Taquilla: ¿por qué no hay estrenos de cine este jueves?
Con casi 1.700.000 entradas vendidas en los últimos seis días, la cartelera no se altera e impide la llegada de nuevos títulos; Minions: nace un villano es la película más exitosa de las vacaciones de invierno y la más vista de todo 2022 en la Argentina
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En las oficinas de los gerentes de marketing y ventas de las distribuidoras y de los programadores de las grandes cadenas, sobre los escritorios o colgado de alguna pared, siempre sobresale un tablero en forma de calendario con las fechas de lanzamiento de todas las películas que llegan cada jueves a los cines de la Argentina. Este año, el único casillero vacío de ese cuadro corresponde a este jueves 21 de julio. Con dos excepciones casi imperceptibles, cuyas críticas aparecen en otro lugar de esta edición, hoy es un día extraño para el mercado cinematográfico local. Un día sin estrenos.
Pero lo que parece una anomalía responde en realidad a la más pura lógica del mercado. Si no hay estrenos es porque es imposible sacar a las películas en cartel del lugar que ocupan. Y si se mantienen allí es porque funcionan a pleno. En estas vacaciones de invierno los cines de la Argentina volvieron a llenarse y a funcionar con cifras propias de los tiempos prepandémicos, como lo había adelantado Natalia Trzenko en su revelador análisis de la taquilla local publicado en LA NACION el último lunes.
Pero hasta en un escenario que muestra números tan fuertes que resultan casi inamovibles existe siempre la posibilidad de algún estreno destacado. Todos saben por ejemplo que estos números tan elevados de concurrencia no se alterarán demasiado la semana que viene y aún así está confirmado para el jueves 28 el estreno local de Liga de Supermascotas, una aventura animada que tiene como estrella principal a Krypto, el perro de Superman, junto a la presencia de los principales personajes de la escudería de superhéroes de DC. Por eso llama tanto la atención esta semana la ausencia casi absoluta de recambio en la cartelera de los cines.
Los números hablan por sí solos y explican semejante rareza. En el primer fin de semana de vacaciones de invierno en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires (que cuentan con el 42% de todas las butacas disponibles) se vendieron casi 1.100.000 entradas de cine en todo el país. Hasta anteayer, en vísperas del cierre de la semana cinematográfica (que va de jueves a miércoles), las últimas cifras disponibles de taquilla mostraron que la venta de tickets llegó casi a 1.700.000.
El cine funciona a pleno, con elevada demanda y muchas funciones rebosantes de público, en el contexto económico y social más desfavorable que pueda imaginarse. Una suma de factores lo explica. Ante todo, ya es tradición que la demanda de entradas aumente más que nunca en el año durante el receso invernal. Hay que sumarle una oferta de películas que refuerza en este momento con títulos muy atractivos el interés del público. Al mismo tiempo, los pesos queman en el bolsillo y nada mejor que gastarlos en un rato de necesario esparcimiento para olvidar las penurias cotidianas.
Cuando todavía faltan 10 días para cerrar el período (incluyendo el próximo fin de semana, que se proyecta como el de mayor concurrencia de público en todo 2022) hasta se vislumbra el nombre de la gran ganadora de todo el año cinematográfico en la Argentina. Minions: nace un villano tiene todo a su favor para consagrarse como la película más taquillera de esta temporada. Su poder de convocatoria aumenta día a día con tanta velocidad como la cotización del dólar blue. Los números de la consultora Comscore-IBOE registran una venta de entradas de entre 140.000 y 170.000 tickets diarios en cada uno de los días de vacaciones para la nueva aventura de los pequeños seres animados amarillos. En los últimos seis días sumó 855.846 entradas, con un acumulado de 2.707.820.
Esto significa que la nueva aventura de los Minions llegará cómodamente al próximo fin de semana con tres millones de tickets vendidos y la posibilidad cierta, según todas las proyecciones, de completar el recorrido de las vacaciones con otro millón más. Detrás aparecen otros títulos con cifras muy promisorias. Segunda entre las más vistas está Thor: amor y trueno (436.706 entradas vendidas en los últimos seis días con un acumulado anual de 1.194.178), y le siguen Lightyear (92.497 y 1.372.041), Jurassic World: Dominio (74.942 y 2.174.587) y Elvis, estreno de la semana pasada, con 71.519 tickets vendidos en sus primeros seis días en cartel.
