Sandra Bullock: "Me despierto todos los días preocupada por la vida de mis hijos"
SAN PABLO-. "Quería hacer una historia de amor sobre la familia", dice Sandra Bullock sobre Bird Box, la nueva película de la realizadora danesa Susanne Bier- que excede la nomenclatura de thriller post-apocalíptico y que se expande dentro de su propio género - que llega mañana a Netflix , con un elenco diverso: desde el consagrado John Malkovich, la prolífica Jacki Weaver, hasta una de las revelaciones de Luz de luna, Trevante Rhodes.
Bullock presentó el film en un marco diferente para su perfil - la Comic Con de San Pablo- y lo hizo con ese carisma que se convirtió en su marca registrada desde que la vimos en 1994 tomar el volante del emblemático colectivo de Máxima velocidad. Lejos de sentirse intimidada por una audiencia que estaba allí para disfrutar de primicias vinculadas al universo de superhéroes - desde un teaser de Capitana Marvel a un trailer extendido de Glass de M. Night Shyamalan-, Bullock se metió a ese efervescente público en el bolsillo desde el momento en que pisó el auditorio principal de una abrumadora convención donde no abundaban precisamente cosplays de personajes icónicos de la actriz, como el de Gracie Heart de Miss Simpatía o el de Ryan Stone de Gravedad.
La artista se apropió de esa cualidad de outsider y lo primero que hizo en su contacto directo con la gente fue pedir que les canten el "Feliz cumpleaños" a sus hijos Louis y Leila, adoptados en 2010 y 2015, respectivamente. "Estar acá es genial, es increíble, pero tuve que dejar a mis hijos quienes no pudieron acompañarme, y quienes se enojaron conmigo por no traerlos, así que voy a pedirles un favor", fue el preámbulo de la actriz a un pedido que encontró instantáneamente el feedback de ese público complaciente.
No resulta casual que Bullock haya nombrado a sus pequeños como carta de presentación. A sus 54 años, con un notable pasado de heroína de comedias románticas (de Mientras dormías a La propuesta), un Oscar en su haber (por Un sueño posible), una segunda nominación que llegó al poco tiempo por Gravedad, y un reciente blockbuster que ella misma produjo (Ocean's 8: Las estafadoras), la actriz se volvió más selectiva y el guion de Bird Box resonó en esa búsqueda.
Basado en la novela del escritor y líder de la banda The High Strung, Josh Malerman, el largometraje se mueve en dos líneas temporales. Por un lado, muestra la llegada al mundo de una fuerza sobrenatural a la que no se puede mirar de frente, dado que el contacto visual provoca la muerte instantánea. Por el otro, avanza en el tiempo y pone el foco en Malorie (Bullock), una mujer impertérrita a la que vemos en un bote con sus hijos, atravesando un río turbio con destino incierto. Malorie no es la madre modelo y eso es un logro de un film que se siente cómodo en las imperfecciones. La relación de la protagonista con sus pequeños es más racional que instintiva, al punto tal de que ninguno de los niños tiene nombre. El desapego, sin embargo, se va transformando en ese contexto en el que para sobrevivir no solo alcanza con el pragmatismo.
En una habitación del hotel Four Seasons, Bullock permanece sentada sonriente junto a Rhodes, su partenaire en el film. Una broma de la actriz rompe el pacto protocolar entre periodista y entrevistada, y con esa breve intervención distiende el clima.
"Quería hacer una historia de amor sobre la familia, y sentí que Bird Box representaba mi vida. Al mismo tiempo quería mostrar a una madre y a un padre que no habían sido representados de la manera en la que lo son ahora", le explica la actriz a LA NACION sobre esa dinámica familiar que irrumpe en la narrativa con el personaje de Tom (Rhodes), un hombre al que Malorie conoce en esa aterradora circunstancia, y que termina ocupando el rol de padre con demostraciones de afecto que suplen las necesidades de los niños. "Ver a un hombre ser como lo es Trevante en la vida real, pero también en pantalla, era importante. Lo que es Tom en la película es muy cercano a cómo es él en su vida, y ver eso representado en cine, especialmente en estas épocas en las que no hay demasiada representación, es lo que nos hace levantarnos y decir 'este es un buen hombre el que tengo acá, es un padre maravilloso, alguien que pone su vida en riesgo por su familia', y yo extraño eso en las historias de amor", añade Bullock mientras Rhodes la mira embelesado, para luego acotar que aceptó filmar Bird Box porque supo que la "maravillosa" actriz sería la protagonista.
