Top Five: películas feministas de los últimos años
El estreno de La chica del tren es el puntapié para recordar films que ponen a la mujer en el centro
*1. CERTAIN WOMEN (2016, Kelly Reichardt)
Basada en la colección de cuentos de Maile Meloy titulada Both Ways Is the Only Way I Want It, Certain Women es la película más feminista de Kelly Reichardt junto a la áspera Meek's Cutoff. En esta oportunidad, la realizadora cuenta la historia de tres mujeres en diferentes viñetas pero con muchos puntos de contacto, desde el contexto (Montana) hasta el tono (la melancolía). Certain Women pone el foco en la relación de la abogada Laura Wells ( Laura Dern ) con uno de sus atribulados clientes (Jared Harris), en la persistencia de Gina Lewis ( Michelle Williams , actriz fetiche de la directora de Wendy and Lucy) por construir una casa y en el vínculo incipiente entre la abogada y docente Beth Travis ( Kristen Stewart ) con su alumna Jamie (Lily Gladstone, toda una revelación).
Sin lugar a dudas, este último episodio es el más logrado dado que Reichardt sabe cómo mostrar el amor no correspondido sin necesidad de palabras y tomándose el tiempo necesario para que sus personajes brillen a través de sus idiosincrasias.
*2. SPY (2015, Paul Feig)
La reciente pelea que entabló Paul Feig con los fanáticos de Los cazafantasmas ratificó el costado feminista del realizador que supo abordar con sinceridad la amistad entre mujeres en Damas en guerra y en Chicas armadas y peligrosas y que no tuvo inconvenientes en relanzar Cazafantasmas con Kristen Wiig , Leslie Jones, Kate McKinnon y Melissa McCarthy demostrando que las cuatro actrices son tan buenas comediantes como los actores de las películas originales. De todas formas, su film más logrado es Spy, en el cual se le da a McCarthy la posibilidad de combinar tanto su dominio del slapstick como los momentos más dramáticos.
Susan Cooper (McCarthy) se ve forzada a dejar su trabajo de escritorio en la CIA para una operación de campo mediante la cual no solo se prueba ante el prejuicio de sus colegas hombres sino también (y por sobre todo) a sí misma. Por otro lado, Feig deja bien en claro sobre el final de su comedia que para Susan es más importante cultivar la relación con su mejor amiga Nancy (Miranda Heart) que una posible cita con un compañero que nunca creyó demasiado en ella. Todo un manifiesto.
*3. PERDIDA (2014, David Fincher)
Perdida no es, bajo ningún parámetro, la mejor película de David Fincher (podríamos decir que el crédito les corresponde a Zodíaco y Red Social) pero es, curiosamente, la película que más hondo cala en la complejidad femenina de toda su filmografía (incluso teniendo en cuenta a La chica del dragón tatuado) y no precisamente por sus inquietudes como cineasta. Perdida tiene impreso, en realidad, el sello de la autora Gillian Flynn - además responsable del guión - y es Fincher quien adapta su estilo al retorcido caso de desaparición de Amy Elliott Dunne ( Rosamund Pike ).
Como ejemplo es imposible no mencionar la mejor secuencia del film, aquella en la que Pike (nominada al Oscar por su actuación) verbaliza el famoso monólogo del libro sobre el rol de las "cool girls", es decir, las mujeres que viven supeditadas a los deseos masculinos, desde el modo de vestirse hasta las palabras que emiten. "Cuando un hombre dice 'me gustan las mujeres fuertes' en realidad quiere decir 'odio a las mujeres fuertes'", escribió Flynn en una novela que disparó un sinfín de ensayos y cuya adaptación no es perfecta pero es igual de punzante que el material de base.
*4. GRANDMA (2015, Paul Weitz)
Cortita y al pie, Grandma transcurre en un día y se mueve con la naturalidad, frontalidad y efervescencia de su protagonista Elle (Lily Tomlin en un papel extraordinario), una poeta bisexual que vive en permanente duelo por la muerte de su esposa y que se recluye en su casa, ese santuario con pilas de libros donde reluce el imprescindible The Feminine Mystique de Betty Friedan y donde mantiene encuentros casuales con una mujer a la que, por miedo y otros factores, le pone distancia constantemente. La inesperada visita de su nieta Sage (la ascendente Julia Garner, quien ya estaba perfecta en la serie The Americans) la obliga a Elle a salir del cascarón, sociabilizar y ayudar a esa joven a realizarse un aborto seguro.
Sin embargo, esa abuela en bancarrota no tiene mucho para ofrecer más que su Dodge modelo 55 - un auto que opera como extensión de sí misma y que le pertenece a la propia Tomlin -, espacio en el que se desarrolla la mayor parte de un film sensible sobre el paso del tiempo y los coletazos que trae consigo.
*5. OBVIOUS CHILD (2014, Gillian Robespierre)
Obvious Child, escrita y dirigida por Gillian Robespierre, es una de las películas más inteligentes para hablar del aborto (mérito compartido con la mencionada Grandma), cándida pero no ingenua, sincera pero nunca cínica, honesta pero no aleccionadora, una verdadera joya del indie protagonizada por la brillante Jenny Slate. La actriz interpreta a Donna Stern (empleada de una librería por la mañana, comediante stand-up por la noche), una joven que queda embarazada tras una noche de sexo casual con Max (el siempre encantador Jake Lacy) y que planea un aborto al mismo tiempo que se termina enamorando de ese hombre.
De todas maneras, Obvious Child no es una historia de amor: es la historia del poder de decisión de una mujer. En este aspecto, el final en el que Max acompaña a Donna en ese difícil momento es romántico por lo que implica para ella: el ser comprendida y apoyada en una circunstancia que no se enfrenta ni se procesa con facilidad.
Mirá el trailer de La chica del tren
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