Risas y aplausos para "Familia rodante"
El tercer largometraje de Pablo Trapero participa en la competencia Horizontes
VENECIA.- El cine argentino tuvo ayer su mejor jornada en lo que va de la Mostra, con la presentación en la competencia oficial Horizontes de "Familia rodante", tercer largometraje de Pablo Trapero, que fue recibido con entusiasmo por parte de los principales críticos europeos y con muchas risas y aplausos entre el público que asistió a la proyección en la sala Grande, la principal del festival.
"Familia rodante" es una pequeña e interesante road movie que sigue el viaje desde Buenos Aires y por toda la Mesopotamia de doce integrantes de una familia que se traslada a bordo de una casa rodante Viking modelo 1958 hasta Misiones para asistir al casamiento de un pariente. Llena de peripecias, vueltas de tuerca, revelaciones, accidentes y romances, durante la travesía afloran los secretos y mentiras, las miserias y las frustraciones, los resentimientos y los sentimientos que han sido reprimidos durante años.
Protagonizada por Graciana Chironi (la abuela del director, de 84 años), Liliana Capurro y Carlos Resta, "Familia rodante" es un film coral que evita los desbordes del costumbrismo y muestra facetas nuevas en el director como su capacidad para la comedia o la sensibilidad para trabajar el despertar sexual del adolescente.
Si bien no todos los conflictos alcanzan la misma intensidad dramática, la película ratifica y amplifica la categoría narrativa de Trapero, que se luce con la puesta en escena en un tour-de-force como el que significa rodar casi toda la trama en un set de filmación en movimiento. La fotografía del talentoso Guillermo Nieto va cambiando conforme el viaje avanza y la geografía -al igual que las relaciones humanas- van mutando hacia niveles más complejos, enrarecidos y salvajes. Dejando a un lado ciertos desniveles del guión, el director de "Mundo grúa" y "El bonaerense" demuestra su capacidad para la dirección de actores, muchos de ellos sin experiencia alguna, logrando que de cada uno de los diálogos se desprenda una credibilidad, una verdad y una intensidad que en la pantalla -se sabe- es muy difícil de alcanzar.
Tras la proyección de ayer, varios popes de la crítica francesa (como Jean-Michel Frodon o Michel Ciment) se acercaron para felicitar a Trapero, que luego se dirigió a la conferencia de prensa. Allí explicó junto con su esposa y productora -Martina Guzmán- las complejidades del proyecto, cofinanciado por capitales de la Argentina, Francia, España, Italia, Gran Bretaña y Brasil. "Recorrimos los 1400 kilómetros del periplo filmando casi de manera cronológica sobre un set que reconstruye la casa rodante, pero sobre la que trabajábamos los 70 técnicos y los actores. Eramos como un circo que iba de pueblo en pueblo; hubo escenas en las que con los extras éramos más de 500 personas."
Trapero -que se consagró aquí en la edición de 1999 con "Mundo grúa"- se mostró feliz de regresar con un guión que escribió hace 8 años para su abuela, según dijo. "Por suerte, ahora pude concretarlo junto con mi familia y, en ese concepto de familia, incluyo no sólo a la sanguínea, sino también a los amigos que forman otra familia de pertenencia y a la familia del cine. Porque hacer una película es también producto de un trabajo en común."
La presencia nacional se completó con una nueva exhibición de "Un mundo menos peor", de Alejandro Agresti, y de una función agregada de "El amor (primera parte)". Ambos films -al igual que "Una de dos", de Alejo Taube; y "Parapalos", de Ana Poliak- recibieron críticas positivas, lo que demostró una vez más la excelente repercusión que la producción argentina está teniendo en el exterior.
En Cinemavvenire, la publicación diaria y gratuita que se distribuye aquí, el film de Agresti es saludado "por su guión bien estructurado y aprovechado en toda su potencialidad, por la extraordinaria belleza de su fotografía y por la fuerza de los intérpretes". Por su parte, "El amor (primera parte)" fue reconocido por Cinefestival y por Cinematografo, por "la poesía, la simpatía y la frescura" de su propuesta y destacan la excelente repercusión obtenida.
Muy diversas recepciones tuvieron los dos films presentados ayer en la competencia oficial. Con aplausos se saludó el final de la proyección de "Vera Drake", el controvertido largometraje del inglés Mike Leigh; mientras que con abucheos y silbidos concluyó la función de prensa de "Ovunque sei", del italiano Michele Placido.
Leigh ratificó su status de gran autor con la historia de una empleada doméstica de clase media-baja, madre de dos hijos y casada con un mecánico, que durante dos décadas se dedicó a practicar abortos gratuitos hasta que en 1950 fue descubierta, condenada y encarcelada. Una magnífica Imelda Staunton interpreta a una mujer sencilla y de buen corazón que ayuda a jóvenes desesperadas. El director de "Naked" y "Life is Sweet" evita la exaltación del personaje y la politización del caso y, en cambio, opta por trabajar los conflictos humanos con gran austeridad, sensibilidad y bienvenidos pasajes de humor. La habitual ductilidad y compromiso de sus actores -se lucen también Phil Davis, Peter Wight y Jim Broadbent- y la impecable fotografía del gran Dick Pope son otros atributos que hacen de "Vera Drake" un film valioso y destinado a la polémica adulta, que remite a "Un asunto de mujeres", de Claude Chabrol.
"No soy yo quien debe explicar la película; el dilema moral que plantea no es fácil de resolver y este problema requiere que se lo confronte con la mente abierta y sin perder de vista la realidad. No se trata de una cuestión de blanco o negro y, por eso, evité los maniqueísmos", dijo el director de "A todo o nada", de inminente estreno en la Argentina.
Para el cine italiano, la presentación de "Ovunque sei" significó el segundo fracaso en la competencia oficial, ya que tampoco había sido bien recibida "Lavorare con lentezza: Radio Alice 100.6 MHz", trabajo de Guido Chiesa sobre una experiencia de radio alternativa en los convulsionados años 70. Cuando todavía falta la proyección de "Le chiavi di casa", de Gianni Amelio, los acreditados se preguntaban ayer cómo puede ser que un film tan ampuloso e inverosímil como "Ovunque sei" haya llegado a la sección principal de Venecia. Reconocido actor y director respetado, Placido ("Un viaje llamado amor") se arriesga con la historia de un médico que decide cambiar de vida y abandonar a su familia tras un accidente. Inexplicable, plagado de diálogos imposibles y sobreactuado por Stefano Accorsi, Barbora Bobulova y Stefano Dionisi, este largo sobre el amor y la muerte generó risas involuntarias durante la proyección e irritación al final.
Contradicción
Muy buen cine, mala organización. Esa es la contradicción de esta primera edición de la Mostra liderada por Marco Muller. La partida del anterior director, el alemán Moritz de Hadeln, generó una saludable renovación artística (el nivel artístico de este año es superior), pero con él se fue la eficiencia organizativa que un festival de esta jerarquía requiere. No hay función que no empiece por lo menos 20 minutos tarde, hay proyecciones adicionales que se anuncian y luego se cancelan, no hay información para el público. La prensa se hace un festín cuestionando a los nuevos responsables, que se defienden como pueden: que hay un 30 por ciento más de acreditados que el año último, que las amenazas de bomba, que las protestas antiglobalización lideradas por Naomi Klein y Tim Robbins...
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