Streaming: Buscada, un gran trabajo de Rachel Brosnahan en una película con baches
Buscada (I'm Your Woman, Estados Unidos, 2020). Dirección: Julia Hart. Guion: Julia Hart, Jordan Horowitz. Fotografía: Bryce Fortner. Montaje: Shayar Bhansali, Tracey Wadmore-Smith. Elenco: Rachel Brosnahan, Bill Heck, Marsha Stephanie Blake, Arinzé Kene. Duración: 120 minutos. Disponible en: Amazon Prime Video. Nuestra opinión: buena.
Conocida por su protagónico en La maravillosa Sra. Maisel, por la que fue premiada con un Emmy y dos Globo de Oro, y también por su importante participación en House of Cards (fue nominada a un Emmy por ese papel), Rachel Brosnahan se luce en la cuarta película de Julia Hart, cineasta independiente que este año también estrenó Stargirl, largometraje más orientado al público adolescente que se puede ver en Disney+. Ella es el centro de gravedad y el principal atractivo de un film que, a pesar de su notorio potencial, trastabilla en más de una ocasión.
El punto de partida de Buscada es atrapante: Jean, una ama de casa joven, apocada y ciertamente enigmática (un perfil que Brosnahan, también productora del film, construye con muchísima solvencia), está en pareja con Eddie (Bill Heck), un personaje antipático, modelo indiscutible de lo que hoy conocemos como masculinidad tóxica, enredado en algunos asuntos oscuros de los que no se habla demasiado pero se intuyen bastante y que, para colmo, un día llega a casa con una novedad inesperada. De buenas a primeras, se presenta con un bebé, sin aclarar cómo llegó a sus manos, y le pide a su pareja que lo cuide sin darle ninguna explicación sensata. Es obvio que no se trata de una adopción en regla, pero el temperamento indolente de Jean no le permite reaccionar a tiempo y ahí nomás empieza su calvario: de pronto llega un compañero de correrías de Eddie (Cal, interpretado por el nigeriano Arinzé Kene) que la exhorta a abandonar de inmediato su casa con el niño a cuestas porque la vida de ambos corre peligro.
Una de las singularidades de la película de Hart -que tiene más de un punto de contacto con Thief, la ópera prima de Michael Mann- es su despreocupación absoluta por explicitar las motivaciones de los extravagantes sucesos que se van desencadenando en una trama ripiosa que, gracias a ese recurso de sustracción informativa, logra mantener la tensión pero que también abusa de esa estrategia y estira hasta las dos horas un relato que resuelto en menos tiempo hubiese rendido mucho más.
La gran paradoja, de todos modos, es que cuando Hart decide empezar a revelar los datos necesarios para armar su rompecabezas dramático (ideado en sociedad con su marido y habitual colaborador Jordan Horowitz), todo se empieza a volver más convencional y trillado. Buscada abandona gradualmente su aspereza inicial para entregarse entonces a una serie de cursilerías relacionadas con las bondades de la vida familiar que no la beneficia.
Al margen del gran desempeño de Brosnahan como una mujer que pasa esforzadamente del estupor al empoderamiento, la excelente banda sonora (Aretha Franklin, Richie Havens, Bobbie Gentry, Faces) y el cuidado trabajo de ambientación de la película, que se desarrolla en los años 70, son dos de sus fortalezas más visibles. El paisaje es ominoso: una zona de los Estados Unidos que nunca es identificada con claridad pero en la que escasea el glamour: autos desvencijados, fábricas abandonadas, casas modestas cuando no al borde del abandono... La Norteamérica profunda en la que, cuarenta años más tarde, Donald Trump encontraría a su electorado más acérrimo, protagonista en estos días de sucesos como mínimo insólitos.
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