Quería hacer una historia de amor sobre la familia, y sentí que Bird Box representaba mi vida
Bullock se suma a la fiebre del streaming con esta producción de Netflix que remite indefectiblemente a Un lugar en el silencio, el film de John Krasinski donde los sentidos cumplían un rol vital, y en el cual también había una madre en el centro, salvaguardando el bienestar de sus hijos. En el caso de Malorie, su función es la de cubrirles los ojos y mostrarse intransigente ante cualquier acto de rebeldía que los ponga en peligro, con órdenes espetadas con resabios de crueldad. Según Bullock, para personificar a esa mujer impenetrable tuvo que ir a lugares muy oscuros, pensar en sus propios hijos, y ahondar en ese pánico que se suscita cuando el amor es tan grande que el miedo a la pérdida cobra la misma magnitud. Como consecuencia, Bird Box se va volviendo cada vez más alegórica, como si avanzara a la par de las incertidumbres de su actriz, quien depositó toda la carga emocional en esas secuencias de riesgo, donde están los tres a la deriva.
"El río se sintió como la maternidad, como si recién empezaras a navegar y todo lo que estás haciendo es para mantener a tus hijos con vida", expresa Bullock, y se pone personal con el transcurrir de la entrevista. "Sé que puede sonar loco, pero te despertás todos los días preocupada por lo que pasará con sus vidas. Yo no voy a estar acá cuando ellos tengan 50 o 60 años", añade, explicando cómo resuelve esa disyuntiva entre querer protegerlos y no terminar cortándoles las alas, la principal metáfora de Bird Box, que desde el título se define como simbólica. "Aprendí que el río que se muestra en la película no tiene que ser siempre ese río. No siempre tiene que existir ese pánico. Yo lo entendí. Hay momentos en los que tenés que respirar, dejar de decir que no, empezar a decir que sí y despojarse de las preocupaciones".
Para Bullock, la clave de esta historia en la que el fin del mundo - tal y como lo conocemos - es una excusa para mostrar el espectro del comportamiento humano es el poco valor que se le otorga al disfrute de cotidianidad. "Hace poco volví a ver la película y hay un solo momento en el que ves a los padres felices con los hijos, lo advertí recientemente", reflexiona, como preludio a brindar un consejo contundente: "Creá recuerdos, creá alegría". Si bien en las primeras secuencias Bird Box enfoca el terror desde lo coral - justamente como modo de desplegar todas las reacciones posibles ante la llegada de la muerte -, esos recuerdos a los que refiere Bullock son registrados por Bier a través de su punto fuerte como cineasta: el ida y vuelta entre dos personajes que tan bien registró en Después de la boda en 2006, el largometraje por el que recibió una nominación al Oscar en la categoría de mejor película extranjera.
Sé que puede sonar loco, pero te despertás todos los días preocupada por lo que pasará con la vida de tus hijos
"Uno de los aspectos del guion más inspiradores fue el de la evolución de esa conexión que se produce en una familia", cuenta la actriz, y destaca el trabajo de Bier en esas escenas. "Ella sabe cómo contar relaciones íntimas entre personas, físicamente. Ella sabe cómo extraer cosas de los seres humanos y de cómo ellos se vinculan, al punto tal de que no hay necesidad de hablar porque todo está allí, en ese contacto".
En la remake de El rapto, el thriller psicológico de George Sluizer estrenado en 1993, el personaje de una joven Bullock era un Macguffin, un elemento concebido para propulsar la trama. Sin embargo, en pocos minutos, la actriz conseguía que esa mujer que desaparece al comienzo de la historia generase un impacto tal que la volviera inolvidable. En esa decisión primigenia se grafica el exitoso recorrido posterior que trazó Bullock en Hollywood, industria que ahora transita a conciencia, con la mirada puesta en las infinitas posibilidades que brindan las grandes plataformas, y en comandar relatos que dejen huella en sus hijos. "Bird Box fue un regalo que me llegó, que tocó fibras personales y que aborda la pregunta que muchas mujeres nos hacemos: '¿Qué camino elijo como madre?'".
En esa habitación de hotel y en fracción de segundos, la actriz traslada ese interrogante a sí misma y se queda unos minutos en silencio, introspectiva, como procesando el aspecto sinuoso de la maternidad. Después, hace otra broma, sonríe, y ahí nos reencontramos con ese carisma perpetuo e inexorable propios de una estrella indiscutida.
Bird Box
Otras noticias de Entrevista exclusiva
Más leídas de Cine
¿Qué podía salir mal? El Mago de Oz: el largo camino de un fracaso al éxito y el detrás de una historia adelantada a su tiempo
Un grande de Hollywood en Mar del Plata. Jason Reitman: los próximos Oscar, Trump y el futuro del cine; "nadie sabe cómo ver una película"
Festival de Mar del Plata. Con un invitado extranjero que captó toda la atención y un estreno vertiginoso, el inicio tuvo más cine que política
Proyecto descartado. De qué se trataba la película de George Clooney y Brad Pitt, que fue cancelada