El actor y director ganador de un Oscar habla sobre su última película para Marvel, Thor: amor y trueno, y de una inusual carrera que comenzó en su país natal cuando se debatía entre las artes plásticas, la fotografía, la moda y el cine
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El chiste se repite. Cada vez que se le pregunta al actor, comediante, director, guionista y productor Taika Waititi por su estilo de actuación, él responde más o menos lo mismo. Que su rango interpretativo se extiende hasta los límites de su persona, que es su manera de decir que no es muy variado. Sin embargo, en la entrevista con LA NACION, días antes del estreno del jueves 7 de Thor: amor y trueno, su nueva película como director, y la segunda que realiza con el superhéroe interpretado por Chris Hemsworth en el centro, Waititi amplía el concepto.
“Soy una persona muy compleja y como actor simplemente me interpreto a mí mismo”, dice con el estilo de humor seco que cultivó durante años en la escena de la comedia de Wellington, en su Nueva Zelanda natal. La broma resulta la mejor descripción del artista que sorteó los más de 11.000 kilómetros y casi las mismas barreras culturales que separan su “pequeña isla” de la meca del cine industrial en Los Ángeles para transformarse en uno de sus integrantes más reconocidos y prolíficos. Por improbable que parezca, en pocos años, el hijo de un artista plástico maorí y una maestra de origen judío nacido en la región de Raukokore en la costa este de Nueva Zelanda logró crear su propio universo audiovisual. Un catálogo que incluye la película Jojo Rabbit, nominada a seis premios Oscar y por la que ganó la estatuilla a mejor guion adaptado; las dos entregas de la historia de Thor, el dios vikingo de Marvel, y la perfecta comedia televisiva What We Do in the Shadows (disponible en Star+) derivada de la perfecta comedia cinematográfica Casa vampiro, que dirigió en Nueva Zelanda y fue su ticket de entrada a Hollywood.
En una ciudad que reclama pero no cultiva la originalidad y como parte de la factoría Marvel, Waititi consiguió la inmensa hazaña de mantener su identidad y proyectarla en todo lo que hace. Ya se trate de la historia de un niño alemán que fantasea con ser el mejor amigo de Hitler, del cuento de un grupo de vampiros con problemas de convivencia o las aventuras de un pirata desencantado de la vida de saqueos y masacres como el que interpreta en la serie Our Flag Means Death (disponible en HBO Max) que también produce, todo lo que toca se convierte en un éxito tan peculiar como él.
En la nueva aventura de Thor, el sello Waititi destaca el espíritu adolescente y el asombro infantil ante el mundo que Hemsworth encarna a la perfección. Así, algo perdido mientras recorre el espacio con los Guardianes de la Galaxia, Thor se viste como un rockero de los años 80 y al ritmo de esa música revolea su nueva arma sin dejar de extrañar a su martillo legendario, Mjölnir, destrozado durante Avengers: Endgame y cuyos pedazos se exhiben en Nueva Asgard, el flamante reino en el que se instalaron sus compatriotas en la Tierra. Ante la aparición de un nuevo villano, Gorr, el carnicero de dioses (Christian Bale en modo coronel Kurtz de Apocalypse Now!), Thor se reencuentra con los suyos y con la doctora Jane Foster (Natalie Portman), ese viejo amor que nunca olvidó. Siempre acompañado por su fiel amigo Korg, firme como la piedra que es, al que Waititi le presta su casi susurrado inglés con acento de Nueva Zelanda.
De hecho, Korg, rodeado de un grupo de niños asgardianos frente a una ancestral fogata, es el encargado de narrar la historia del héroe. “Vengo de Nueva Zelanda donde muchas de nuestras leyendas se transmiten de manera oral desde la infancia. En el caso de la película quería que empezara con una clásica narración en off que detallara todo lo que ocurre en la trama porque estas películas tienden a complicarse, pasan muchas cosas, hay muchos personajes y muchas cosas que explicar. Y me pareció que para guiarnos a través del film era ideal darle esa tarea a Korg, una especie de tío relajado del que me enamoré en Thor: Ragnarok y que también se transformó en un favorito del público”, detalla el director que además buceó en su propio pasado de fanático del rock de los años 80 para darle a la película el aspecto y el sonido ideal.
“Recuerdo estar en la escuela y pasarme meses dibujando el logo de Metallica hasta perfeccionarlo. Para la película volví a eso y a Guns N’ Roses, una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, perfecta para reflejar la loca aventura que estamos contando. Fue otro de mis sueños hecho realidad”, cuenta Waititi hablando en serio, aunque después bromee con que eligió temas como “Sweet Child O’ Mine” para gastar la mayor cantidad posible del dinero de Marvel.
