Tragedia en el set: Alec Baldwin dijo que Halyna Hutchins murió por la “negligencia” de cuatro personas y las demandó
El actor acusó ante la Justicia por el hecho a la armera Gutiérrez-Reed, a un asistente de director, a la responsable de utilería y al proveedor de armas; dijo que quiere “limpiar su nombre” de todas las acusaciones
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Con la explícita intención de “limpiar su nombre” y tomar distancia de todas las acusaciones que lo involucran por la trágica muerte de Halyna Hutchins en octubre de 2021, Alec Baldwin lanzó una nueva ofensiva judicial y responsabilizó directamente del hecho a cuatro integrantes del equipo de filmación de la película Rust.
Los acusados por Baldwin en la contrademanda que el actor presentó ante el Tribunal Superior de Los Ángeles son la armera Hannah Gutiérrez-Reed, el primer asistente de dirección David Halls, la responsable del departamento de utilería Sarah Zachry y el proveedor de armas Seth Kenney. Baldwin indica en la presentación que confiaba en estas cuatro personas para cumplir con su trabajo como actor y productor de la película y que Hutchins falleció como resultado del comportamiento negligente de todos ellos. Dijo también que el episodio le provocó “un gran dolor” y un enorme “costo emocional, físico y financiero”.
Hutchins, que era la directora de fotografía de Rust, falleció en pleno rodaje el 21 de octubre de 2021 durante el ensayo de una escena en los sets de la película, emplazados en el Bonanza Creek Ranch, un espacio armado para el rodaje de películas del Oeste en proximidades de Santa Fe, Nuevo México. Baldwin, protagonista, coguionista y productor de la película, manipulaba un revólver Colt 45 y en un momento tiró del percutor hacia atrás y luego lo soltó, haciendo que el arma accidentalmente se disparara. Un único proyectil impactó sobre el cuerpo de Hutchins, que se encontraba a poca distancia del actor, y luego terminó en el hombro del director Joel Souza.
La directora de fotografía falleció mientras era trasladada a un hospital cercano, mientras Souza pudo recuperarse y fue dado de alta unos días después. El arma debía contar con inofensivos proyectiles de salva, proporcionados por el equipo de producción, pero tenía en su interior una sola bala de plomo, causante de la tragedia. Hasta el momento nadie logró explicar cómo llegó ese proyectil al revólver utilizado por Baldwin en el ensayo. El propio actor insistió desde ese momento en que no había apretado el gatillo.
El 27 de octubre pasado, la oficina del sheriff del Condado de Santa Fe completó la investigación criminal del hecho y entregó sus conclusiones a la fiscalía local. Se espera que en los próximos días la fiscal de distrito Mary Carmack-Altwies resuelva si presentará algún cargo o acusación sobre el hecho que podría involucrar a Baldwin, situación que para algunos observadores llevó al actor a encarar esta nueva ofensiva judicial y plantear una contrademanda contra los cuatro integrantes del equipo de producción.
Carmack-Altwies había reclamado a las autoridades de Nuevo México el mes pasado un aumento del presupuesto que maneja en su oficina con el aparente propósito, nunca confirmado, de profundizar las acciones previas de una presentación judicial y un eventual pedido de enjuiciamiento contra los responsables de la tragedia.
“Más que cualquier otra persona en el set, Baldwin fue visto erróneamente como el perpetrador de esta tragedia. Con esta demanda, mi representado busca limpiar su nombre y responsabilizar a estas cuatro personas por su mala conducta”, señaló Luke Nikas, abogado del actor, al hacer la presentación en la sede judicial de Los Ángeles.
“No cabe duda de que otros han sufrido esta negligencia mucho más que Baldwin. Hutchins perdió la vida y su hijo pequeño perdió a su madre. El director Joel Souza recibió un disparo en el hombro y sufrió dolor físico y emocional. Aunque de ninguna manera comparable con lo anterior, Baldwin también debe vivir con el inmenso dolor y el costo emocional, físico y financiero resultante, causado por el hecho de que la conducta negligente de los acusados puso un arma cargada en su mano y lo hicieron creer a él, a Hutchins y a todos los demás que su uso era seguro”, agrega el escrito.
