El largometraje de Wayne Wang cumple 20 años, es uno de los films más taquilleros en la carrera de la artista, pero no fue del agrado de su coprotagonista, quien tuvo duras palabras sobre la producción
- 8 minutos de lectura'
A 20 años de su estreno, Sueño de amor sigue siendo una efectiva comedia romántica diseñada a la medida de su indiscutible estrella: Jennifer Lopez. La actriz y cantante nacida en el Bronx se encontraba en su mejor momento como intérprete. En primera medida, porque había demostrado su talento en la desafiante biopic Selena que la lanzó a la fama. En segundo lugar, porque decidió ponerse al hombro roles anclados en géneros bien distintos, desde el gran thriller Un romance peligroso hasta la ambiciosa película de ciencia ficción, La celda.
Además, mientras triunfaba en la música con el disco This Is Me...Then, Lopez apostó por una comedia romántica que también generó un batacazo en taquilla: Experta en bodas, junto a Matthew McConaughey. En ese contexto, le llegó la propuesta de protagonizar Sueño de amor [Maid in Manhattan], dirigida por Wayne Wang, y con guion de Kevin Wade basado en una historia del brillante John Hughes que, a su vez, estaba inspirada en un caso real.
El film, que comenzó a rodarse en Nueva York tan solo unos meses después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, iba a ser originalmente dirigido por Hughes, un verdadero experto en comedia (El club de los cinco), pero que también sabía cómo concebir una sensible historia de amor (Sixteen Candles), e iba a ser protagonizado por Hilary Swank bajo el título Uptown Girl. Finalmente, fue Lopez la encargada de comandar la que sería la última película producida por Hughes Entertainment, la compañía del fallecido guionista y director. En cuanto a la historia, si bien parte de una estructura símil La Cenicienta, también notamos algunos elementos del relato de Alguien maravilloso, aquella joyita que escribió Hughes en 1987 en la que una mujer, contra todos los pronósticos y sin siquiera proponérselo, conquista al hombre de quien está enamorada desafiando los prejuicios en un conmovedor final.
En Sueño de amor estamos ante el mismo escenario. Lopez interpreta a Marisa Ventura, una madre soltera que trabaja en el hotel Beresford de Manhattan y cuyo sueño es el de convertirse en la manager del lugar. En un episodio confuso propio de los meet-cute de las comedias románticas, Marisa se prueba la ropa de una de las huéspedes (más precisamente un saco de Dolce & Gabbana) y conoce a Christopher “Chris” Marshall (Ralph Fiennes), un candidato a senador que cree que Marisa se está hospedando en el hotel. Por temor a compartir con él su verdadera historia de vida, ella no desmiente su presunción y sigue adelante con la fachada mientras, tras varios encuentros compartidos, se enamoran indefectiblemente.
Si bien el vínculo entre Marisa y Chris es atractivo, el guion de Wade -quien realizó varios cambios al original de Hughes, que transcurría en Chicago- también pone el foco en el hijo de la protagonista, Ty (Tyler Posey), y cómo ayuda a ese candidato a superar miedos que se asemejan a los suyos, a pesar de la diferencia de edad. Por otro lado, el film tiene dos grandes actuaciones secundarias de Stanley Tucci como el asistente de Chris, y de la recordada Natasha Richardson como la verdadera Caroline Lane, la dueña de la ropa que genera la indetenible confusión en la historia.
Si bien Fiennes tuvo una buena relación con Lopez durante el rodaje, su gran amistad con Richardson, con quien trabajó tres años después en La condesa blanca de James Ivory, hizo que el actor no forjara un fuerte vínculo con JLO, como iría a compartir luego en duras declaraciones a la prensa. En cuanto a la historia real que tomó Hughes para su primer boceto, la misma tiene como protagonista a Steven Clark Rockefeller, hijo del político y exvicepresidente de los Estados Unidos, Nelson Rockefeller, quien se enamoró de una empleada doméstica de la cadena de hoteles de su familia, Anne-Marie Rasmussen, con quien se casó en el año 1959. De hecho, la película le dedica buena parte de su desarrollo a la dinámica de la esfera política y a cómo Marisa representaba una amenaza para la campaña de Chris, una mujer que no entraba en los cánones de cómo debía lucir la esposa de un potencial senador.
Ralph Fiennes, avergonzado por la película y su actuación
Cuando Sueño de amor se estrenó en 2002 y recaudó 154 millones de dólares (con un presupuesto de 55), estaba claro que Lopez no solo se posicionaba como uno de los nuevos rostros de la comedia romántica sino que también era la elegida por el público en un género que estaba a pocos años de languidecer completamente. Sin embargo, más allá del éxito indiscutido, Lopez no era tomada en serio por la crítica (la actriz fue nominada a los Razzies por su interpretación), uno de los ejes de su flamante documental para Netflix, Halftime, en el que ella misma reflexiona sobre lo mucho que tuvo que trabajar para ser respetada en el medio y la importancia que Estafadoras de Wall Street tuvo en ese proceso, aunque le hayan negado la merecida nominación al Oscar.
