Riz Ahmed, el impredecible ganador del Oscar que pone en jaque los estereotipos; “el rol de un artista es desafiar la realidad”
Mientras se prepara para hacer una versión moderna de Hamlet, el actor de The Night Of y de El sonido del metal protagoniza el cortometraje Dammi, un alegato sobre la identidad, que ya está disponible en Mubi
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En Hollywood, dicen, lo difícil no es triunfar sino mantener el éxito conseguido. Una hazaña que, de ser alcanzada, también trae consigo otros desafíos. Entre ellos, evitar el encasillamiento al que los estudios suelen someter a sus estrellas más fulgurantes. Pocos han evitado ese destino con la habilidad de Riz Ahmed, uno de los actores más talentosos e impredecibles de los últimos años. Nacido en Londres en 1982 en el seno de una familia paquistaní, Ahmed empezó su carrera artística como rapero, se formó en el teatro clásico y participó en proyectos de cine y TV en Inglaterra como intérprete de reparto hasta que Hollywood empezó a prestarle atención. Primero apareció en la película Primicia mortal (2014) junto con Jake Gyllenhaal, y en 2016 le llegó la oportunidad de dar el salto a las grandes ligas del cine comercial cuando lo convocaron para Jason Bourne, la quinta entrega de la saga de acción protagonizada por Matt Damon.
Y como para confirmar que Hollywood estaba muy interesado en él, casi en simultáneo con su trabajo en Bourne fue elegido para encabezar el elenco de la miniserie de HBO The Night Of, un papel que lo puso en el centro de la escena incluso antes de que ganara el premio Emmy al mejor actor en una serie limitada por su papel de Nasir “Naz” Khan. Ese reconocimiento lo convirtió en el primer hombre musulmán en obtener ese galardón de la Academia de TV norteamericana. La estatuilla le cambió la vida pero sobre todo le abrió un abanico de oportunidades laborales que lo llevaron directo a la cima de Hollywood: en 2021 fue nominado al Oscar por su papel en la película El sonido del metal (Prime Video) y un año después lo ganó aunque en su rol de productor del cortometraje The Long Goodbye (disponible en Youtube). Un proyecto que también protagoniza y que tiene más de un punto en común con Dammi, el corto con dirección de Yann Demange (Lovecraft Country), ya disponible en Mubi. En el film Ahmed interpreta a un hombre que deambula por las calles de París mientras piensa en su conexión con la ciudad y su gente, con la familia que es suya y al mismo tiempo ya no lo es. El relato que utiliza la narración visual para dar cuenta de cuestiones de identidad y los complicados lazos con el pasado está inspirado en la experiencia de vida de Demange.
“Creo que Yann es un artista brillante. Siempre está a la búsqueda de retratar la vulnerabilidad y el sentido de pertenencia en el mundo de sus personajes. Y en este film esa exploración es aún más profunda y personal porque es su historia”, dice Ahmed en una charla por Zoom de la que participó LA NACION. Los temas expuestos en el recorrido algo alucinado del personaje de Dammi por París son un terreno fértil para el actor, tanto en este tipo de proyectos más experimentales como en aquellos que impulsa desde su productora afincada en Los Ángeles.
El mundo que no miramos
“Vivimos en una era en la que la gente está empeñada en trazar líneas divisorias entre “ellos” y “nosotros”. Creo que bajo ese ánimo tan dañino se esconde la inseguridad que muchos sienten respecto de su propia identidad. Cuando los conceptos de pertenencia se vuelven más borrosos me parece que la tarea del artista es explorar esas áreas. Me interesan mucho las historias que se preguntan sobre esas cuestiones, sobre la idea de existir entre varios mundos y no encajar en ninguno y creo que mucha gente conecta con esos sentimientos”, explica el actor que está acostumbrado a ir del cine independiente a las grandes producciones con aparente comodidad. Según él, la clave de su plasticidad está en concentrarse en las intenciones de los realizadores con la historia y no en el presupuesto que tienen -o les falta- para contarla.
“No se trata del tamaño de la producción, si bien puede afectar el ritmo del rodaje y hacerlo más o menos intenso, sino del tono que busca el director, cómo encara el trabajo por hacer, si está abierto a ser vulnerable o si está tomado por la ansiedad y el miedo. Por eso, para mí la experiencia en Dammi fue tan especial: Yann decidió contar una historia extremadamente personal, al punto de que eligió que el papá en la película fuera interpretado por su verdadero padre, y en lugar de liderar desde el miedo Yann no se asustó sino que, por el contrario, nos transmitió un sentido de confianza, de apertura y de búsqueda en tiempo real inolvidable”, explicó el actor, que volverá a trabajar con Demange en el largometraje Exit West, una fábula apocalíptica en la que estarán presentes muchos de las temáticas del cortometraje presentado el año pasado en el Festival de Locarno. Entre ellas están las cuestiones sobre el lugar de los de inmigrantes en su país adoptivo y su vínculo con los hijos nacidos allí, asimilados a una realidad tan ajena para los mayores, la fracturada identidad cultural que eso genera que en el caso de Dammi también incluye algunos pilares estructurales de la política europea en relación con los extranjeros llegados del mundo musulmán, que en el caso de la familia del cortometraje provienen de Algeria, antigua colonia francesa.
“Uno de los aspectos más poderosos del cine es que te fuerza a ver el mundo desde una perspectiva nueva y te permite ponerte en el lugar del otro. Eso es un acto político. De hecho, para mí todo cine es político. Incluso las historias que no se presentan como tal o que pretenden ser apolíticas, están tomando una posición. Creo que el rol de un artista es desafiar la realidad, ampliar nuestra mirada, nuestra mente y nuestros corazones, para ver el mundo de una manera distinta y que eso nos cambie individualmente y, de algún modo, también cambie el mundo. Aunque sea solo un poco”, detalla Ahmed, que en los próximos meses volverá a demostrar su capacidad para escapar de cualquier tipo de encasillamiento sin perder oportunidades ni relevancia.
Sus nuevos proyectos para este año incluyen la película de suspenso Relay; The Phoenician Scheme, la nueva comedia de Wes Anderson, la serie inédita y aún sin título que creó y protagonizará para la plataforma Prime Video, el largometraje de Demange y una nueva puesta de Hamlet, en la que interpretará a una versión moderna y actual del personaje de Shakespeare que dirigirá Aneil Karia, el realizador de The Long Goodbye. Y aunque a muchos les cueste encontrar un hilo conductor en sus elecciones para el actor todos y cada uno de sus trabajos apuntan en el mismo sentido. “Siempre se trata de salir de mi zona de confort, de ir a lugares emocionales en los que nunca estuve antes y que pueden darme algo de miedo. Si algo me hace pensar: “Mmm, no estoy seguro con este proyecto. ¿Soy el actor que buscan?”, entonces lo más factible es que decida hacerlo”, concluye el intérprete, siempre listo para contar una nueva historia.
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