Al fundamentar las acusaciones, el actor culpó expresamente a la armera Gutiérrez-Reed de “no haber realizado su trabajo con cuidado y, como resultado de él, se cargó una bala real en el arma que, por negligencia, no pudo identificar”.
También señaló al primer asistente de dirección Halls, una de cuyas funciones en el set es avisar a viva voz que todos los elementos de producción al servicio del rodaje están en condiciones de ser usados antes de cada toma. Lo acusó directamente de no haber revisado el arma con cuidado y de declarar públicamente que podía usarse porque “estaba fría” (descargada, según la jerga de los rodajes) cuando se la entregó al actor. En ese momento, según señala la demanda, Baldwin entendió que el arma no contenía ninguna carga letal.
Baldwin culpó asimismo a Sarah Zachry, la directora de utilería de la película, por “no haber supervisado adecuadamente el trabajo de Gutiérrez-Reed y por no establecer las condiciones de seguridad adecuadas dentro del set”. Finalmente, extendió las responsabilidades del hecho al proveedor de armas Seth Kenney, por mostrar “un desprecio arrogante en la adecuada separación entre las municiones reales y las ficticias”.
Las cuatro personas acusadas por Baldwin negaron en repetidas ocasiones haber tenido responsabilidad directa en la tragedia ocurrida hace algo más de un año. Gutiérrez-Reed presentó en su momento una demanda contra Kenney por haberle suministrado proyectiles reales que tenían un parecido demasiado visible con las municiones de salva utilizadas en los rodajes. Kenney rechazó esas acusaciones y se sumó a los cuestionamientos contra la armera, de la que se dijo reiteradamente que no contaba con la suficiente experiencia para cumplir adecuadamente con su función.
El contraataque judicial de Baldwin se produjo unos días después de que un juez del Tribunal Superior de Los Ángeles desestimara su pedido de dejarlo afuera de otra demanda por negligencia, en este caso en su contra, presentada por la supervisora de guiones de Rust, Mamie Mitchell, que estaba de pie muy cerca de Hutchins y Souza cuando ocurrió la tragedia. En noviembre de 2021, Mitchell fue la primera en acusar ante la Justicia a Baldwin, Gutiérrez-Reed, Halls, Zachry y Kenney por daños físicos y psicológicos.
“La contrademanda es un intento vergonzoso de echarle la culpa a otros, algo que Baldwin viene haciendo desde que hizo el disparo fatal que mató a la señora Hutchins e hirió a mi clienta, Mamie Mitchell. Baldwin afirma que todos los demás fueron negligentes y parece argumentar que es el único verdaderamente inocente en este caso”, dijo Gloria Allred, abogada de Mitchell, al conocer la nueva movida de Baldwin en el tablero judicial.
“No estoy sugiriendo –agregó la abogada- que otros no tengan también alguna responsabilidad por lo que ocurrió. Sin embargo, si te miras en el espejo verás a la persona que creemos como máxima responsable por lo sucedido ese trágico día. Señor Baldwin, asuma la responsabilidad de sus acciones”, sumó.
El viudo de Halyna, Matthew Hutchins, también había iniciado en nombre de su familia un juicio por homicidio culposo contra Baldwin y el resto de los productores de la película, pero renunció a esa instancia a principios de octubre luego de un acuerdo entre las partes. Como resultado de ese acercamiento, el rodaje de Rust se reanudará en enero próximo con el mismo elenco original encabezado por Baldwin y la participación de Matthew Hutchins como productor ejecutivo.
En aquella demanda presentada por el viudo de Halyna, Baldwin, Halls, Gutiérrez-Reed y Kenney también habían sido acusados por “negligencia”. Es el mismo cargo utilizado en su nuevo contraataque judicial por el astro de Hollywood, que ahora busca desprenderse de cualquier responsabilidad.
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