Richard Gere hace campaña contra el sida

NUEVA DELHI (Reuters).- El astro de Hollywood Richard Gere inauguró el miércoles una casa para mujeres y niños que padecen sida en la India, el segundo país en el mundo en número de personas infectadas con el virus.

El ídolo de la pantalla, que ha fortalecido lazos con la India a través de su trabajo con las víctimas del sida y por el apoyo al gobierno tibetano en el exilio, dijo que quiere propagar el conocimiento acerca de esa enfermedad y evitar así que se siga propagando en este país.

"Hemos estado haciendo esto en los Estados Unidos. Hemos visto lo que ha ocurrido (...). Cometimos todos los errores posibles y muchas personas murieron debido a que no sabíamos qué se necesitaba hacer", dijo Gere, que tenía una tradicional marca roja "tika" en su frente.

"Estoy muy cerca"

"Quiero a la India y estoy muy cerca de su gente y no quiero ver que la India cometa los mismos errores que hemos cometido", dijo el astro -que en una ocasión fue considerado por votación el hombre más sexy del mundo- después de que encendió una tradicional lámpara de aceite para inaugurar el centro.

La casa fue creada por el Naz Foundation Trust, un grupo voluntario indio que trabaja para incrementar el conocimiento acerca del sida, y la Initiatives Foundation, fundada por Richard Gere.

India tiene cuatro millones de personas que sufren HIV, lo que la convierte en el segundo país, detrás de Sudáfrica, con más infecciones, y un informe estadounidense ha advertido que la cifra podría aumentar a entre 20 y 25 millones para 2010.

El presidente de Microsoft Corp, Bill Gates, anunció una concesión de 100 millones de dólares para la lucha contra el HIV/sida en India el mes pasado.

Aunque el gobierno indio ha lanzado un programa para combatir la enfermedad, a los pacientes en el segundo país en población en el mundo se les niega con frecuencia el tratamiento en hospitales y clínicas, son rechazados por sus familias y expulsados por los dueños de casas.

Los voluntarios contra el sida dicen que algunos hospitales se niegan incluso a atender a alguien que vive con una víctima o ayudar a dar a luz a mujeres seropositivas.

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