Top Five: amores prohibidos del cine
El estreno de El hilo rojo es el puntapié ideal para recordar otras relaciones que tienen todos los factores en contra
*1. CAROL (2015, Todd Haynes)
Basada en la novela The Price of Salt de Patricia Highsmith, Carol fue una de las grandes olvidadas en los Oscars de este año. Se trata no solo de la mejor película que ha hecho Todd Haynes hasta la fecha - de la mano con Lejos del paraíso, otro de sus brillantes melodramas - sino también de una de las mejores representaciones en pantalla que ha tenido la comunidad LGBT (junto con la británica Weekend de Andrew Haigh). En el contexto de la Nueva York de los 50, Carol Aird ( Cate Blanchett en una actuación descomunal) y Therese Belivet ( Rooney Mara dando cátedra del manejo de las sutilezas) se conocen en un shopping donde la última pasa la mayor parte de su tiempo, entre tratos impersonales y rutinas tediosas.
Un hecho puntual y nada fortuito - Carol se "olvida" uno de sus guantes en la tienda - las reúne para compartir un almuerzo y, desde ese momento en adelante, ambas mujeres se despiertan mutuamente: Carol asume su identidad sexual y Therese descubre la suya. Carol es una belleza que no necesita de grandes declaraciones, como lo demuestra su final, uno en el que las miradas y las sonrisas entrecortadas calan tan hondo como la música de Carter Burwell.
*2. LOS AMANTES DEL CÍRCULO POLAR (1998, Julio Medem)
Esas "vidas en capicúa" de Otto (Fele Martínez) y Ana (Najwa Nimri) se entrelazan de manera geométrica en la película de Julio Medem. Desde la primera mirada, pasando por el primer beso hasta el primer encuentro sexual, el director muestra los hitos en la relación de ambos jóvenes de manera paralela. Como ya lo adelanta su título, Los amantes del círculo polar es una película que da la vuelta una y otra vez, que empieza como termina, que gira continuamente sobre la idea de la sincronía. Basta recordar las frases de sus protagonistas para terminar de dilucidar el modo urgente con el que se aman, con el destino como arma de doble filo: "Mi vida solo ha dado la vuelta una vez y no del todo, falta lo más importante" / "Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande y eso que las he tenido de muchas clases, podría contar mi vida uniendo casualidades".
Como la colisión primigenia de Otto y Ana se produce por un evento ¿casual? en el colegio, su relación (especialmente desde que se convierten en hermanastros) estará signada por los desencuentros y, eventualmente, por la tragedia. Sin embargo, más allá de la forma cruda con la que retrata los distanciamientos (netamente geográficos), Medem evita lo gélido y construye un relato que puede oírse además de verse ("estar enamorada no es fácil, no basta con desearlo: hay que oírlo"), siempre con el corazón en la mano ("nunca tuve el corazón tan rojo").
*3. COPENHAGUE (2014, Mark Raso)
El guionista y realizador canadiense Mark Raso no tenía en sus manos una premisa fácil de ejecutar. Copenhague es, en primera instancia, un film sobre William (Gethin Anthony), un hombre de 28 años que se enamora de Effy (Frederikke Dahl Hansen), una adolescente de catorce. La revelación de la edad de la joven llega en la mitad del film y efectivamente constituye una sorpresa, dado que la actriz danesa elegida por Raso le aporta una notoria madurez a su personaje, con el fin de confundir la percepción tanto del protagonista como del espectador. Asimismo, la dificultad de contar una historia de esta clase se vincula con cómo es enfocado el protagonista, con cómo son abordadas sus necesidades y sus límites ante tal descubrimiento.
Afortunadamente, Copenhague vira su relato hacia los pormenores de una amistad improbable entre esos individuos que se conocen en Copenhague en momentos bisagra. Así, gracias al impulso de William, Effy logrará superarse y hallar su potencial, mientras que él (quien visita la ciudad para reconstruir la identidad de su padre) advertirá hasta qué punto su presente autodestructivo está relacionado con el pasado de su quebrada familia.
*4. BEYOND THE LIGHTS (2014, Gina Prince-Bythewood)
La directora Gina Prince-Bythewood es una de las pocas voces que tiene el melodrama indie actual, género que definía a su ópera prima, la correcta Love & Basketball. Sin embargo, Beyond the Lights resulta muchísimo más redonda que aquella, especialmente por la química entre sus protagonistas Nate Parker y la extraordinaria Gugu Mbatha-Raw. El film de Prince-Bythewood es, por un lado, un interesante retrato sobre la industria de la música (sobre todo de su costado perjudicial), representado por la figura de la estrella pop Noni Jean (Mbatha-Raw), una joven que alcanzó la fama traicionando su verdadera necesidad (componer sus propias canciones) y por obra de su manipuladora y ambiciosa madre (interpretada por Minnie Driver en clave villana).
Por otro lado, Beyond the Lights se erige como una relectura de El guardaespaldas, cuando Noni se enamora de Kaz (Parker), un policía que le salva la vida en un intento de suicidio. La mejor secuencia del film llega una vez que las realidades de ambos se esbozan con complejidad, cuando se nos muestra la clásica "escapada romántica" que ambos deben llevar a cabo para vivir su relación sin presiones. Allí, sin maquillaje y despojada de su ropa de diseñador, Noni se pone en contacto con sus raíces, sus deseos y sus miedos. Es decir, con ella misma.
*5. OUT IN THE DARK (2012, Michael Mayer)
Out in the Dark tiene uno de esos finales que nos empujan a pedir algo generalmente innecesario: una secuela. El director Michael Mayer y el co-guionista Yael Shafrir, en una decisión narrativa entre valiente y frustrante, no nos brindan ninguna clase de resolución para ese vínculo (socialmente) prohibido entre Nimr (Nicholas Jacob), un estudiante palestino, y Roy (Michael Aloni), un abogado israleí, en pleno conflicto entre ambos mundos. Por el contrario, la película no tiene un desenlace claro y todo el preludio a ese no-final es verdaderamente desesperante. De todas maneras, Mayer y Shafir toman el conflicto en el Medio Oriente casi como un símbolo de las barreras existentes en muchísimas relaciones que se suscitan en un escenario poco ideal y con Romeo y Julieta como subtexto ineludible.
En consecuencia, e independientemente de toda la angustiante última hora, Out in the Dark es luminosa cuando hace hincapié en el efecto que puede tener en una persona el hecho de enamorarse sin egoísmos, poniéndose uno en segundo plano para que el otro pueda conseguir tanto la felicidad como la libertad.
PARTICIPACIÓN. ¿Qué otros romances prohibidos del cine sumarían al listado?
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