Un viejo autocine de un pueblo español hizo historia: es la primera sala que volvió a la actividad en ese país
Mañana se cumplirán 87 años del nacimiento del autocine. El kilómetro cero de esta película se inició en Camden, New Jersey, Estados Unidos. La noche del 6 de junio de 1933, unos seiscientos espectadores pagaron 25 centavos de dólar para ver Wives Beware, una comedia británica. Esa modalidad de ver cine desde la comodidad del propio coche se extendió por todo el mundo. Llegó a tener su momento de esplendor en todo el mundo, también en nuestro país. En un pueblo de Alicante, España, hace 41 años, una familia decidió instalar un autocine en una ciudad con castillo islámico con vistas panorámicas al Mediterráneo. Desde ese momento nunca cerró, hasta que llegó el coronavirus. En medio de las actuales medidas para volver a retomar la actividad, el viejo autocine familiar más antiguo de España estuvo en la línea de avanzada; el jueves, por primera vez desde que se cerró la actividad cultural por la cuarentena obligatoria, se volvió a proyectar una película en España: cien espectadores pagaron 5 euros para ver un doble programa de Minions y Parque Jurásico.
Carles Miralles es el dueño de esta sala a cielo abierto de Denia, ciudad de unos 45.000 habitantes cerca de Valencia. Paraje de acantilados, playas de finas arenas, cultivo de frutales y un castillo construido en la época islámica de vistas idílicas. En 1979, Miralles estaba vinculado con el detrás de cámara como productor; había estudiado en París y las cosas le funcionaban. Decidió hacer en un terreno de 12.000 metros cuadrados un cine de verano."La tendencia entonces era hacer salas pequeñas, de 50 o 100 butacas, y pantalla pequeña. Yo decidí hacer lo contrario: una pantalla de 200 metros cuadrados de blanco y un proyector puesto a 105 metros de la pantalla. Fabricamos los altavoces manualmente como si fueran porteros eléctricos", contó el dueño del histórico autocine a CulturPlaza, un medio valenciano.
Supuestamente lo iba a mantener abierto solo durante el verano, pero fue un éxito: Miralles y Dolores, su mujer, se dedicaron a tiempo completo a esta extraña moda de ver una película desde un coche. El inventor del autocine, Richard Hollingshead, cuenta la historia que una noche de 1928 puso una cámara sobre el capó de su auto, dirigió la lente hacia una una lona que había fijado entre dos árboles ubicados en su jardín. Hollingshead patentó la idea bajo el concepto "Drive-In Theater".
Al otro lado del Altántico, 46 años después, el emprendimiento familiar de Carles Miralles siguió su rumbo. En los 60 y 70 empezó a tener competencia con otros autocines. Si bien el resto de los emprendimientos apostaban a un público de parejas, él apostó por programar para toda la familia. "La gente empezó a montar autocines como quien monta una discoteca, pensando en ofrecer una propuesta de ocio cerca del mar sin más. No tuvieron en cuenta que el del exhibidor es un oficio, no un negocio sin más", contaba Miralles, quien llegó a programar películas de miércoles a domingo, doble sesión con películas de estreno y siempre a precios populares. Con el tiempo terminó administrando otros autocines que habían cerrado. Como sucedió en Buenos Aires, donde llegó a haber cinco autocinesy que, desde hace unos años, se retoman el modo revival cada verano.
Durante estas cuatro décadas lo suyo sobrevivió a la piratería, a la transición de los rollos de 35mm al sistema digital, a las plataformas online ("lo que sería muy peligroso es que haya una generación que se acostumbe a ver cine únicamente desde casa, los cambios generacionales son los que pueden echar abajo el modelo"). En todos estos años fue combinando películas americanas con un film europeo. De tener competencia, en estos momentos solamente quedan en España otros cinco autocines, ubicados en Alicante, Valencia, Madrid, Vizcaya y Asturias. "Cuando todos los viernes nos reunimos para diseñar la programación es como si cambiáramos toda la decoración de un local, como si todo empezara de nuevo. No hay nada que me ilusione más, es una sensación que se mantiene intacta semana tras semana", apuntaba en una nota.
Nunca en estos 41 años había cerrado hasta que llegó el coronavirus. Los autocines de Corea del Sur, Alemania y Estados Unidos se convirtieron en tendencia. En el mismo parking del aeropuerto de Montevideo se proyectarán películas. Al volver a la actividad, ayer, el viejo autocine familiar español hizo historia. Tras pasar el área de salud de Dénia a la fase 1, se exhibieron dos películas seleccionadas por sus propios espectadores. "En condiciones normales nos vemos casi obligados a programar cine comercial norteamericano, pero en esta ocasión es distinto, vamos a proyectar el cine que ha elegido nuestro público", ha celebrado Miralles en declaraciones a la agencia EFE.
Las entradas para el "pase doble" valen cinco euros. Los usuarios esta vez no pagan por el coche, como es habitual en este tipo de espectáculos. "No hacemos esto por dinero, no vamos a aprovecharnos de que no tenemos competencia para hacer negocio", dijo él. Como medida de prevención, de la capacidad total de 300 vehículos, solo podrán acceder 100. Ya no se podrá estar en la terraza del bar tomando una cerveza mientras el público espera que se le sirva la cena. Han cerrado la barra, instalaron mamparas y por una pequeña ventana se entregan los pedidos. Las dos primeras películas escogidas por sus espectadores se mantendrán en la cartelera durante una semana.
¿Cómo anduvo eso? Lo contaba esta mañana a una radio local: "Fue divertido reencontrarse con clientes que venían con una ilusión especial. Me he dado cuenta esta mañana leyendo un poco los titulares que, ¡joder!, hemos hecho algo muy especial, hemos marcado un hito. La semana pasada cuando decidimos la reapertura nunca nos planteamos que íbamos a ser los únicos y todas esas cosas...., pero bueno. ¿Cómo continuará todo esto? Es un misterio. Pero sabemos que nuestra clientela fija va a estar ahí, porque los clientes de los 80 luego vinieron con sus hijos y ya llegamos a los nietos".
La leyenda del autocine continúa.
Temas
Otras noticias de Covid
Más leídas de Cine
En el top de Prime Video. La película que fue directo al streaming y tiene un toque de ciencia ficción, pocos personajes y grandes ideas
Thierry Frémaux, director del Festival de Cannes. “El cine argentino es tenido en cuenta en todo el mundo, hay que sostenerlo”
Con ojos norteamericanos. Gaucho gaucho es un atípico acercamiento a la vida rural en el Norte argentino
Uno de los films musicales más influyentes. El regreso de la icónica película de Demme sobre Talking Heads y por qué hay que correr a verla