Tres buenas y dos malas de Bryan Cranston
Si bien sus mejores trabajos pueden ser encontrados en televisión, el actor también se destacó en cine, aunque con algunos altibajos; en esta nota los repasamos
*TRES BUENAS:
*1. PEQUEÑA MISS SUNSHINE (2006, Jonathan Dayton y Valerie Faris)
Si bien es imposible disociar el nombre de Bryan Cranston del de Walter White, lo cierto es que el actor es, ante todo, un gran comediante. Luego de haber concluido nada menos que seis años de la sitcom Malcolm in the Middle, Cranston interpretó un mínimo papel en Pequeña Miss Sunshine, el debut cinematográfico del matrimonio Jonathan Dayton-Valerie Faris, quienes venían de dirigir los videoclips más representativos de MTV en su época de esplendor. En el film - que fue realizado con fines modestos y terminó llegando al Oscar con múltiples nominaciones - podemos notar lo cómodo que se siente Cranston en la comedia, a través del papel de Stan Grossman, suerte de empleador de voceros motivacionales. Si bien su intervención en el film es muy breve, su confrontación con el personaje de Greg Kinnear es uno de los desvíos más acertados que esta road trip emprende y, en consecuencia, uno que no pasa inadvertido.
*2. DRIVE (2011, Nicolas Winding Refn)
Uno de los tantos méritos de la película de Nicoals Winding Refn - si no mencionamos el gran soundtrack o la fotografía de Newton Thomas Sigel - es la homogeneidad del elenco. Ryan Gosling parecía estar preparándose por entonces para Only God Forgives, su segunda colaboración con Refn (director que lo influenció al punto tal de impulsarlo a dirigir su ópera prima, la estilizada Lost River) en el que también interpretó a un hombre de pocas palabras y deambular nocturno con una economía de recursos extraordinaria. Asimismo, Oscar Isaac ya despuntaba como un gran actor con un pequeño rol como la figura antagónica de Gosling en su disputa por el afecto de Irene (Carey Mulligan, también perfecta).
Sin embargo, la dupla de actores secundarios es lo que hace que Drive cobre vuelo. Por un lado, Albert Brooks como el apabullante Bernie Rose. Por el otro, Bryan Cranston como Shannon, confidente de nuestro protagonista, ese conductor anónimo, ese hombre sin nombre. La charla que se suscita entre ambos en un momento previo al comienzo del fin es otro ejemplo de la diversidad de Cranston para ir de personaje en personaje sin dejar de ser efectivo.
*3. ARGO (2012, Ben Affleck)
Argo, la película ganadora del Oscar que terminó de reivindicar a Ben Affleck como realizador - aunque con su ópera prima Gone Baby Gone ya podíamos vislumbrar su talento -, es esencialmente un film de elenco en el que si falla una pieza toda su lógica se cae a pedazos. Con excepción de su propia interpretación, Affleck tuvo buen ojo para la elección de actores, desde la hilarante dupla Alan Arkin-John Goodman, pasando por los sutiles Scoot McNairy y Clea DuVall, hasta Cranston como Jack O'Donnell, el jefe del agente de la CIA Tony Mendez (Affleck), quien recibe la curiosa propuesta que oficia como punto de partida del film.
La variedad del elenco se hermana con lo acertado que es el guión de Chris Terrio a la hora de combinar distintos géneros en esta historia real que sigue resultando increíble. A Argo se le podrán criticar ciertas licencias que fueron tomadas con fines estrictamente narrativos, pero es innegable que funciona en dos niveles: es una sátira de la industria del cine y un thriller fascinante hasta el último minuto.
*DOS MALAS:
*1. DETACHMENT (2011, Tony Kaye)
Tony Kaye no es precisamente un director sutil y su necesidad por el trazo grueso muchas veces lo involucra en disputas con los actores, como sucedió con la infame pelea con Edward Norton en el rodaje de American History X. Detachment, su tercera y última película hasta la fecha, es un festival de golpes bajos. Si bien la premisa era interesante aunque trillada (profesor con buenas intenciones en un contexto hostil), Kaye no se queda en una o dos tramas sino que atomiza la historia, disparándola para cualquier lado que implique desazón, tristeza y crueldad.
Adrien Brody interpreta al docente en cuestión, quien además de luchar en su trabajo, cumple el rol de protector de una joven prostituta (Sami Gayle, el único aspecto valioso del film) y batalla contra sus propios demonios del pasado vinculados a una infancia traumática. En Detachment no hay esperanza y, en cierta medida, es la antítesis perfecta de Argo en cuanto a la cohesión del elenco, dado que aquí tanto Brody y Cranston como Christina Hendricks , Marcia Gay Harden y Lucy Liu actúan a media máquina y con interacciones fallidas.
*2. GODZILLA (2014, Gareth Edwards)
¡ATENCIÓN, SPOILERS A CONTINUACIÓN! Cuando se anunció el nombre de Bryan Cranston para el elenco de Godzilla - así como cuando se anunció el de Juliette Binoche - uno lógicamente podía asumir que ambos iban a ser los protagonistas del reboot. Por el contrario, el realizador Gareth Edwards tenía otro plan en mente: que ese matrimonio de ingenieros/consultores fueran los primeros sacrificados para que entre en escena la verdadera estrella del film, la apatía de Aaron Taylor-Johnson.
El propio Cranston, quien inicialmente expresó que había aceptado este rol post-Breaking Bad porque había encontrado "humanidad en los personajes", luego manifestó su desagrado por el "error narrativo" de haber matado al rol que le tocó en suerte. Si bien Godzilla está lejos de ser una mala película - visualmente es mucho más poética que la de Roland Emmerich -, esa decisión de dejar todo el peso de la historia en los hombros de un actor con acotado rango le juega dolorosamente en contra, tan en contra como reducir al enorme talento de Cranston a un puñado de escenas inocuas.
*El trailer de Trumbo, uno de los estrenos de la semana:
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