Una bruja encantadora sin ninguna magia
"Hechizada" ("Bewitched", Estados Unidos/2005). Dirección: Nora Ephron. Con Nicole Kidman, Will Ferrell, Michael Caine, Shirley MacLaine, Jason Schwartzman y Kristin Chenoweth. Guión: Nora Ephron y Delia Ephron, basada en la serie televisiva creada por Sol Saks. Fotografía: John Lindley. Música: George Fenton. Edición: Tia Nolan y Stephen A. Rotter. Diseño de producción: Neil Spisak. Producción hablada en inglés con subtítulos en castellano y presentada por Columbia TriStar Films de Argentina. Duración: 102 minutos. Apta para todo público.
Nuestra opinión: Regular
Cuesta entender cómo una película con tantos atractivos previos, con tanto talento reunido, puede resultar tan obvia y mediocre como "Hechizada". En medio de la obsesión hollywoodense por reciclar viejas y populares series de la pantalla chica, la idea de recuperar a la muy seductora bruja Samantha Stephens que Elizabeth Montgomery inmortalizó durante los años 60 y 70 no parecía nada desdeñable. Mucho menos si la encargada de concretar esta resurrección no era otra que la neoyorquina Nora Ephron, autora y directora de otras muy apreciables comedias románticas como "Sintonía de amor" y "Tienes un e-mail", y guionista de ese modélico exponente del género que sigue siendo "Cuando Harry conoció a Sally". Si a eso le sumamos a una actriz dúctil y de prestigio como Nicole Kidman y a uno de los cómicos más aclamados que surgieron del ciclo televisivo "Saturday Night Live" como Will Ferrell, prácticamente no había resquicio posible por donde se filtrara un error que hiciera fallar el intento. Pero falló.
Cabe indicar de antemano que no es "Hechizada" un film exasperante y hasta ofrece algún que otro pasaje simpático y un par de observaciones punzantes.
Pero esta versión remozada por Ephron nunca levanta vuelo (ni siquiera cuando Kidman se monta sobre su escoba mágica), jamás fluye, divierte sólo con cuentagotas y la química entre ambos protagonistas está muy lejos de ser la aconsejable para un género que necesita desesperadamente del ida y vuelta, de la interacción tanto cómica como romántica.
Kidman interpreta a Isabel, una bruja que llega a Beverly Hills con la idea de "llevar una vida normal", conseguir una acogedora casa, un trabajo y un hombre sencillo y afable. No es el caso, precisamente, de Jack Wyatt, un egocéntrico astro de acción cuya carrera está en franco declive, al extremo que después de un par de fracasos millonarios decide probar suerte con el papel de Darrin en una remake televisiva de... "Hechizada".
Para que ninguna actriz lo eclipse, su ambicioso manager (Jason Schwartzman) y los atribulados productores del proyecto deciden buscar a una sumisa y desconocida joven capaz de interpretar sin mayores exigencias ni desplantes a Samantha. Pero la en principio encantadora e inocente Isabel, claro, no tardará en mostrar sus garras (ni sus poderes sobrenaturales).
Entre ironías bastante gruesas y subrayadas sobre el estado de las cosas en el mundo del entretenimiento, un juego elemental y muy visto entre realidad (el romance de los protagonistas) y ficción (el matrimonio que encarnan en la serie que filman), gags demasiado torpes, y musicales muy poco creativos (con Frank Sinatra cantando "Witchcraft" o el tema de The Police "Every Little Thing She Does Is Magic"), la película se va desinflando a gran velocidad y ya nada ni nadie la puede salvar: ni las forzadas apariciones de dos veteranos como Michael Caine o Shirley MacLaine, ni los cameos de los entrevistadores James Lipton y Conan O´Brien ni el despliegue de sofisticados efectos visuales que permitió el generoso presupuesto de 85 millones de dólares.
Muchos dólares, artistas de primera línea, ideas que dieron buenos resultados cuatro décadas atrás... Todo eso se termina desperdiciando en esta olvidable versión cinematográfica de "Hechizada".
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