Solicitado como pocos en Hollywood, el director mantiene la misma sensibilidad como realizador, productor y actor que tenía cuando filmó el cortometraje Two Cars, One Night que en 2003 le consiguió su primera nominación a los premios de la Academia (no ganó). “La verdad es que nunca me tomé lo de ser actor demasiado seriamente. Lo hice porque me pareció divertido jugar a ser otras personas. Pero cuando me empecé a dedicar a la dirección, esa se volvió mi ocupación real. Al principio, me pareció buena idea dirigir y ser el jefe así me podía reservar los mejores papeles”, explica Waititi vía Zoom desde Los Ángeles, vestido como un muy elegante monje budista. De hecho, las elecciones de moda del realizador siempre llaman la atención. Tan excéntricas y peculiares como su humor, sus prendas reflejan su pasado como pintor y diseñador de moda, dos de las muchas expresiones artísticas que practicó antes de llegar al cine.
De la fotografía y el stand up, por ejemplo, derivaron sus cortometrajes y su participación en ciclos televisivos como Flight of the Conchords (disponible en HBO Max), una excepcional comedia protagonizada por Jemaine Clement, uno de sus socios creativos, de la que dirigió cuatro episodios. Años más tarde, con el éxito de Thor Ragnarok como impulso, también formó parte del equipo de realizadores -y le prestó su voz a uno de los personajes- de The Mandalorian, su entrada al mundo de Star Wars donde ahora prepara su primera película galáctica.
Caótico, inmaduro y adolescente
“Desde que Taika se sumó al proyecto aportó el costado inmaduro, joven y adolescente del Thor que yo encarno. Para él, el objetivo siempre es divertirse, meterse en este mundo como lo haría un niño y disfrutarlo al máximo. Dejarse atrapar por la maravilla de este universo fascinante sin dejarse aplastar por la seriedad que a veces puede cargar las tramas de este tipo de films. Para mí, estas películas tienen que ser divertidas y eso es lo que hicimos. Taika insistió mucho para que fuera así. Hay mucha improvisación y una pasión que no tiene comparación. Su entusiasmo es contagioso. Él ama estas historias y estos personajes. Nos pide que intentemos de todo, no importa cuán ridículo pueda parecerte. Y todos le hacemos caso, así surge la espontaneidad y la frescura de todos los films de Taika”, explicaba Hemsworth en una conferencia de la que participó LA NACION.
El actor también describió los sets del director neozelandés como “puro caos, un hermoso y loco caos. Un viaje de autodescubrimiento y exploración divertido y algo chiflado. Hay música sonando todo el tiempo y él está parado detrás de cámara riéndose y arruinando la mayoría de las tomas”. Unas horas después, ya en solitario, Waititi explicar las razones detrás de su método de trabajo y el caótico cuadro pintado por Hemsworth.
“La música sirve para romper el silencio porque los sets de filmación pueden ser lugares muy estresantes y aburridos. Hay largas esperas, tiempos muertos y al poner música se llena el aire y la gente se relaja un poco. No es que yo me aburra en el rodaje pero lo pienso más para los que vienen de visita. Si llevas a un niño a un set por más de una hora todo pierde la gracia muy pronto y se aburre mucho. A la mayoría de la gente le pasa lo mismo, por eso les doy un poco de diversión durante su paso”, cuenta el realizador para demostrar que está empeñado en entretener a todo el mundo todo el tiempo. No importa si es actuando como vampiro, pirata o como Hitler, dirigiendo películas y series taquilleras o llevando adelante films más personales como Next Goal Wins, la comedia que estrenará este año en la que relata la fracasada campaña del equipo de fútbol de Samoa para jugar en el Mundial.
“Lo único que sé es cómo me sentía yo yendo al cine de chico. Cuando hago películas o series me pregunto qué le gustará experimentar al público. ¿Qué están sintiendo, está emocionados? Mi objetivo es encontrar esos momentos en los que los chicos quieren saltar sobre los asientos, quiero que se sientan plenos, que puedan reír y llorar en el transcurso de la misma película. Eso intento porque, creo, así me sentía yo como espectador. Mi búsqueda es recrear esas sensaciones para todos los demás”.
Todas las facetas de Taika
Director: Flight of the Conchords (2007), Casa Vampiro (2014); Thor: Ragnarok (2017), Jojo Rabbit (2019), The Mandalorian (2019), Thor: amor y trueno (2022)
Productor: What We Do in the Shadows (disponible en Star+), Wellington Paranormal (HBO Max), Reservation Dogs (Start+), Our Flag Means Death (HBO Max)
Actor: Casa vampiro, Thor: Ragnarok, Jojo Rabbit, The Mandalorian, El escuadrón suicida, Free Guy: tomando el control, Our Flag Means Death, Lightyear.
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