Vigilados: dos parejas amigas y unas vacaciones soñadas para un thriller psicológico que coquetea con el slasher
La opera prime del actor Dave Franco -coescrita junto a Joe Swanberg-, tiene en su elenco a su esposa, la brillante Alison Brie, y al multifacético Dan Stevens
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Vigilados (The Rental, Estados Unidos/2020). Dirección: Dave Franco. Guion: Dave Franco y Joe Swanberg. Fotografía: Christian Sprenger. Edición: Kyle Reiter. Música: Danny Bensi y Saunder Jurriaans. Elenco: Alison Brie, Dan Stevens, Sheila Vand, Jeremy Allen White, Toby Huss. Duración: 88 minutos. Disponible en: HBO Max. Nuestra opinión: buena.
La primera secuencia de Vigilados podría haber sido filmada por el propio Joe Swanberg, quien apuntala a Dave Franco en el guion de su ópera prima. Dos compañeros de trabajo miran atentamente la pantalla de la computadora mientras van pasando imágenes de una idílica casa junto al mar a la que planean ir por un fin de semana junto a sus respectivas parejas. Lo cierto es que “el toque Swanberg” de ese momento (y de tantos otros que acontecerán luego) es ciertamente distintivo, particularmente por su interés en la complejidad de los vínculos que viene desde su época mumblecore hasta la serie Easy, donde encontró el punto justo entre la improvisación y un cierto esquema para cada uno de los episodios.
En relación a esos vínculos swanbergianos, quienes abren el film son Charlie (Dan Stevens, quien ha venido construyendo una interesante carrera en películas de género) y Mina (la excelente Sheila Vand, protagonista de Una chica regresa sola a casa de noche), una decisión interesante que remite a Drinking Buddies. En su caso, son solo compañeros que están colaborando en un proyecto juntos, pero Swanberg y Franco los ubican en el centro del relato, sembrando la duda sobre un potencial enamoramiento no blanqueado. A los minutos, ingresan los personajes de Michelle (esposa de Dave, interpretada por la siempre excelente Alison Brie) y de Charlie (el actor de Shameless Jeremy Allen White, quien interpreta al hermano de Dave y novio de Mina), quienes también se sumarán a la escapada. Una vez hecha la reserva, los cuatro viajan al lugar elegido, epicentro de un horror más indie y más frío, si bien Vigilados es en realidad un film slasher, o al menos se disfraza de uno.
Para una película que no alcanza la hora y media de duración, el exhaustivo desarrollo de personajes es un arma de doble filo y, al ser la carta de presentación de Franco, no nos permite esbozar cabalmente cuál es su impronta como realizador. De todos modos, sí es notorio que en esos pasajes Vigilados es más una obra de Swanberg que del flamante cineasta, con sus extensas charlas sobre crisis existenciales, el miedo que acecha cuando uno se enamora, y con todo aquello que se dice en una noche de alcohol y drogas. La apuesta por trabajar en profundidad los conflictos internos de los cuatro protagonistas se celebra en un film que, sabemos, va in crescendo hacia el horror inevitable.
El punto de inflexión se produce, precisamente, cuando Dave y Mina sucumben a esa atracción palpable y notan fortuitamente que hay cámaras que registran lo que sucede en todos los ambientes de esa casa. Al no poder compartir la revelación con sus parejas porque eso los dejaría al descubierto, Vigilados da el siguiente paso con Dave y Mina como caballitos de batalla, y se convierte en un thriller psicológico donde quien manipula es quien observa, pero quien oculta es igual de responsable por lo que podrá sucederles en el corto plazo. Franco maneja con mucha solvencia esas transiciones, aunque eso implique dejarles muy poco margen a las secuencias slasher.
Cuando la amenaza externa sobre el grupo se vuelve concreta, el film va salteando casilleros precipitadamente, como si la historia se estuviera quedando sin energía. Eventualmente, la escapada de las parejas muta en una pesadilla y Franco termina ceñido a las fórmulas de un género que, como hemos comprobado con exponentes similares, todavía tiene mucho para dar. Esos últimos minutos de la película se resuelven con tanta premura que no permiten que ciertas decisiones estéticas sean puramente disfrutables, como lo que el realizador deja fuera de campo, una persecución registrada con buen pulso, y una vuelta de tuerca que coquetea con una secuela.
Por lo tanto, Vigilados es una prometedora ópera prima que quizá se hubiese beneficiado más de esa impronta mumblecore inicial para dar un giro hacia el mumblegore, esa fusión que tan bien representada está en largometrajes como Tú eres el siguiente, de Adam Wingard (donde curiosamente actúa Swanberg), Creep, de Patrick Brice (con Mark Duplass, otro artista que comenzó en el mumblecore y que cada tanto regresa) y, en menor medida, Martha Marcy May Marlene, de Sean Durkin, uno de los productores del film de Franco. Sin lugar a dudas, las influencias y las herramientas están ahí, el actor ahora solo deberá tomarlas en el camino hacia la construcción de su propia identidad como director.
Dónde verla. Vigilados se encuentra disponible en HBO Max.
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