Más allá de los números, el cuadro de la concurrencia a los cines de la última semana arroja algunos otros datos significativos: Jurassic World: Dominio, uno de los éxitos más sorprendentes de este año en los cines, pasó los dos millones de entradas vendidas, y tanto Thor, amor y trueno como Lightyear llegaron cómodamente a sumarse al privilegiado club de películas que superaron este año en la Argentina el millón. Ese grupo lo integran además Doctor Strange en el multiverso de la locura, Spider Man: sin camino a casa, Batman y Sonic 2. Todos responden a la identidad más genuina de las superproducciones de Hollywood. Si los cines se vuelven a llenar en estas vacaciones y con ellos la actividad plena en dos de los tres ejes de la industria del cine (distribución más exhibición), el previsible precio que se paga es el de una concentración extrema en pocos títulos que acaparan todas las pantallas disponibles. Esto también explica, desde otra perspectiva, la ausencia casi completa de estrenos en este jueves.
Formalmente, es cierto, tenemos dos novedades en la cartelera, pero resultan en este contexto casi marginales e imperceptibles, más allá de sus valores artísticos. Una es la argentina Qué será del verano, ganadora de la competencia local en el último Bafici, llega hoy exclusivamente a la sala Leopoldo Lugones y por tiempo limitado. Y la otra es la danesa Una receta perfecta, una producción de 2020 estrenada en un contadísimo número de salas del cada vez más reducido circuito dedicado al cine de autor.
Esta tendencia a una concentración que llega a ser extrema transforma casi en una rareza arqueológica el fenómeno de los estrenos “a contramano”. En tiempos de vacaciones de invierno es natural que la oferta de títulos orientados al público infantil y familiar resulte tan abundante que le quita espacio a todo lo demás. Pero la industria recuerda que otros tiempos, no demasiado lejanos pero marcados por un contexto bien diferente al actual, alguna distribuidora independiente siempre se animaba a programar durante este período algún lanzamiento atractivo para el público adulto.
En aquellas ocasiones los memoriosos recuerdan que hasta llegó a hacerse costumbre en medio de las vacaciones de mitad de año un lanzamiento fuerte del cine francés, respaldado por nombres ilustres de grandes autores. Una nueva película de Claude Chabrol, por ejemplo. Si esa tradición se mantenía era porque la respuesta del público estaba garantizada, pero la pandemia parece haber alejado definitivamente de los cines a esa franja de espectadores. Ahora, cuando los cines muestran números similares al tiempo previo al Covid, ese comportamiento se explica por la tracción y el impulso de las generaciones más jóvenes, siempre sensibles a la llegada de la última novedad (remake o secuela) de los grandes éxitos de Hollywood.
La única excepción a esta regla podría descubrirse hoy por el lado de las películas de terror, género que se sostiene gracias al interés genuino de una considerable franja de público siempre dispuesto a ir al cine para seguir participando del ritual del susto colectivo y simultáneo frente a la pantalla. En las últimas semanas, un muy buen exponente del género como El teléfono negro se las viene ingeniando para representar una vez más esta tendencia y mantenerse en un lugar destacado de la cartelera con buenos números. Sigue sexta entre las más vistas con 61.197 entradas vendidas en los últimos seis días y un acumulado anual de 365.789. También en vacaciones, el terror es algo rendidor para los cines.
Así las cosas, sumando esta excepción, desde hace algunas semanas el cuadro con las películas más vistas no registra demasiadas alteraciones. La escasa renovación de la cartelera no es por cierto un fenómeno que se reduce a este tiempo de vacaciones, pero se nota más que nunca en estas dos semanas. En todo caso, el atípico caso de un jueves casi sin estrenos como el de hoy es la manifestación extrema de una tendencia cada vez más consolidada. Cada semana tenemos en la Argentina por lo general un solo lanzamiento importante, alrededor del cual se movilizan genuinas expectativas. La escasez es la regla actual de la cartelera de los cines. Hay pocos antecedentes de la escasa oferta de títulos que ofrecen hoy algunos de los complejos de cine más importantes.
En otros tiempos, el recambio amplio de la cartelera y la llegada simultánea de varias novedades era una saludable costumbre para los cines argentinos, en un mercado que de manera legítima podía jactarse de su diversidad cultural, expresiva y estilística de los estrenos de cine. Pero esa tendencia comenzó a apagarse en las últimas dos décadas. Hoy, el movimiento más intenso y los cambios permanentes en la oferta fueron a parar a otro lado. Ahora pertenecen casi exclusivamente al mundo de las plataformas de streaming.
Hoy, el cine llena funciones en la Argentina cada vez que unos pocos tanques, en este caso animados o dirigidos al público familiar, ocupan toda la cartelera. Eso explica el llamativo espacio en blanco que aparece esta semana en el calendario anual de estrenos que maneja la industria.
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