Top Five: grandes amistades del cine
Con motivo de la especial fecha, repasamos esos vínculos inoxidables que ha dado el Séptimo Arte
Niños caminando por las vías del tren, jóvenes que se reencuentran de manera inesperada, mujeres que se acompañan toda la vida... la amistad adquiere diversas formas y en este conteo pendulamos entre películas coming of age, dramas que se convirtieron en clásicos y lo mejor del cine indie de los últimos años.
*1. CUENTA CONMIGO (1986, Rob Reiner)
En una de las primeras escenas de Boyhood de Richard Linklater, el pequeño Mason (Ellar Coltrane) debe mudarse junto a su mamá y su hermana y dejar atrás ese vecindario de Texas que ya le es familiar, que fue su lugar formativo. Como el cambio sucede súbitamente, Mason no logra despedirse de su mejor amigo, y tan sólo lo ve a través de la ventana del auto, mientas él se aleja en su bicicleta. La fugaz viñeta de ese grandioso film sintetiza el leitmotiv de Linklater: que su película avance como avanza Mason, sin mirar atrás.
Cuenta conmigo,el inolvidable film de Rob Reiner basado en el cuento corto de Stephen King "The Body", se mueve en inquietudes similares (no es casual que haya influenciado a numerosos realizadores), con Gordie (Will Wheaton, Richard Dreyfuss) estableciendo una analogía certera: "Los amigos entran y salen de nuestras vidas como meseros en un restaurante".
Por otra parte, Cuenta conmigo es mucho más que la historia de cuatro amigos (Gordie, Chris, Teddy y Vern) que salen en busca del cuerpo de un niño perdido en Oregon. La premisa es la excusa. Los guionistas Bruce Evans y Raynold Gideon van más allá y exploran la mística que reside en la unión de esos outcasts, esos chicos que aprenden que está bien ser diferente, que sentirse "raro" es parte de la adolescencia y que la amistad es un vínculo tan indescifrable que aunque no se fomente con constancia, eso no disminuye su valor. En ese sentido, la poderosa frase del final es un golpe directo a la melancolía: "Nunca tuve amigos como los de los doce años. Dios, ¿acaso alguien los tiene?".
*2. EN BUSCA DEL DESTINO (1997, Gus Van Sant)
La película de Gus Van Sant es poderosa en varios niveles. Por un lado, porque habla de la superación personal no sólo del Will Hunting del título original ( Matt Damon , en uno de sus mejores trabajos) sino también de su psicólogo Sean Maguire ( Robin Williams , ganador del Oscar por su interpretación). Por el otro, porque reconoce que el amor es mucho más complejo que una declaración y, por lo tanto, desmenuza las trabas que se encuentran al darse una oportunidad y emanciparse de las mochilas. Asimismo, En busca del destino fue concebida por Damon y Ben Affleck y eso se nota más allá del retrato de la vida en el sur de Boston.
Will y Chuckie (Affleck, en un papel a su medida) son amigos estancados en una realidad de la que no pueden salir, sin objetivos a largo plazo más que permanecer en el mismo lugar. Sin embargo, cuando Chuckie advierte que Will está "sentado en un maldito boleto de lotería" (es decir, en su genio), lejos de sentir recelo y posesión, lo incita a cobrar ese ticket, a salir de Southie, a salir de las limitaciones autoimpuestas. En una brillante escena del film, Chuckie visita a su amigo con la esperanza de que ya no esté en la casa donde tantas veces fue a buscarlo, y el rostro de Affleck refleja los sentimientos encontrados de ese joven que perdió a su compañero pero ganó algo mucho mejor: la valentía para dejarlo partir.
*3. FRANCES HA (2012, Noah Baumbach)
Luego de una cena íntima, Frances Halladay ( Greta Gerwig ) comparte con una pareja algunas reflexiones sobre los vínculos. "Es estar con alguien y que lo ames y que el otro lo sepa, y que ambos estén hablando con otras personas, sonriendo y brillando... hasta que sus miradas se encuentran a través de la habitación pero no como algo sexual... es porque saben que el otro es la persona de su vida", explica la encantadora protagonista del film de Noah Baumbach. Frances pareciera estar hablando sobre una relación de una pareja y, por el contrario, está haciéndose eco del lazo que la liga a su mejor amiga Sophie (Mickey Summer). De esta forma, Frances Ha se erige como una verdadera rareza, un film que habla de la amistad desde el romanticismo, desde el dolor que causa ver cómo la vida de tu amigo va a contramano de la tuya.
