Top Five: las mejores películas sobre madres e hijos
Con el estreno de La habitación como disparador, recordamos otras producciones que muestran ese fuerte vínculo
*1. RECUERDOS DE HOLLYWOOD (1990, Mike Nichols)
En su novela semi-autobiográfica Postcards from the Edge, la actriz Carrie Fisher hace una perfecta descripción de lo que es tener, verdaderamente, una vida cargada de conflictos. "Muchas personas sueñan a lo grande y vos soñás cosas pequeñas, pero no se trata de qué vida tenés sino de lo que hacés con ella; entonces, podés hacer algo regular de tu vida irregular en lugar de empecinarte en tener una vida regular a secas". La aseveración suena completamente genuina en las palabras de Fisher, quien ha lidiado con un trastorno bipolar, con una adicción a los medicamentos recetados y con episodios maníaco-depresivos gran parte de su vida.
Asimismo, una figura clave de su novela - y del largometraje de Mike Nichols, para el cual Fisher adaptó su propia obra - está inspirada en su madre (Debbie Reynolds/Doris Mann), una mujer tan avasallante y manipuladora que condujo a Fisher/Suzanne a estados de gran desesperación en el marco de construir su carrera como actriz sin convertirse en la sombra de su progenitora. Recuerdos de Hollywood muestra con ritmo incansable esa dinámica, con Meryl Streep y Shirley MacLaine sacándose chipas, pisándose en los diálogos y ejemplificando cuán complejo puede ser querer dinamitar un vínculo que está destinado a ser indisoluble.
*2. LA FUERZA DEL CARIÑO (1983, James L. Brooks)
Mucho antes de que su filmografía ingresara en una etapa más conservadora y depurada con films como Spanglish y ¿Cómo saber si es amor?, James L. Brooks supo ser un director y guionista afiladísimo para retratar los intercambios entre madres e hijos. Lo hizo en 1997 con Mejor...imposible (la relación entre el personaje de Helen Hunt y su niño enfermo es uno de los puntos álgidos de aquella comedia), pero lo había hecho aún mejor en 1983 con su adaptación de la novela de Larry McMurtry Tearms of Endearment. El vínculo entre Aurora Greenway (nuevamente Shirley MacLaine en una interpretación memorable) y su hija Emma (Debra Winger, tan perfecta como su co-protagonista) atraviesa distintos estadios en el film, desde la negación de Aurora a ser abuela por su propio miedo a pensarse como una mujer mayor hasta la reconciliación que llega con la devastadora noticia de la enfermedad de Emma.
"Siempre que pienso en nosotras nos imagino peleando", le dice Aurora a su hija, a lo que ella le responde: "Eso es porque nunca estás satisfecha conmigo". En el contexto de una película con más de un golpe bajo, esa frase se constituye como una de las más melancólicas, dado que Brooks apela a ese sentimiento universal que los hijos padecen en relación a sus padres: el querer ser perfectos a sus ojos. Dato: La fuerza del cariño obtuvo cinco premios Oscar , incluyendo mejor película, director, guión adaptado, actriz (MacLaine) y actor de reparto ( Jack Nicholson ); y tiene una secuela (The Evening Star) estrenada en 1996 y dirigida por Robert Harling a la que fervientemente recomendamos ignorar.
*3. ALICIA YA NO VIVE AQUÍ (1974, Martin Scorsese)
A diferencia de las dos películas listadas previamente, Alicia ya no vive aquí, el cuarto largometraje de Martin Scorsese , no focaliza en los arrebatos egoístas de una madre sino en cómo ser responsable de un hijo puede erradicar por completo esa cualidad. Ellen Burstyn (quien obtuvo el Oscar por esta actuación) interpreta a Alice Hyatt, una ama de casa quien, tras enviudar, decide viajar de Nuevo México a California tanto para recuperar la felicidad perdida como para convertirse en la nueva Alice Faye (cantante y actriz que marcó la época dorada de Hollywood). Sin embargo, sus aspiraciones artísticas no tardan en colisionar con el cuidado que le implica Tommy (Alfred Lutter), su hijo de once años quien la acompaña en ese road trip con un precoz sentido del humor y verborragia.
