The Greatest Hits: desabrida historia de amor con viajes en el tiempo y un soundtrack que no está a la altura de lo prometido
El largometraje de Ned Benson, disponible en Star+, cuenta con una sólida interpretación de Lucy Boynton, pero su premisa no se sostiene
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The Greatest Hits (Estados Unidos/2024) Dirección y guion: Ned Benson. Fotografía: Chung-hoon Chung. Edición: Saira Haider. Música: Ryan Lott. Elenco: Lucy Boynton, Justin H. Min, David Corenswet, Austin Crute. Disponible en: Star+. Duración: 94 minutos. Nuestra opinión: regular.
El largometraje de Ned Benson que llegó este mes a la plataforma Star+ no parte precisamente de una premisa original pero sí interesante para darle marco a un romance signado por la tragedia. Harriet (Lucy Boynton, siempre carismática, aunque aquí esto no sea suficiente) vive en un estado de angustia contenida, no se permite salir de una cotidianidad aletargada, y su realidad consiste en ir a trabajar a una biblioteca, volver a su casa, sentarse en un sillón y poner un vinilo. Al día siguiente, se levanta para salir y se pone unos auriculares que le impiden escuchar en la calle temas que puedan llegar a lastimarla por las memorias que activan. Ella es quien decide qué escuchar y cuándo. Todos los discos que elige para reproducir la transportan al pasado, más precisamente a un momento compartido con quien fuera su pareja, Max (David Corenswet), quien murió en un accidente de tránsito, situación que Harriet quiere evitar con esa teletransportación melómana.
Benson construye un guion absolutamente arquetípico, sin lugar para las sutilezas. Los constantes viajes de Harriet para prevenir la muerte de su novio no la ubican únicamente en ese episodio sino en diferentes estadios de la relación, y cada uno de esos instantes están representados por una canción diferente. El hilo conductor del film es claro desde sus primeros minutos: mostrar cómo la música tiene el poder de conducirte a un momento en el tiempo, pero muchas veces con un costo emocional alto. Así, la primera media hora del largometraje está dedicado al registro de ese loop en el que está envuelta la protagonista, quien se empecina en encontrar un tema en particular que sonó el día del fallecimiento de Max, tema que no recuerda pero que tiene la certeza de que la ubicará en los minutos previos al accidente, lo cual le permitiría alejarlo del lugar.
A diferencia de esa brillante película que es Alta fidelidad de Stephen Frears, en The Greatest Hits no se percibe una pasión genuina por la música sino que, contrario a cómo se nos “vende” el relato, predomina una subestimación de su fuerza, de las diferentes maneras en las que uno puede acceder al arte. Por lo tanto, Benson orquesta secuencias donde notamos una excesiva prolijidad, y sus fotogramas parecen salidos de un catálogo de tiendas trendy. Por otro lado, cuando el film se aboca a mostrar ese primer flechazo entre Harriet y Max, desnuda sus debilidades: ese encuentro primigenio se produce en un festival que Benson registra con pereza, y nuevamente con un cuidado de la imagen que lleva a su film hacia el terreno de lo cursi. Además de no haber química entre Boynton y Corenswet, tampoco hay un efervescencia en ese registro de cómo varias personas se unen en un mismo espacio para disfrutar de una banda.
En sintonía con esto, como manotazo de ahogado se nombran bandas y temas emblemáticos como manera de que el espectador sepa que el film sabe de lo que está hablando, pero todo se propulsa con una superficialidad difícil de ocultar, y que se vuelve aun más notoria a medida que la historia avanza y Harriet conoce a David (el talentoso Justin H. Min, desperdiciado), el hombre que intenta romper con esa vida esquemática de la joven, y quien la ubica en un presente en el que el duelo puede ser transitado sin la necesidad de ahogarse en el proceso. Sin embargo, esa subtrama también flaquea cuando David también pide ser teletransportado para poder ver a sus padres tras haberlos perdido de manera súbita, narrativa que no tiene sentido alguno.
Si bien Benson ya había trabajado en su tríptico La desaparición de Eleanor Rigby con tópicos como el evitar idealizar el amor romántico y la frustración por no poder cambiar una cadena de hechos que culminan en tragedia, en The Greatest Hits todo resulta impostado, monótono y poco auténtico, además de que se quiebra el primer mandamiento que la película impone. No hay grandes éxitos en este drama, apenas unos covers lavados de clásicos y una desaprensión sobre lo que se escucha, como si las canciones fueran el “gancho” para comprar a la audiencia y no verdaderamente el motor de la historia.
Dónde verla. The Greatest Hits, de Ned Benson, está disponible en Star+.
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