Top Five: los amigos más descontrolados del cine
A propósito del estreno de La última fiesta, recordamos otros films con algunos puntos de contacto
*1. ¿QUÉ PASÓ AYER? (2009, Todd Phillips)
Antes de perder completamente el rumbo con la última entrega, el punto de partida de ¿Qué pasó ayer? presentaba un giro argumental original dentro de la narrativa de "amigos que se van de fiesta": la inesperada elipsis. La decisión de Phillips es acertada porque el espectador puede así ubicarse en la misma posición que los personajes, reconstruyendo junto a ellos esa noche que tiene todos los aditamentos de una jornada surrealista. Desde la aparición de Mike Tyson , pasando por un bebé rebautizado como Carlos hasta el gran Leslie Chow (Ken Jeong) moviendo los hilos del delirio, ¿Qué pasó ayer? es desconcierto puro.
Asimismo, el personaje de Doug (Justin Bartha), si bien no es más que un MacGuffin para acelerar la acción, termina simbolizando la falta de límites que uno se pone cuando un amigo necesita ayuda. En este sentido, el tándem Bradley Cooper - Zach Galifianakis -Ed Helms funciona con hilarante precisión.
*2. OLD SCHOOL (2003, Todd Phillips)
Seis años antes de ¿Qué pasó ayer? Tod Phillips creaba una leyenda de las fiestas cinematográficas: el personaje de Frank the Tank. Al igual que en su famosa trilogía resacosa, el realizador trastoca los preconceptos alterando la dinámica de una celebración desde que la fiesta en cuestión (Mitch-A-Palooza) no tiene como protagonista al homenajeado Mitch (Luke Wilson) sino a esa topadora que es Frank (Will Ferrell , en uno de sus picos), quien hace una entrada algo naïf al festejo para luego para llevarse por delante a toda la multitud.
Old School, como su título lo indica, también va más allá del descontrol y reflexiona sobre el paso de los años y cómo la vida adulta aparentemente no aloja demasiadas sorpresas. Claro que desde el inicio, cuando la perfecta existencia de Mitch se sacude por una revelación (descubre que su novia participa de orgías), sabemos que incluso a los cuarenta nada está escrito y que lo impredecible es un factor más que suficiente como para querer levantarse todas las mañanas.
*3. DAMAS EN GUERRA (2011, Paul Feig)
Damas en guerra no tendrá celebraciones descontroladas per se pero se trata, ante todo, de una película feminista (como todas las del gran Paul Feig) que ubica a la mujer en el mismo lugar que el hombre: con la capacidad para divertirse aún con conflictos latentes. En este caso, Annie ( Kristen Wiig ) es quien se mueve como una bomba a punto de estallar. Soltera, trabajando en un lugar que detesta y obligada a renunciar a su sueño de ser pastelera, Annie debe enfrentar un gran cambio más: su mejor amiga Lillian (Maya Rudolph) va a casarse y ella tiene que cumplir con paciencia su labor de dama de honor.
El guión de Wiig y Annie Mumolo pone el foco en cómo una mujer imperfecta lucha contra su egoísmo cuando del otro lado su amiga está pasando por una situación antagónica. En ese contexto, el personaje de Helen (Rose Byrne, perfecta) aviva el fuego cuando se posiciona como la impoluta Némesis de Annie, la amiga ideal que compite por el afecto de Lillian. Sensible e hilarante (como la secuencia en el avión) y con Melissa McCarthy como plus en un rol por el que fue nominada al Oscar, Damas en guerra está entre lo mejor que ha hecho el siempre necesario Feig.
*4. THE OVERNIGHT (2015, Patrick Brice)
El sello Mumblecore de The Overnight es evidente desde el momento en el que la película de Patrick Brice fue acogida bajo el ala de los hermanos Duplass. De hecho, como sucedía en Humpday, el film exhibe un patrón similar. Por un lado, se presenta como una comedia desfachatada sobre la exploración sexual y, por el otro, no se aleja de su veta conservadora. Alex (Adam Scott, también productor de la película junto a los Duplass) y su esposa Emily (Taylor Schilling) se mudan a Los Ángeles por trabajo y rápidamente se hacen amigos de un matrimonio "excéntrico" compuesto por Kurt (Jason Schwartzman) y Charlotte (Judith Godrèche), quienes los invitan a cenar a su casa. A medida que pasan las horas, la cena muta en posible orgía entre las parejas, que Brice filma con clara influencia de la comedia de enredos, vista en el ingenioso uso que hace de los espacios.
Lamentablemente, sobre el final, el realizador desanda el camino recorrido para apostar por una conclusión prolija que parece salida de otra película. En cuanto a la temática, recomendamos "Utopia", el sexto capítulo de la flamante serie Easy creada por Joe Swanberg para Netflix, definitivamente mucho más osado y honesto con su planteo.
*5. PROYECTO X (2012, Nima Nourizadeh)
Producida por Todd Phillips y co-escrita por Michael Bacall (responsable de las grandes adaptaciones de Scott Pilgrim y Comando especial) y Matt Drake, Proyecto X mantuvo ese ominoso título con el que originalmente se había empezado a filmar para, en cierta forma, ser consecuente con la catarata de hechos inesperados que se suscitan. La premisa - un homenaje no blanqueado a Animal House - se resume en dos líneas: tres amigos organizan una fiesta para acrecentar su popularidad y el evento se les va de las manos.
El fuerte del film es el nervio con el que se registra esa noche intensa, al punto tal de que es difícil terminar de verlo y bajar el nivel de adrenalina que los protagonistas logran contagiar. Para tratarse de una película que solo se limita a mostrar los pormenores de una fiesta, Proyecto X no cae en la reiteración de viñetas y se supera a sí misma a fuerza de su elasticidad para abordar el delirio.
*EL ADELANTO DE LA ÚLTIMA FIESTA, ESTRENO DE LA SEMANA:
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