Will Ferrell, en una lograda comedia
Deslizando a la gloria es una parodia irresistible del mundo del espectáculo
Will Ferrell es uno de los cinco humoristas más populares de los Estados Unidos. Sin embargo, en la Argentina, sus comedias no suelen llegar al cine. Se lo ha visto, es cierto, en películas como Más extraño que la ficción, Hechizada, Melinda y Melinda o Los productores , pero las delirantes sátiras concebidas para su despliegue histriónico parecen vedadas para el mercado local. Así, en febrero último se editó directamente en DVD Ricky Bobby: Loco por la velocidad (Talladega Nights: The Ballad of Ricky Bobby ), mientras que unos meses antes también había llegado sin escala a los videoclubes El reportero: la leyenda de Ron Burgundy ( Anchorman: The Legend of Ron Burgundy ).
Esa misma suerte acaba de correr otra muy lograda comedia como Deslizando a la gloria ( Blades of Glory es el título original), que el sello AVH estrenó en DVD el miércoles último.
Dirigida por los debutantes Will Speck y Josh Gordon (cuyo principal antecedente era el cortometraje Culture , nominado al premio Oscar hace casi una década), Deslizando a la gloria tiene como protagonistas a Chazz Michael Michaels (Ferrell) y a Jimmy McEllroy (John Heder, visto en Napoleón Dinamita ), los dos máximos astros del patinaje artístico enfrentados dentro y fuera de las pistas. El odio que se profesan termina a los golpes durante una ceremonia de premiación en la que deben compartir el primer puesto. El resultado: ambos son expulsados de la práctica profesional.
Tras ese pequeño prólogo, la acción salta tres años y medio: Chazz se ha convertido en un drogadicto, borracho y adicto al sexo, que ofende al público de un show infantil, mientras que Jimmy se gana la vida vendiendo artículos deportivos. Sin embargo, un vericueto legal les permite regresar a escena: la suspensión de por vida es sólo para las disciplinas individuales, pero no en el caso de competencias en pareja. Así, los eternos rivales deberán convivir durante una larga y rígida etapa de concentración y entrenamiento con miras a un regreso a lo grande. Comienza, entonces, la verdadera buddy-movie, con los caprichosos, egocéntricos y despiadados artistas para tratar de sostener la iniciativa.
Estrenada en abril último, Deslizando a la gloria recaudó casi 120 millones de dólares sólo en los cines norteamericanos. Si bien por momentos apela a cierto humor de trazo grueso, se trata de una lograda, irresistible parodia de las miserias del mundo del espectáculo, el poder de los medios para generar expectativas y amplifcar escándalos, y los abusos del deporte hiperprofesionalizado.
La edición local en DVD incluye, además de la película con sus grotescas coreografías con temas de Aerosmith, Scorpions, Foreigner y Queen de fondo, casi una hora y media de materiales adicionales: desde un detrás de escena de 15 minutos hasta entrevistas conjuntas a los protagonistas (10 minutos), pasando por cuatro escenas eliminadas (9 minutos), otros 10 minutos de tomas alternativas, un documental sobre el vestuario, un videoclip, gags con errores del rodaje, galería de fotos y media docena de otros extras. Un verdadero festín para los seguidores locales del aquí bastante maltratado Will Ferrell.
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