Roland Emmerich: "No me veo dirigiendo un film de superhéroes"
Instalado en la industria desde comienzos de los noventa, el director de cine Roland Emmerich siempre fue asociado a grandes tanques hollywoodenses. Responsables de millonarias producciones como Stargate, Día de la independencia o El día después de mañana, el realizador alemán es uno de los profesionales más rentables dentro de un rubro en el que no existen fórmulas garantizadas. Y la fascinación de Emmerich por el cine catástrofe, las invasiones a gran escala y las guerras lo convirtieron en un director muy atractivo para el público y en alguien capaz de darle solidez a cada uno de sus proyectos.
En Midway: ataque en altamar, su última película, Emmerich relata con imponentes secuencias, la que es considerada la mayor batalla aeronaval de la Segunda Guerra Mundial. Luego del ataque a Pearl Harbor, los Estados Unidos se involucró activamente en ese conflicto bélico, y sobre las aguas del océano Pacífico, la poderosa flota japonesa midió sus fuerzas contra la americana. En ese enfrentamiento, se destacó la figura de Dick Best (interpretado en el film por Ed Skrein), un piloto reconocido como uno de los mayores responsables en la victoria norteamericana al hundir un portaaviones y vulnerar considerablemente otro navío. Y esa historia es la que toma Emmerich para construir una épica bélica que posee grandes dosis de cine clásico.
Sumergido en una industria cambiante, en la que actualmente solo parecieran triunfar en taquilla los films de superhéroes, Emmerich habló en exclusiva con LA NACIÓN y opinó sobre el presente de Hollywood, la polémica entre Marvel y Martin Scorsese, y por qué el público aún se conmueve con las historias de grandes héroes anónimos que deben superar retos en los que se juegan la vida.
-¿Qué condimentos considerás que tuvo el enfrentamiento de Midway para serle atractivo al público?
-La batalla de Midway para mí fue un punto muy importante en la historia y probablemente una de las victorias más inesperadas de la Segunda Guerra Mundial. El ataque a Pearl Harbor llevó a América a la guerra y de golpe ese país estaba involucrado en ese conflicto y el presidente Roosevelt tuvo que tomar una importante decisión sobre el destino del Pacífico. A partir de ahí, un sector del ejército tuvo que arreglarse con lo que tenía y con equipos y tecnología en desuso enfrentarse a los japoneses, dueños de una flota naval que era considerada la mejor del mundo.
-En el film tomás un camino difícil que es no caricaturizar a los japoneses ni ponerlos en el rol de los malvados, ¿qué aspecto de ese ejército te resultó interesante?
-Para mí era realmente importante no hacer de los japoneses los villanos de la historia porque ellos eran soldados normales que tenían un gran sentido del deber, y un gran sentido de compromiso para con su país. Y no fueron estos soldados quienes empezaron la guerra, sino los políticos de su país. Ante ese panorama, a ellos no les quedó más remedio que participar de la guerra. Yo quería sumergirme en ambos bandos y mostrar las diferencias entre los dos ejércitos porque, a fin de cuentas, se trataba de miradas distintas. Los japoneses tenían una cultura muy opuesta a la americana.
-Y para esta película trabajaste con Tadanobu Asano, uno de los actores japoneses más talentosos de su generación...
-Sí, fui muy afortunado, todos los actores japoneses con los que trabajé son de lo mejor.
-En tus largometrajes los protagonistas suelen estar frente a situaciones límite, ¿cuál considerás que es el aspecto más interesante que muestran tus personajes ante esos contextos?
-Siempre me interesó mostrar a gente común y corriente luchando contra cosas que las superan. Una guerra es uno de los mayores conflictos que alguien puede enfrentar y, de hecho, en la mayoría de los casos los involucrados no están deseando ir allí. Todas mis películas tratan de alguna manera sobre eso, sobre personas normales que en algún punto atraviesan un momento en sus vidas en el que deben enfrentarse a la muerte. Para mí esa situación los ubica ante decisiones que terminan por definir a estos personajes, y ellos deben aprender a superar esos momentos.
-Uno de los mayores hallazgos de Midway: ataque en altamar fue incorporar al director John Ford como un personaje más, ¿cómo surgió esa idea?
-Históricamente Ford estuvo ahí. Un amigo que él tenía en la fuerzas navales le dijo: ´Vayamos a Midway, porque allá está por pasar algo muy importante´. Y él dijo: ´Ok, vamos´. Entonces cuando llegó se encontró con más y más aviones sobrevolando la zona y ahí realmente se dio cuenta que algo grande estaba por pasar y no fue hasta cuando los japoneses atacaron que las personas descubrieron lo que sucedía. Nadie sabía bien qué iba a pasar, ni siquiera a quienes vivían en Midway les habían explicado demasiado, a ellos solo les decían ´estén atentos, estén atentos". Entonces, en medio de ese conflicto, a John Ford le llegaron a decir que se refugiara en el búnker y él no quiso hacerlo, prefirió salir con la cámara y comenzar a filmar el bombardeo.
-Ford era un hombre muy valiente...
-Es que hizo exactamente lo opuesto a lo que le pidieron. ¡Solo preguntó dónde estaba el búnker para alejarse de él! Yo vi muchísimas películas de John Ford mientras estudiaba cine, como Más corazón que odio. Para mí él es uno de los directores de cine más grande del mundo. Particularmente siempre me gustó La diligencia, creo que al día de hoy aún es una pieza fantástica.
-Vos trabajás en Hollywood desde hace muchos años y usualmente en proyectos de gran presupuesto, ¿cómo ves el presente de la industria?
-Creo que en este momento la industria está atravesando un profundo cambio. Ahora estamos viviendo la era de los largometrajes basados en personajes de Marvel y DC. Francamente, desde mi lugar no me veo dirigiendo un film de superhéroes. Yo crecí en Alemania y no estaba rodeado de historietas por lo que no termino de entender todas estas películas, pero es indudable que el público las ama y eso es algo que respeto. Pero por mí parte, yo sigo interesado en seguir adelante con mis películas y con los proyectos que tengo ganas de concretar.
-El cine de superhéroes se convirtió en materia de debate en las últimas semanas, ¿cuál es tu opinión respecto de lo que dijo Martin Scorsese, que afirmó que las películas de Marvel no son cine?
-Creo que esa opinión es un poco dura. A mí ese es un tipo de cine que no me gusta, pero puedo hacer excepciones, por ejemplo hay cosas de Marvel que me interesaron como la primera Iron Man, que realmente me gustó mucho; o Dr. Strange, que me parece una película copada. Entonces creo que es algo personal. Se trata de gustos particulares y decir que eso no es cine... desde luego que sí es cine, pero se trata de una forma de cine distinta a la que hacen Scorsese o Francis Ford Coppola, ambos grandes directores, pero interesados en realizar un estilo diferente de películas.
Midway: ataque en altamar se estrena en la Argentina el 28 de noviembre
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