Un pueblo islandés apuesta todo a ganar el Oscar
Husavik, en el que transcurre la comedia de Netflix Festival de la canción de Eurovisión: la historia de Fire Saga, ha tomado como himno al tema del dúo ficticio compuesto por Will Ferrell y Rachel McAdams
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HUSAVIK, Islandia.- Hace un par de lunes, en la trastienda de un hotel vacío junto al mar, un grupo de vecinos expectantes se reunieron alrededor de una computadora que transmitía en vivo las nominaciones a 93° Premios Oscar, con la esperanza de que su campaña de apoyo hubiese rendido frutos.
Poco después del mediodía, llegaron las buenas noticias, y una vez más los residentes escucharon decir el nombre de su ciudad con acento estadounidense: “Husavik”, una canción de la película de Netflix Festival de la canción de Eurovisión: la historia de Fire Saga, fue nominada a mejor canción original.
La canción debe su nombre a esta pequeña ciudad costera —también hogar de los principales personajes de la película—, y hacía semanas que los vecinos hacían campaña para que la canción fuera nominada al Oscar.
“Lloré al escuchar la noticia”, dice Orlygur Orlygsson, de 37 años, uno de los entusiastas reunidos en el hotel. “La película le dio a Husavik reconocimiento mundial, y queríamos repetirlo con la canción”. Orlygsson confesó seguir emocionado por la nominación.
De las 2.300 personas que viven en esta localidad portuaria ubicada en la costa norte de Islandia, tal vez Orlygsson sea el fan de más alto perfil de Fire Saga. Es propietario de un café llamado Ja Ja Ding Dong, bautizado así por una canción graciosa de la misma película.
Y en febrero, cuando “Husavik” era una de las 15 canciones de la lista de candidatas a mejor canción, Orlygsson inició la campaña para convencer a los miembros de la Academia de que la nominaran.
La historia de Fire Saga tiene como eje a dos músicos de Husavik, interpretados por Will Ferrell y Rachel McAdams. La pareja —que “probablemente no son” hermano y hermana—, son seleccionados “by default” —por descarte— para representar a Islandia en el Festival de Eurovisión, después de la explosión de un barco que transportaba a los mejores cantantes islandeses.
A partir de entonces, ambos ingresan en el mundo de las “luces de neón y los afiches publicitarios”, aunque al final descubren que no hay lugar como el hogar. Y la canción “Husavik” es su presentación en el festival de Eurovisión, el clímax triunfal de la película.
La película se estrenó en junio por Netflix, pero los críticos no quedaron demasiado satisfechos. En su reseña para The New York Times, Jeannette Catsoulis la calificó de “farsa exagerada” y “payasada cursi de mal gusto” [N. del T.: la crítica de LA NACION fue más positiva en su apreciación].
Pero los fanáticos del Festival de Eurovisión —que cada año concita la atención de 200 millones de telespectadores—, recibieron de buen grado la película, y no era para menos: el año de la pandemia obligó a cancelar el concurso por primera vez desde su primera edición, en 1956. Y no bien los residentes de Husavik arrancaron con su campaña en internet, miles de esos fanáticos hicieron correr la voz por las redes sociales.
En el sitio web de la campaña puede verse un video de un habitante ficticio de Husavik, llamado Oskar Oskarsson, que cubre de elogios a su ciudad y asegura que lo único que le hace falta para ser perfecta es “otro Oskar”.
El video es muy cómico y también muestra a una mujer pescadora que enarbola un pez y lo besa, agradeciendo, como si fuese la tan preciada estatuilla, y a una fila de vecinos que le depositan ofrendas a los elfos para que ayuden con la campaña. “El pueblo de Husavik está muy emocionado”, dice el sitio web de la campaña.
Según los organizadores, el video ha recibido 200.000 visitas en YouTube y en las plataformas de las redes sociales.
El actor del video es Sigurdur Illugason, un pintor de casas de la localidad que actualmente también actúa en el musical La tiendita del horror en el club de teatro de Husavik, ante un público embarbijado de 50 personas.
