Simpática y eficaz comedia romántica
"Mi novia Polly" ("Along Came Polly", EE.UU./2003). Dirección y guión: John Hamburg. Con Ben Stiller, Jennifer Aniston, Philip Seymour Hoffman, Alec Baldwin, Debra Messing y otros. Fotografía: Seamus McGarvey. Música: Theodore Shapiro. Presentada por United International Pictures. Duración: 90 minutos. Calificación: apta para todo público.
Nuestra opinión: buena
Reuben es un exitoso asesor analista de una compañía de seguros, acaba de casarse con la chica de sus sueños y nada parece destruir su presente ni su futuro. Pero la vida da sorpresas, y en pleno comienzo de su luna de miel ella tiene una ocasional aventura amorosa con un atlético buceador. El flamante marido, experto en disminuir los riesgos de sus clientes, no desea perdonar la ofensa de su mujer y, con su depresión a cuestas, regresa a su empresa, donde tanto su fiel amigo Sandy, un ex actor que desea reflotar sus antiguos éxitos teatrales, como todos sus compañeros ya están enterados de su separación matrimonial y de la forma en que su esposa consumó la infidelidad.
Avergonzado y ofendido, Reuben cree que todo su entorno se le derrumba y que su vida nunca será igual a la de antes. El, que siempre tuvo la felicidad de su lado, trata de encerrarse en su solitario cascarón del que sale, a veces, gracias al empeño de su fiel y extravagante compinche Sandy. Sin embargo, una fiesta a la que este joven ejecutivo asiste por simple curiosidad y con muy poco entusiasmo lo obligará, de aquí en más, a transitar los más insólitos caminos. En esa reunión conoce (o reconoce) a Polly, una muchacha que, compañera de él en sus épocas estudiantiles, es ahora una camarera bohemia y desprejuiciada cuyas predilecciones se asientan en su gusto por las comidas picantes, en el desorden doméstico y en los recuerdos de sus antiguos enamorados, entre ellos un hurón casi ciego que hace estragos en el ánimo de Reuben.
El amor, ese sentimiento que el protagonista de esta simpática comedia creía haber dejado sepultado en lo más hondo de su ser, vuelve a reflotar en él. Polly, sin embargo, es acérrima enemiga de los compromisos serios y su reciente enamorado, sin olvidar por completo la perfección de su existencia, tratará de que la escurridiza muchacha fije su cándida mirada en él.
Diversión y algunos excesos
Entre algunos originales gags, diálogos ocurrentes y cierta escatología que podría haberse evitado con mayor sutileza, el director y guionista John Hamburg, experto en crear situaciones delirantes y entretenidas -ya lo demostró en "La familia de mi novia" y en "Zoolander"- desarrolla con habilidad esta historia que, a partir de un episodio normal, se transforma en multiplicidad de situaciones absurdas.
El Reuben de la anécdota está a cargo de Ben Stiller, un comediante que une su simpatía a una postura clásica y nunca desbordada. Aquí vuelve a demostrar su gran carisma para no extralimitarse en gestos extravagantes ni en desvíos innecesarios. A su lado, y como la inquieta, dulce y siempre férrea mujer de sólidas convicciones, está Jennifer Aniston, un rostro por demás conocido en series televisivas norteamericanas, que no desentona con el medido desparpajo de su paciente enamorado, en tanto que Philip Seymour Hoffman, de reciente aparición en el elenco de "Regreso a Cold Mountain", demuestra que sabe desempeñarse tan cómodamente en el drama como en la comedia. Con su habitual apostura, Alec Baldwin trata de defender un personaje que no le exige demasiado trabajo.
Si a este reparto tan competente se le agregan los muy cuidados rubros técnicos -excelente fotografía, impecable banda musical-, "Mi novia Polly" queda como un grato entretenimiento para gozar sin más pretensión que la de insertarse en una aventura romántica muy estilo Hollywood, lo que significa que sólo pretende divertir con una fórmula repetida, pero, aquí, elaborada con intuición popular.