Seth MacFarlane no volverá a los Oscar
El conductor cosechó buen rating y muchas críticas
"Imposible. Aunque fue muy divertido hacerlo..." Eso respondió ayer Seth MacFarlane a través de Twitter, donde el productor y conductor cuenta con casi 4 millones de seguidores que estaban ansiosos por saber si el creador de Padre de familia y Ted se animaría a repetir como maestro de ceremonias de la fiesta más esperada de Hollywood.
Aparentemente MacFarlane decidió que lo suyo con los Oscar será debut y despedida, a pesar de que la celebración del domingo pasado fue vista por más de 40 millones de espectadores sólo en Estados Unidos, con un 19 por ciento de aumento entre los espectadores de 18 a 49 años, la franja demográfica más codiciada tanto por los anunciantes como por los integrantes de la Academia, siempre preocupados por ampliar y rejuvenecer el espectro del público que sigue las ceremonias año tras año. Con ese objetivo contrataron a MacFarlane, a pesar de su fama de hacer un humor siempre al límite de la ofensa y bien lejos de la corrección política que tanto preocupa a las cadenas televisivas y sus clientes. Y a pesar de que el despliegue de producción de la ceremonia fue más decepcionante que ofensivo, MacFarlane consiguió molestar a muchos. Por un lado, estuvieron los críticos especializados, como Todd McCarthy, de The Hollywood Reporter, que comparó al conductor con un beisbolista estrella teniendo una mala noche, cuyos chistes no conectaron con el público y que terminó ofendiendo a muchos al bromear sobre el asesinato del venerado presidente Abraham Lincoln.
Las reacciones de los críticos fueron bastante generosas con el conductor comparadas con los comentarios de la poderosa liga antidifamación, que rechazó el segmento en el que Ted, el osito "zarpado" del film, con la voz de MacFarlane, hizo bromas sobre las ventajas de ser judío en Hollywood. "Aunque ya estamos acostumbrados a esperar chistes desubicados del tipo «los judíos controlan Hollywood» de parte de MacFarlane, lo que hizo en los Oscar fue ofensivo y ni remotamente gracioso. Sólo sirvió para reforzar estereotipos que legitimizan el antisemitismo. Resulta triste y descorazonador que los premios Oscar hayan elegido explotar esos estereotipos antijudíos para conseguir unas cuantas risas", decía el comunicado de la liga emitido anteayer.
Lo cierto es que las críticas más duras que pudieron decidir al conductor a no volver a subirse al escenario del teatro Dolby destacaron la insistente misoginia de la mayoría de sus intervenciones. "Y el Oscar para la más dolorosa apertura de un premio de la Academia es para la transmisión del domingo pasado. Pocas veces un evento cultural de tan alto perfil ignoró tan atrevida y obviamente a la mitad femenina de la población mundial", escribió la periodista Martha Lauzen en el prestigioso sitio The Wrap, dedicado a la industria de Hollywood. Un lugar en el que MacFarlane pudo conseguir el rating, pero muy pocos amigos.