Cuando Alice conoce a David (Kris Kristofferson), lejos de dejarse enceguecer por sus impulsos, coloca el bienestar de su hijo primero, preguntándose si incluir una nueva figura paterna en su pequeña familia es realmente la decisión correcta. Alicia ya no vive aquí no siempre es revisionada como lo merece dentro de la filmografía de Scorsese - acaso porque su impronta todavía se estaba definiendo -, pero es uno de sus trabajos más honestos, en los que deja que las inspiradas conversaciones entre Burstyn y Lutter cobren vuelo sin artificios en ese recorrido no exento de complicaciones. Dato: dos años después del estreno del film, se emitió una serie llamada Alice con la misma premisa pero protagonizada por diferentes actores.
*4. MOMMY (2014, Xavier Dolan)
Se lo podrá tildar (a mi criterio, erróneamente) de ostentoso, de verse estéticamente afectado o de ser un director que configura más videoclips que escenas, pero lo cierto es que Xavier Dolan filmó mejor que muchos ese deseo que tienen las madres de ver felices a sus hijos. [SPOILERS A CONTINUACIÓN]. En la secuencia "del falso futuro" de Mommy - su quinta película, que retoma muchos elementos de su ópera prima Yo maté a mi madre -, Dolan coloca al personaje de la enorme Anne Dorval de cara al de su hijo Steve como preludio a un momento onírico en el que esa mujer se crea una mentira en su cabeza, una mentira que incluye la graduación de su hijo, el casamiento de su hijo, la paternidad de su hijo. En síntesis: la vida de su hijo si él fuese una persona, a sus ojos, "mejor".
Momentos más tarde, Mommy le da una bofetada al idealismo, y nos ubica nuevamente frente al verdadero Steve, ese adolescente violento que padece un trastorno de atención y que pone a su madre en una encrucijada: luchar para que se recupere o soltarle la mano. Dolan muestra con un final demoledor hasta qué punto ninguno de esos caminos es llano y cómo, a pesar de las buenas intenciones de la madre, es el hijo el que está a cargo de su propio porvenir.
*5. ASÍ SOMOS (2012, Alex Kurtzman)
Así somos, la ópera prima de Alex Kurtzman - co-guionista de la saga de Star Trek de J.J. Abrams - es, al igual que Recuerdos de Hollywood, una obra de corte autobiográfico. Kurtzman se inspiró en su propia historia para alejarse momentáneamente de las superproducciones y poner el foco en un relato íntimo. Chris Pine interpreta a Sam, un hombre que luego de la muerte de su padre descubre que tiene una hermana cercana a su edad llamada Frankie ( Elizabeth Banks , en uno de sus mejores papeles). Con el objetivo de conocerla, pero sin estar lo suficientemente preparado como para revelar su identidad, Sam se hace amigo de Frankie y del hijo de ella y en simultáneo rearma ese rompecabezas que es la infancia. Cuando la verdad sale a la luz, y cuando Frankie narra penosamente cómo fue crecer sin su padre y con el mote de "hija ilegítima", Así somos une a esos hermanos bajo una misma revelación: ambos fueron víctimas de un padre ausente y ambos lidiaron con ese hecho de manera autodestructiva ("somos hermanos, somos las únicas dos personas en el mundo que saben lo que fue crecer sin él: eso es un milagro").
Al mismo tiempo, Así somos es un film sobre la relación de una madre con su hijo, relación que debe sobreponerse a las limitaciones de Frankie, esa mujer que fue madurando a la fuerza, sin una contención que pudiera prepararla para los desafíos de la maternidad, un rol que la tomó completamente desprevenida. En esencia, la película de Kurtzman aborda todos los ejes de la dinámica familiar y en todos despunta una sensibilidad admirable.
*El trailer de La habitación, película que ya se puede ver en nuestras salas:
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