Ricardo Darín, en la presentación de Argentina, 1985: “Estamos ejercitando la democracia y debemos estar siempre atentos, enfocados y lúcidos”
El film sobre el histórico Juicio a las Juntas, ya convertido en el acontecimiento del año para el cine nacional, se estrenará el próximo jueves 29 en los cines de nuestro país
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La multitudinaria presentación local de Argentina, 1985, que se realizó en el mediodía de este jueves en la sala 10 del complejo Cinemark Palermo, resultó el anticipo más preciso de lo que, a una semana de su estreno en los cines argentinos, ya empieza a verse en todas partes como el gran acontecimiento del año para el cine nacional.
La expectativa empieza a ir cada vez más en aumento, sobre todo por las visibles conexiones que la propia dinámica de la realidad o el destino impusieron entre los hechos narrados en la película (centrada en el histórico Juicio a las Juntas de 1985) y una actualidad marcada, al mismo tiempo, por toda clase de tensiones políticas. El encuentro posterior a la primera proyección masiva para los medios especializados con los responsables del film giró alrededor de los temas que despertaron la reciente atención de la crítica internacional en los festivales de Venecia (donde Argentina, 1985 participó de la competencia oficial) y de San Sebastián. El recorrido seguirá en los festivales de Zurich (que comienza este mismo jueves) y de Londres, a comienzos del mes próximo.
El principal, por supuesto, pasa por la minuciosa reconstrucción del contexto político que llevó durante la presidencia de Raúl Alfonsín a llevar adelante un juicio civil contra los jefes de la última dictadura militar, responsables máximos de crímenes de lesa humanidad. Pero también aparecen el modo en que el fiscal Julio César Strassera (personificado por Ricardo Darín) llevó adelante la acusación junto a Luis Moreno Ocampo (Peter Lanzani), y el contrapunto permanente entre el trabajo oficial del funcionario y su vida familiar, clave en el desarrollo de la historia y en algunos aportes risueños muy festejados por el público que siguió la película en los festivales europeos.
Solo en una ocasión la voz un poco más seria de Darín, recién llegado de San Sebastián junto al director Santiago Mitre, debió orientarse hacia la actualidad política más cercana a nosotros durante una muy distendida conferencia de prensa. Fue en el cierre, cuando se abrió una suerte de tiempo de descuento tras casi una hora de preguntas y respuestas, y un cronista comparó el tiempo en que su personaje en la película, el fiscal Julio César Strassera, se enfrentaba durante el histórico Juicio a las Juntas a las amenazas e intimidaciones de sectores militares que todavía conservaban poder con el momento actual, en el que otro fiscal “también es amenazado desde el poder”.
Darín tomó aire y respondió: “El contexto en el que se desarrolló el juicio de 1985 y la sensación térmica que tuvo el episodio son incomparables con lo que ocurre en la actualidad. Hoy por suerte estamos mucho más preparados, en calma, y sobre todo mucho más entrenados que antes para enfrentar cualquiera de esas situaciones. Hay gente empecinada, no solo en la Argentina, en seguir con la violencia. La democracia se nutre de lo que hacemos día a día y de la contribución que cada uno de nosotros hace para enriquecerla. No hay que olvidar que estamos ejercitando la democracia y debemos estar siempre atentos, enfocados y lúcidos frente a estas cosas”.
También participaron del encuentro con los medios los actores Alejandra Flechner y Peter Lanzani y los productores Agustina Llambí Campbell, Federico Posternak, Santiago Caravante y Axel Kuschevatzky, quien confirmó que el estreno del próximo jueves 29 se extenderá a unas 200 salas del país. Este número no incluye a los principales complejos multipantalla (Hoyts, Cinemark, Showcase, Cinépolis) que mantienen hasta hoy la decisión de no estrenarla en disconformidad con las tres semanas de exclusividad que tienen los cines para exhibirla antes del lanzamiento mundial en streaming a través de la plataforma Amazon Prime Video, previsto para el 21 de octubre.
Kuschevatzky aclaró inmediatamente que la película “no va a dejar de estar en los cines” cuando ya quede disponible en la plataforma de Amazon (uno de los productores de Argentina, 1985) si la demanda de público se mantiene. “Va a estar todo el tiempo que tenga que estar en cartel. Nos hubiese gustado proyectarla en todas partes, pero hay que reconocer que las reglas de juego se alteran día a día y todo el sistema está cambiando”, señaló.
Darín destacó en varias intervenciones el trabajo “siempre enfocado, muy concentrado, tranquilo, contento y confiado en la película que Santiago tenía en su cabeza”. Dijo que el guion de Argentina, 1985, escrito por Mitre y Mariano Llinás se “construye a sí mismo”, porque se encarga “de manera ejemplar” de acompañar a través de un relato de ficción la representación de hechos impactantes de la realidad que debió enfrentar nuestro país en los albores del regreso de la democracia. “Por eso conmueve tanto”, agregó.
El actor relató la experiencia que toda la delegación argentina vivió en Venecia durante el estreno mundial de la película dentro de la competencia oficial. Contó que la proyección principal se hizo ante un auditorio integrado en más de un 60 por ciento por extranjeros. “Estés o no al tanto de los hechos narrados en la película, el guion es tan preciso y contundente que lleva a que todos entiendan lo que se está contando. Recibimos allí una devolución tan contundente que fogoneó nuestra reacción emocional, que fue muy fuerte. Esta película llega hasta donde uno quiera. Su espíritu se extiende por todas partes”.
