Tres buenas y dos malas de Cate Blanchett
El estreno de Carol es el puntapié ideal para repasar la filmografía de la camaleónica actriz
TRES BUENAS:
*1. I'M NOT THERE (2007, Todd Haynes)
Si hay un realizador que supo cómo captar la esencia de dos venerados artistas desde ángulos poco convencionales, ése es Todd Haynes. Antes de reencontrarse con Cate Blanchett en Carol - adaptación de la novela de Patricia Highsmith The Price of Salt -, ambos habían unido sensibilidades para I'm Not There, una mirada peculiar a la figura de Bob Dylan que podría funcionar como complemento de Velvet Goldmine, otra obra maestra de Haynes, homenaje el glam rock y al recordado David Bowie . En I'm Not There, Blanchett interpreta a Jude Quinn, que vendría a representar al Dylan de mediados de los sesenta, uno reacio a las preguntas de la prensa que intentaban encasillarlo de cualquiera manera posible. No es fácil destacarse en un elenco que incluye a Heath Ledger , Christian Bale y Ben Whishaw pero, al tratarse de Blanchett, el desafío fue abordado con increíbles resultados.
Asimismo, la decisión de Haynes de elegirla para interpretar a una de las tantas imágenes de este caleidoscopio también puede leerse como un manifiesto que repudia cómo a la sociedad le gusta etiquetar mediante axiomas (si el cantante es hombre, debe ser interpretado por uno), sin considerar que los grises son parte constitutiva de cualquier identidad.
*2. BLUE JASMINE (2013, Woody Allen)
Cuando le llega el turno de subirse a un determinado escenario a agradecer un premio - una constante en su carrera -, Cate Blanchett ubica muy alto dentro de su lista de menciones a la compañía de teatro de Sydney, donde no solo dio sus primeros pasos como actriz sino también para la cual ha venido dirigiendo y protagonizando obras como They Shoot Horses, Don't They? y Blackbird. Otra de esas obras de la que formó parte fue nada menos que Un tranvía llamado deseo, bajo la dirección de Liv Ullmann, con su compatriota Joel Edgerton como contrafigura y poniéndole el cuerpo al emblemático personaje de Blanche DuBois. Curiosamente, tres años después, Woody Allen la convocaría para interpretar a Jeanette "Jasmine" Francis, la atribulada protagonista de ese homenaje cinematográfico a la obra de Tennessee Williams llamado Blue Jasmine.
El conocimiento del papel que tuvo como referente se percibe en cada secuencia de este film que recae enteramente en su actuación, actuación que debe pasar de la euforia a la desazón de un momento a otro y cuya preparación la dejó extenuada. "Woody siempre me llamaba después de cada jornada para decirme que no lo había hecho tan bien" declaró Blanchett sobre el duro rodaje de un film que le valió su segundo Oscar - y el primero como mejor actriz protagónica -, tras el obtenido por El aviador en la categoría secundaria.
*3. VIDA BANDIDA (2001, Barry Levinson)
Que Cate Blanchett sabe dominar con maestría el género dramático es, a esta altura, una obviedad. Sin embargo, aquellas raras veces en las que la actriz se salió de lo convencional y apostó por películas de género (Premonición de Sam Raimi) y/o comedias (La vida acuática de Wes Anderson) logró sorprender gracias al uso de otros registros. Vida bandida, esa pequeña joyita de Barry Levinson, bien podría pertenecer a esta clase de proyectos para los cuales Cate se corrió de la norma. El film se centra en Joe ( Bruce Willis ) y Terry ( Billy Bob Thornton ), dos amigos y ex convictos que al salir de la cárcel planean una serie de robos que tienen como común denominador el dormir la noche previa en la casa de los administradores de diferentes bancos, forjando una relación con ellos que precede al gran golpe.
En esa dinámica inamovible irrumpe Kate (Blanchett), una ama de casa que, deseosa de huirle al conformismo de su matrimonio, se une a la dupla para ser partícipe del raid delictivo y se ve involucrada en un triángulo amoroso casi sin quererlo. Suerte de reverso del personaje que interpretaría en Escándalo, Blanchett despliega su sensualidad pero sin oscuridad alguna, demostrando que también puede entonar una canción ("Total Eclipse of the Heart" de Bonnie Tyler) y resignificarla por completo.
DOS MALAS:
*1. TRUTH (2015, James Vanderbilt)
Truth se estrenó en Estados Unidos el año pasado, tan solo un mes antes que En primera plana, lo cual no hizo más que acentuar sus (de por sí) notorias fallas. La película de James Vanderbilt también toma un caso puntual investigado por periodistas: el hecho de que George W. Bush habría desertado de la guerra de Vietman, hecho que es expuesto en plena reelección del 2004 por el periodista de CBS Dan Rather ( Robert Redford ) y su productora Mary Mapes (Blanchett). Sin embargo, todo aquello en lo que En primera plana triunfa (sutilezas, actuaciones parejas, personajes delineados) en Truth trastabilla, partiendo de la base de que pretende ser un film pluridimensional pero que, en esencia, toma partido desde el primer minuto, anulando el debate.
De todas maneras, es Blanchett quien impide que el barco se hunda, convirtiéndose en el verdadero centro del film con una interpretación de varias capas. Lo contrario sucede con Redford, quien no solo estuvo mal elegido para el papel de Rather sino que además se mueve a desgano en medio de un cast integrado por actores como Dennis Quad y Elisabeth Moss que no tienen demasiado para aportar a la narrativa. ¿Conclusión? Mejor optar por la lectura de Truth and Duty, el libro de Mary Mapes sobre el denominado Rathergate, sobre el que se basa este film un tanto grotesco.
*2. EL AVIADOR (2004, Martin Scorsese)
Si bien El aviador responde más a un modelo cuadrado de biopic - la antítesis de las mencionadas I'm Not There y Velvet Goldmine -, dividida en viñetas y algo acartonada, de todos modos es exitosa al mostrar esa convivencia (por momentos infernal) entre las dos caras del ambicioso Howard Hughes, quien se movía entre su naturaleza visionaria y su carácter obseso, síntoma de una enfermedad que tomaba el control de su vida. En este aspecto, la actuación de Leonardo DiCaprio es perfecta a la hora de transmitir la lucha interna de un hombre incesante.
Lamentablemente, Cate Blanchett no corre con la misma suerte dado que su interpretación de la gran Katharine Hepburn se asemeja más a una copia de ciertos modismos y gestos que a un verdadero retrato cándido de una de las mejores actrices que ha dado el cine. Por este film, Blanchett ganaba su primer Oscar en el 2004, tras su primera nominación recibida en 1998 por la película que la ubicaría en el radar hollywoodense: Elizabeth de Shekhar Kapur.
*El trailer de Carol, la flamante película de Todd Haynes:
PARTICIPACIÓN. ¿Cuáles son sus actuaciones favoritas y no tan favoritas de Cate Blanchett?
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