Son dos actores que ensayan una pieza de Olmo Panero, que es un autor espanol. Une pièce espagnole es teatro sobre el teatro. Vemos a los actores trabajar la pieza dentro de la pieza. Panero es, obviamente, yo. Elegí un personaje extranjero para desarrollar un humor diferente. Y elegí España porque es un país al que adoro. Amo a su gente, su música, su color y su ritmo. Percibo a los españoles como personajes impulsivos, con pasión.
- En tanto autora dramática, ¿qué opina del teatro experimental o de vanguardia? Pienso en las duras críticas que medios europeos hicieron a la gestión de eventos como, por ejemplo, el Festival de Aviñón.
- El drama del fenómeno artístico hoy es que ha sido reemplazado por "lo cultural". El "hecho cultural" reemplaza al "hecho artístico". En nombre de la cultura debemos hacer una feroz critica de "lo cultural". Lo paradójico de nuestro tiempo es que, hace años, "lo cultural" era sinónimo de reaccionario y, ahora, es lo "in". Se han invertido los roles. Y encima esas obras indigeribles, que sólo interesan al autor y su familia, se financian con dinero público.
- ¿Y su teatro dónde estaría?
- Entre el teatro ciento por ciento comercial y los absurdos de vanguardia donde no se entiende nada. Creo estar en algún punto intermedio.
- ¿Cómo lleva el inmenso éxito de ART , tan inusual en una pieza teatral y casi sin precedentes?
- No me molesta. Mentiría si dijera que el peso del éxito me aplasta.
- ¿ ART será llevada al cine?
- Me lo han propuesto en numerosas ocasiones y siempre he dicho que no. Pero estoy dispuesta a aceptar un proyecto fílmico del que sea parte Ricardo Darín. He adorado su forma de ver la pieza y su aventura personal con el proyecto. Además, es un hombre extraordinario y encantador con quien he pasado momentos maravillosos en Buenos Aires. Se puede decir que estamos dando los primeros pasos hacia la versión cinematográfica de ART . Es la primera vez que el proyecto fílmico me parece interesante.
- ¿Y el catalán Josep Maria Flotats, que hizo la pieza en Barcelona?
- Es un amigo extraordinario. No los comparo. Son aproximaciones diferentes que se complementan. Fue un lujo tener simultáneamente en España dos producciones de ART de tal calibre.
- ¿Escribió ART pensando en el actor francés Pierre Arditti?
- Sí. Yo tenía en esa época enormes dificultades financieras y escribí esa obra como terapia y esperando que Arditti, que es un gran amigo, la estrenara. Como fue el caso.
- Su camino no ha sido fácil. ¿Las dificultades le han dejado marcas?
- Tuve mucho éxito con mi primera pieza, Conversation après un enterrement, pero luego fue una larga travesía en el desierto hasta ART . Las dificultades de todo tipo me marcaron de forma muy positiva. Sé que nada está garantizado y que lo único que cuenta es nuestra ruta personal.
- Usted es también actriz. ¿Sigue actuando?
- Comencé como actriz, pero ya no me dedico. Es un enorme placer que me permito a veces, pero ya no es mi trabajo.
- Con respecto a la religión judía, ¿es practicante o laica?
- Fui educada laicamente y nunca mi familia me impuso nada, aunque al final de su vida mi padre volvió a la religión. Luego realicé estudios de Talmud, pero sigo teniendo una visión laica del mundo, aunque mantengo con Israel los fuertes lazos típicos de todos los judíos.
- Según una durísima entrevista publicada en The Guardian , sus lectores buscarían una experiencia intelectual "fácil".
- Esa entrevista fue una pesadilla. Yo me siento feliz de que lo que hago tenga la inmediatez de la emoción. Que mis obras no sean oscuras. Racine decía que "el fin último del teatro es despertar la emoción". Las obras de Molière nos siguen hablando claramente hoy en día. Todos, absolutamente todos los grandes autores, se dejan leer y escuchar con placer. Amamos a los grandes autores y escritores porque han sido capaces de provocarnos placer y emoción.
- ¿Cuáles son sus proyectos inmediatos?
-He publicado en Francia dos libros: Nulle part y Dans la luge d Arthur Schopenhauer . Y seguiremos las conversaciones con Ricardo Darín para darle forma a la versión fílmica de ART .
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