Imperdibles italianos: Marco Bellocchio, Nanni Moretti, Alice Rohrwacher y el musical feminista del que habló toda la península
Hasta el miércoles 10 desfilarán en la Semana del Cine doce títulos recientes de cineastas reconocidos, así como Siempre habrá un mañana, el film de Paola Cortellesi que la intérprete y directora acompañará en Buenos Aires
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¿Cuánto tiempo puede soportar una mujer la pesadilla de la violencia doméstica? ¿A quién pedir protección, fuera de casa, en un medio proclive a la tradición patriarcal? “Las cifras son preocupantes: en Italia, cada 72 horas hay un femicidio”, recuerda a LA NACION desde Roma Paola Cortellesi, a punto de partir hacia Buenos Aires. Lo afirma para subrayar la importancia del asunto que aborda su sonado film acerca de la violencia familiar. La popular actriz vive el momento más intenso de su carrera por el éxito internacional de su debut como realizadora con Siempre habrá un mañana (C’è ancora domani), que este jueves inaugurará la X Semana del Cine Italiano en Cinépolis Recoleta, una selección generada por Cinecittà, auspiciada por la Embajada de Italia, el Instituto Italiano de Cultura y la Agencia Italiana para el Comercio Exterior (ICE), e integrada por doce films recientes.
El cinéfilo porteño siempre espera una señal, un destello que lo reencuentre con aquella cinematografía peninsular que, en sus décadas de oro, conmovió a varias generaciones. La programación de este año sorprende porque precisamente actualiza –por distintas vías y acaso por azar - nombres y temas emblemáticos de la producción clásica. Una suerte de revival, en fin, que genera previsibles expectativas.
Algunos hitos del programa: comparecen monstruos sagrados como Nanni Moretti y Marco Bellocchio. Del exenfant terrible de Caro diario se verá Lo mejor está por comenzar (Il sol dell’avvenire), en el que un realizador de ficción rueda un film ambientado en 1956, salpicado de canciones italianas. Bellocchio, reconocido maestro, el más veterano cineasta peninsular en actividad, a través de La conversión (Rapito) desafía con el polémico caso de un niño de siete años que fuera arrebatado de un hogar judío en la Bolonia de 1857 por los soldados papales.
Y están los “herederos”, descendientes de realizadores consagrados: Laura Luchetti (50), hija del prestigioso Daniele, aporta su segundo largometraje, El lindo verano, adaptación del clásico de Cesare Pavese La bella estate. El otro es Pietro Castellito (32), hijo de Sergio, el popular actor que –por lo demás- actúa en este film, Enea, historia de dos aventureros proclives al crimen, pero también al amor.
La nueva Settimana depara, felizmente, la exhibición del último título de la más joven de los “consagrados”, Alice Rohrwacher (42), bautizada por Corriere della Sera “Alicia de las maravillas” por sus precoces aciertos: en La quimera (La chimera), varias veces premiada y con una osada aspiración a la Palma de Oro en Cannes, Isabella Rossellini y Alba Rohrwacher (hermana de la realizadora) viven un peregrinaje en pos de una quimera, en la Toscana, entre vivos y muertos, entre fastos y soledades.
Te lo dije (Te l’avevo detto) es la segunda incursión como realizadora de Ginevra Elkan, una productora nacida en Londres pero de nacionalidad italiana. Con visos fantásticos, su film transcurre en Roma, en enero (invierno boreal), pero sobreviene una ola de calor con registros tan alarmantes que las personas y los animales pierden el control. Se suceden diversos casos, con el desfile de un elenco insólito: la legendaria Marisa Borini (94 años; filmó, incluso, con Fellini), madre de Valeria Bruni Tedeschi, que también actúa en el film; a ellas se suma un póker de ases: Valeria Golino, Greta Scacchi, Ricardo Scamarcio y –de nuevo- Alba Rohrwacher.
La rebelión de las mujeres
Con su Siempre habrá un mañana, el título más convocante de la Semana, Paola Cortellesi comparecerá en la función inaugural para abrir el ciclo. “Me emociona la idea de que mi film se distribuya en la Argentina –dice la realizadora desde Roma, mientras hace sus valijas–; es un país que ha acogido a infinidad de italianos. Reconozco que geográficamente parece lejana, pero cultural y emotivamente yo la siento muy cercana. Es probable que si el público responde a mi propuesta me sienta más ligada aun.”
La respuesta podría proceder, sobre todo, del sector femenino. En Italia resuena su contestataria apelación “Le donne dicono basta” (Las mujeres dicen basta), núcleo de esta ópera prima que en octubre se alzó con el Premio Especial del Jurado en la Festa del Cinema di Roma y hoy bate récords de recaudación en Italia con casi seis millones de espectadores. En su imparable periplo, la semana pasada la película fue saludada con diez minutos de aplausos en Londres.
Ambientado en la Roma de 1946, el guion de la propia Cortellesi –con la colaboración de Furio Andreotti y Giulia Calenda- narra las vicisitudes de Delia, un ama de casa romana sometida por su marido (Valerio Mastandrea) y por su suegro (Giorgio Colangeli), y que acaba reaccionando, coincidentemente con la convocatoria del histórico plebiscito del 2 de junio (que tuvo mayoría femenina), por el que Italia abandonó la monarquía. Por su imagen en blanco y negro y un tono deliberadamente ingenuo en la actuación, Siempre habrá un mañana evoca a lejanos films de pre y posguerra, como las comedias dramáticas de Alessandro Blasetti, pero salpicada de anacronismos en el commento musicale (Lucio Dalla con “Una sera di miracoli”) y algunos flashes de comedia musical.
Con 50 años cumplidos en noviembre, Valeria ostenta una trayectoria de comediante e imitadora que abarca a más de una veintena de films (incluido el Boccaccio, de los hermanos Taviani) y un galardón en 2018, el David di Donatello, como mejor actriz. En Italia se afirma que hay “un antes y un después” de C’è ancora domani. Ocurre que el film se anima a enfrentar estadísticas de una realidad presente en este relato: “En Italia se declaran siete millones de casos de mujeres golpeadas–denuncia la actriz-, lo que indica que, por tanto, existen siete millones de maridos golpeadores”. La acción transcurre en los 40, pero Paola advierte que “podría haberse ambientado en otro momento, porque no es solo una cuestión de cultura, de época ni de clase social, sino de una ética humana que valora y respeta a la persona con la que se convive”.
“He recorrido parte de Italia con el film –recapitula la exitosa cineasta- y me asombra la respuesta del público frente al dilema de la convivencia doméstica, al patriarcado y a los derechos civiles. Una señora de 90 años me abrazó con un fervor tal que yo sentí que me derretía de emoción. Me pregunto cómo es posible que esta película resuene con tanta fuerza en los espectadores.” Paola Cortellesi, así como otros baluartes que comparecerán en la inminente Settimana, parece haber asumido un rol importante en la firme recuperación y expansión del cine italiano.
Para agendar
X Semana del Cine Italiano, desde el jueves hasta el miércoles 10, en Cinépolis Recoleta.
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