Un Schindler a la italiana
Salvó a 300 personas dándoles trabajo como extras
ROMA.- Vittorio de Sica (1901-1974), el extraordinario actor y director italiano que fue padre de películas tan legendarias como "Sciusciá" y "Ladrones de bicicletas", que le significaron el Oscar, también fue una suerte de "Schindler a la italiana". Este maestro del neorrealismo, en efecto, en el verano boreal de 1943, hace exactamente sesenta años, en plena Segunda Guerra Mundial y bajo una Roma ocupada por los nazis, salvó a 300 personas, muchas de ellas judíos, contratándolas como extras para la bastante desconocida película "La puerta del cielo".
Auspiciado por el Vaticano -tanto es así que su delegado para la producción era nada menos que el joven monseñor Giovanni Battista Montini, futuro Pablo VI-, el film contaba la historia de un grupo de enfermos que viajan hacia el santuario de Loreto en busca de un milagro. Según el Corriere della Sera, De Sica aceptó la oferta de la Santa Sede de rodar esto para evitar tener que seguir a los nazifascistas a Venecia, donde Joseph Goebbels pensaba fundar el cine de Saló.
Amén de que "La puerta del cielo" finalmente resultó un fiasco (hoy sólo queda una copia, y en mal estado, y las malas lenguas dicen que, finalmente, el centro de filmografía católica no lo promocionó porque De Sica era un concubino confeso), el "miracolo" verdadero fue del director. En un acuerdo secreto con monseñor Montini, que preveía que la obra no terminara de filmarse si antes los alemanes no habían dejado Roma, De Sica logró dilatar los tiempos de la filmación para darle refugio a 300 perseguidos por el régimen, que tomó como extras y escondió en el set: la iglesia de San Pablo. Trescientas personas entre las cuales había judíos, irregulares varios y partisanos (miembros de la resistencia), que de no haber recibido esta ayuda hubieran sido deportados a los atroces campos de concentración diseminados en Europa.
Fortaleza bajo asedio
La noche del 3 de febrero del 44, cuando el teniente Pedro Koch, enfurecido, irrumpió en la iglesia de San Pablo y se llevó a 60 sospechosos, "el set se convirtió en una fortaleza bajo asedio", solía contar De Sica.
Nacido en Sora, al sur de Roma, en julio de 1901, este director que reflejó con maestría a la Italia de la posguerra, había comenzado a hacer teatro a los 16 años, llegando muy pronto a ser una estrella de las matinés. Más tarde pasó a la dirección, llegando a filmar entre 1939 y 1974 unas 35 obras, entre las cuales "Sciusciá" (1946), "Ladrones de bicicletas" (1948), "Ayer, hoy y mañana" (1963), y "El jardín de los Finzi Contini" (1970) le valieron un Oscar. De Sica murió de cáncer a los pulmones el 13 de noviembre de 1974 en Neuilly-sur-Seine, cerca de París.
La dramática y más bien poco conocida historia de su gesto heroico durante la filmación de la olvidada película auspiciada por el Vaticano, "La puerta del cielo", que lo pinta como a una suerte de "Schindler a la italiana", el año próximo será llevada a la pantalla grande por Christian De Sica, el hijo actor de Vittorio y de la actriz española María Mercader, su segunda mujer.
Producido por Miramax y Bixio, este film probablemente será dirigido por el mismo Christian De Sica, que interpretará a su padre. Pero no será el único film sobre el "miracolo" de De Sica. Otro director italiano, Maurizio Ponzi, acaba de terminar de rodar una historia supuestamente muy parecida, por lo que Christian De Sica, un actor muy conocido aquí por sus papeles en comedias light, al mejor estilo Olmedo y Porcel, actualmente está pensando en denunciarlo ante la Justicia por plagio.
Llamada "Con las luces apagadas", un título que tiene que ver con la sala de proyecciones, pero también con los valores oscurecidos por el fascismo, ésta cuenta una historia que tiene lugar en la misma época, y que habla de un director de cine que filma una película con extras que se esconden de la persecución nazi.
Si bien para Ponzi son meras "coincidencias" porque hay varias diferencias entre las dos historias, los abogados de De Sica junior están analizando el guión de su "rival", para ver si inician acciones legales.
"Yo anuncié este proyecto hace tiempo y lo voy a hacer -le dijo Christian De Sica al Corriere-, porque para mi padre esta historia fue importante: hizo que encontrara a mi madre, y en lo artístico lo llevó hacia otra dirección. No por casualidad poco después rodó "Sciusciá" y "Ladrones de bicicletas". Además, aunque fue un fracaso, "La puerta del cielo" le había gustado, y no sólo humanamente".