Sin embargo, no fue solo el círculo crítico el que mostraba cierto esnobismo sino también sus pares, más precisamente su coprotagonista en Sueño de amor, Ralph Fiennes. El actor británico, quien comenzó su carrera interpretando clásicos de William Shakespeare y ya contaba con una nominación al premio de la Academia por La lista de Schindler, no tuvo precisamente elogios para el que fue uno de sus grandes éxitos de taquilla. En 2005, Fiennes aseguró que cuando empezó a leer el guion “sabía que iba a ser malo”.
"Yo estaba ahí solo para ser la fantasía del personaje de Jennifer Lopez"
Ralph Fiennes
“En la página ya se notaba que la historia era débil y fue aún más débil cuando se hizo, no tenía sustancia”, disparó y se mostró molesto por el rol que cumplió en la historia. “Yo estaba ahí solo para ser la fantasía del personaje de Jennifer Lopez”. Cuando le preguntaron por qué aceptó filmar la comedia romántica, Fiennes fue aún más lapidario: “Siempre me inclino por personajes que requieren de intensidad, de agonía, de conflicto, y supongo que con Sueño de amor quise ver si podía interpretar a alguien poco complejo y no sé si lo hice bien”, añadió. Asimismo, fue un paso más allá y reveló que cumplió, sin saberlo en ese momento, un papel clave en la relación entre Jennifer Lopez y Ben Affleck, que estaba comenzando precisamente el mismo año en el que se estrenó el film.
Según el actor, fue “usado” por Jennifer para distraer a la prensa. En diálogo con Andy Cohen en Watch What Happens Live, donde promocionó su más reciente trabajo (El menú de Mark Mylod), Fiennes contó la anécdota que involucra a Affleck y a Lopez. “Me invitaron a cenar con JLO, su manager, su agente... Estábamos todos en Soho. Fue una linda cena, hablamos mucho y yo luego me fui caminando a casa. Mientras la saludaba a Jennifer aparecen varios paparazzi y nos sacan fotos y luego veo que las fotos que salieron también me mostraban a mí caminando como si la estuviera siguiendo a ella”, recordó.
Al día siguiente, Fiennes se encontró con las imágenes en los diarios con el título “Es Ralph” y en ese momento supo que había sido utilizado para distraer a los medios del romance de “Bennifer” que, décadas más tarde, terminó en matrimonio. “Les deseo lo mejor”, sumó el actor luego de compartir el relato sobre el que Lopez no se pronunció. La artista sí habló sobre la importancia que tuvo Sueño de amor en su vida y su experiencia difiere mucho de la de su coprotagonista.
JLO, la esperanza de las comedias románticas
“Me gustó hacer una película en la que las empleadas domésticas no están en el fondo, no son invisibles. Muchas veces me sucede a mí también que cuando me hospedo en hoteles estoy haciendo mil cosas al mismo tiempo y no tomo noción de quiénes me están ayudando, entonces la idea era ponerlas en el centro”, contó la actriz y añadió que Sueño de amor también refleja muy bien la atención mediática a través del personaje de Fiennes y el acoso que sufre de la prensa. “Yo me fui acostumbrando con el tiempo, si bien no deja de parecerme surreal, es parte de lo que hago y tengo que aprender a convivir con eso”. En sintonía con las declaraciones de JLO, fue el escrutinio de los medios una de las razones de su separación con Affleck, en 2004, con quien se reencontró en 2021 para apostar nuevamente al amor ya con la experiencia suficiente para manejar esas situaciones de su lado.
Más allá de las críticas de Fiennes y de los medios por cómo el film “acumulaba estereotipos en lugar de romperlos”, Sueño de amor mantiene su vigencia y demuestra lo difícil que es liderar una comedia romántica, algo sobre lo que Lopez conoce mucho, incluso en la reciente Casate conmigo, no precisamente uno de los mejores films de su carrera pero al que le aporta su carisma. Sueño de amor también tuvo un impacto cultural cuando Telemundo la adaptó en formato de telenovela con el título Una Maid en Manhattan y con la cantante mexicana Litzy como protagonista. Por otro lado, en lo que al aspecto fashion se refiere, seguramente nadie pueda olvidar, 20 años después del desembarco en los cines de la película, ese vestido strapless en tono durazno que usa JLO, un diseño vintage de los años 50 que también narra una historia, como el resto de los outfits elegidos por Lopez para el exitoso largometraje.
Sueño de amor se encuentra disponible en HBO Max.
Más notas de Detrás del rodaje
A 30 años de su estreno. El crimen que conmocionó a Nueva Zelanda y que inspiró el film que catapultó a Peter Jackson y Kate Winslet
Un rodaje envenenado. La película más cruel de Hitchcock, que retrató su obsesión con una actriz inaccesible y resultó un amargo fracaso
"Lloramos mucho". Mi madre es una sirena: de la actriz furiosa con Cher al apoyo que necesitaron Winona Ryder y Christina Ricchi para filmar
Más leídas de Espectáculos
En su primera visita a la Argentina. El joven prodigio del violín que cautivó a Plácido Domingo y sueña con tocar con todos los grandes
“La vida es más dura que la ficción”. Thelma Biral: por qué dejó Brujas, la extraña enfermedad que la aqueja y el amor que no pudo ser
Una temporada fugaz. El reality de parejas conducido por Alejandro Fantino finalizó sin cubrir las expectativas de público
De no creer. El increíble cambio de Emma Vich a cuatro meses de la final de Gran Hermano