Kristjan Magnusson, alcalde de la localidad, dice que el principal valor de la campaña es levantar el ánimo de los vecinos. “Lo más importante es la oportunidad de reunirse para un gran proyecto como este”, dice el funcionario. “Lo demás viene es un bonus que igual se agradece.”
Molly Sanden, quien puso su voz al personaje de McAdams cuando canta, elogió a los habitantes de Husavik por hacer campaña por la canción. “La campaña demuestra que la ciudad tiene el mismo corazón y espíritu que tiene la canción”, dice Sanden en entrevista telefónica desde su Suecia natal.
Sanden dice que quiere visitar Husavik no bien termine la pandemia, para ver las montañas, la aurora boreal y las gaviotas que describe la letra de la canción.
De hecho, esa letra podría aplicarse a la mayoría de las comunidades costeras de Islandia, y el demo de la canción se escribió con Husavik como marcador de posición, incluso antes de que el director y los productores de la película visitaran Islandia para decidir la locación para el rodaje de la película.
“Escuché por primera vez el demo de la canción mientras recorríamos Islandia en auto en busca de locaciones”, dice Leifur Dagfinnsson, administrador de la productora local True North, que trabajó en el rodaje de La historia de Fire Saga.
Dagfinnsson dice que originalmente el plan era encontrar una ciudad en la parte sur de la isla, cerca de Reykjavik, la capital, para ahorrar en transporte. Husavik está más cerca del Círculo Polar Ártico, y nunca había sido locación de una producción cinematográfica internacional. Pero el contundente demo con Husavik inclinó la balanza a favor de la remota ciudad ártica.
“Además, Husavik es más fácil de pronunciar que otros nombres de ciudades islandesas”, dice Dagfinnsson, una clara ventaja frente a localidades como Stykkisholmur (que se pronuncia “Stikk-is-hohlm-ur”), “una ciudad que desde un punto de vista presupuestario nos convenía más”.
En Husavik, los barcos de avistamiento de ballenas superan en número a los barcos pesqueros, y a diferencia de la ciudad de la película, tiene media docena de bares. La principal fuente de ingresos de la ciudad es el turismo, y si un grupo de vecinos adultos ha tenido tiempo de hacer campaña a favor de la canción es en parte debido al subempleo generalizado a causa de la pandemia. Ahora que Islandia permite la entrada de visitantes extranjeros vacunados, los habitantes de Husavik esperan que los turistas “canten” el nombre de la ciudad en el GPS de sus coches y vuelvan a conocer la ciudad.
Los impulsores de la campaña esperan aprovechar la publicidad de la nominación al Oscar para abrir un museo de Eurovisión junto al café Ja Ja Ding Dong, con recuerdos de los concursantes islandeses que nunca ganaron la competencia. Y por supuesto lanzarán más videos de Oskar Oskarsson antes de que los miembros de la Academia empiecen a votar.
Las más férreas candidatas a ganar la estatuilla a canción original son “Speak Now”, tema de Una noche en Miami y la ya ganadora del Globo de Oro “Io Si (Seen)”, de La vida ante mí. También están nominadas “Fight for You”, de Judas and the Black Messiah y “Hear My Voice” de El juicio de los 7 de Chicago, tercera película de Netflix en esa categoría.
Gane o pierda, la canción “Husavik” ya es parte del tejido social del lugar. El equipo de fútbol local, los Volsungs, hace sonar la canción antes de cada partido, y el coro de niños del poblado interpreta regularmente la parte en islandés de la canción.
Savan Kotecha, productor ejecutivo de la película, coescribió la letra de la canción utilizando Google Translate para los versos en islandés y Google Street View para hacerse una idea del paisaje de la localidad.
“Nunca imaginé que la canción terminaría teniendo un significado especial para la gente del lugar”, dijo Kotecha en una entrevista. “Ahora, para ser totalmente sincero, si queremos ganar es por la gente de Husavik.”
(Traducción de Jaime Arrambide)
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