Baumbach y Gerwig, guionistas de la película, crean un homenaje a la nouvelle vague, una obra contundente sobre las relaciones humanas, y siempre siéndole fieles a su magnética protagonista. Lo mismo harían tres años después con Mistress America, un film igual de imprescindible que Frances Ha, en el que se emite una frase simbólica del modo en el que esa gran dupla creativa percibe la amistad, como "un faro de esperanza para la gente que se siente sola".
*4. EXCURSIONES (2009, Ezequiel Acuña)
Algunos años antes que Frances Ha, el realizador argentino Ezequiel Acuña gestaba una película similar a la de Baumbach : breve, divertida, conmovedora, en blanco y negro, con un gran soundtrack y con la amistad como eje central. Acuña también apuntaba a mostrar a dos amigos que discuten como si fueran una pareja, reprochándose viejos rencores (con una remera de Morrissey como disparador), pero disfrutando del poder compartir las pequeñas cosas (un juego de ping pong, caminatas en balnearios fuera de temporada, etcétera). Desde su título, Excursiones es pura melancolía, dado que enfoca el reencuentro de Marcos (Matías Castelli) y Martín (Alberto Rojas Apel, co-guionista), pero jamás olvida a aquel que ya no está (Lucas), quien es pura presencia a pesar de su partida (o como consecuencia de).
Como si fuera poco, el realizador incluye la bella banda sonora de la banda uruguaya La Foca y se aleja del irreversible dolor que generaban las grandes canciones de Mi pequeña muerte que sonaban en Como un avión estrellado, su segundo largometraje. Por lo tanto, cuando Excursiones finaliza con un flashback a color y se escucha ese "como si fuera el fin...", es inevitable no recordar a nuestros propios amigos de la secundaria, quienes nos sacaban de lo monocorde, de lo monótono, de la vida en blanco y negro.
*5. ETERNAMENTE AMIGAS (1988, Garry Marshall)
Garry Marshall tuvo una carrera extraña. Por un lado, supo darnos comedias románticas sólidas como Mujer bonita y Frankie y Johnny; y, por el otro, tuvo un traspié ineludible con esa innecesariamente cursi trilogía "de las fechas importantes" (a saber: Día de San Valentín, Año Nuevo y la especialmente imperdonable Enredadas). En síntesis: Marshall siempre caminó por la fina línea entre lo sensible y lo sensiblero. En la primera categoría tenemos a Eternamente amigas, la película escrita por Mary Agnes Donoghue y protagonizada por Bette Midler y Barbra Hershey, como C.C. Bloom y Hillary Whitney, dos amigas bien distintas que se conocen casualmente en su niñez y se acompañan durante toda la vida adulta.
Si Eternamente amigas es hoy un irrefutable clásico es por la química entre sus actrices, y por la pasión que irradia Midler como esa mujer que quiere triunfar en la música pero al mismo tiempo descubre que nada se obtiene sin sacrificios. Como vimos en los exponentes anteriores, la película de Marshall también aborda el romanticismo de la amistad, y lo hace con la enorme canción "Wind Beneath My Wings", escrita por Jeff Silbar y Larry Henley y popularizada por Midler.
A comienzos de mayo de este año, Lifetime estrenó una remake del film, dirigida por Allison Sanders y comandado por Idina Menzel y Nia Long. En una entrevista exclusiva, la actriz de Frozen compartía con LA NACION la razón por la cual decidió sumarse a la relectura de este clásico: "¿Cuántas veces vemos relatos de mujeres fuertes, con una historia de amor que es esa amistad y no un vínculo con un hombre?", se preguntaba Menzel de modo retórico y daba así en el clavo al explicar el porqué del éxito de este drama inoxidable.
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