Algo parecido vivió luego en San Sebastián. “En todos los encuentros que tuvimos con los españoles –agregó Darín- pudimos ver que la película los llevaba a una pregunta imposible de eludir: por qué no pudo hacerse en España un juicio como el que tuvimos nosotros. Yo trataba de poner paños fríos, porque el número y el contexto de ambas situaciones a lo mejor no justificaban esa comparación, pero estaban muy encendidos con el tema. Más allá de nuestra alegría todos lloramos como cocineras”.
Mitre recordó que el proyecto de Argentina, 1985 se inició hace cuatro años junto a Llinás, a quien definió como “uno de los mejores guionistas y directores del mundo”. Primero llegó la escritura, con los borradores iniciales del guion, y luego un par de años de investigación histórica: “Un trabajo enorme que podía resultar apabullante. Después, con todo ese material, nos pusimos a trabajar con los mismos objetivos que aparecen en cualquier proyecto de ficción: tratar de contar la historia más interesante posible, al igual que sus personajes”.
Destacó, además, la experiencia de haber filmado una película sobre hechos ocurridos en los años 80: “Queríamos que la historia estuviese adentro de 1985 en vez de mirarla desde la realidad de 2022. Tratamos de estar lo más cerca posible de la zona sensible y humana de ese tiempo para alejarnos de cualquier artificio. Filmar los 80 debe haber sido tan difícil como hacerlo con una historia de la década de 1950″.
El momento de mayor impacto para Darín tuvo que ver con la lectura completa del histórico alegato del fiscal Strassera en el mismo escenario del verdadero Juicio a las Juntas y el modo de sumarlo a la trama de la película. “Con Santiago teníamos desde el primer momento este tema en el radar –explicó el actor- y no queríamos que fuese visto solo como una declaración. Había que darle una modulación bien precisa. Creo que lo manejamos con prudencia y responsabilidad. Nos llevó entre tres y cuatro días completar la escena y puedo asegurar que nunca hubo ni una sola expresión de cansancio o fastidio entre los 300 y 400 extras que participaron de cada una de las tomas, de tan atentos y conmovidos que estábamos todos. El trabajo posterior de edición y el resultado final nos dejó muy satisfechos”.
Flechner, en tanto, aludió a la emoción: “Cuando recibí el guion lloré de la primera página a la última. Y por las devoluciones que estamos teniendo, lo que pasa con la película hoy es algo muy fuerte. Sabemos que estos juicios a los genocidas marcaron en nosotros una conciencia plena y fueron un mojón en nuestra historia reciente. No toda la sociedad sabía lo que estaba pasando. Seguimos creyendo en los valores surgidos durante ese juicio, que construye futuro”.
Posternak, uno de los productores, dijo que la idea original era rodar la película en 2020, pero las exigencias de la pandemia demoraron un año más de lo previsto todos los planes. “Por suerte ese año adicional de trabajo nos permitió llegar más organizados y enteros. Filmamos en plena emergencia de Covid, pero nunca tuvimos que parar por este tema”, agregó. “Eso sí –apuntó Lanzani-. Todos nos volvimos expertos en el arte del hisopado”.
Quedó para cerca del final una referencia a los toques humorísticos que recorren la película de principio a fin. “Guiados por nuestros productores estábamos desde el principio muy conscientes y advertidos de los riesgos de caída en la solemnidad que podía tener esta historia. Recurrimos al humor como una forma de desarmar prejuicios y ayudar de paso al espectador a entrar en el tema. Durante nuestra investigación descubrimos con todo el rigor histórico que podíamos acercarnos a Strassera también desde el humor como una pequeña barrera de contención frente a todo el horror que se estaba viviendo”, explicó Mitre.
Para Darín, en tanto, esa cualidad del verdadero Strassera va más allá del humor propiamente dicho: “Es una descompresión que permite que el oxígeno vuelva a entrar al organismo. Es algo muy beneficioso para la historia y ni siquiera corta el relato, sino que aporta mucho a que sea todavía mejor”.
Ambos protagonistas también hablaron de la mención de sus nombres entre algunos tempranos candidatos al Oscar en alguna publicación norteamericano más allá de las posibles chances de Argentina, 1985 en esa misma competencia. Ese comentario resultó casi la consecuencia natural de una sucesión de elogios, sobre todo para la actuación de Darín, de parte de varios críticos internacionales destacados que vieron la película en Venecia. En uno de ellos llegó a afirmarse que Darín era uno de los mejores actores del mundo. Así y todo, está pendiente el anuncio de la película que nos representará en la carrera por el Oscar de este año, que la Academia del cine local hará pública el lunes próximo. De más está decir que Argentina, 1985 suena como amplia favorita en esa elección.
“Todo lo que sea bueno para la película también es bueno para nosotros. Pero este camino es tan largo que como estrategia casi es mejor dejarla de lado y ni siquiera mencionarla. Lo mejor de la película es la solidez artística que muestra en todos sus planos, por eso prefiero no hacer consideraciones individuales. Una película de categoría cuenta con cuatro o cinco escenas destacadas y esta película tiene entre 12 y 14 que son realmente muy buenas. Es el resultado de un trabajo en equipo”, dijo Darín.
“En mi caso la expectativa genera sufrimiento. Yo ya gané. Estar acá es como ser campeón del mundo”, agregó Lanzani. Y le tocó a Darín cerrar el encuentro con una sonrisa, después de escuchar que la personificación del fiscal Strassera podría ser la mejor de toda su carrera: “Mi mejor trabajo está por llegar”.
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